[Entrevista] «De México a Venezuela» – Entrevista de Destruye las prisiones al compañero Rodolfo Montes de Oca

Hace algunos días, difundía en este blog (aquí) el nº 4 de la revista Destruye las prisiones, y anunciaba la próxima difusión en este blog, a petición de lxs propixs editorxs, de la entrevista al compañero Rodolfo Montes de Oca, realizada por esa misma publicación.

Tras leerla, y realizar algunas correcciones ortográficas, la dejo a continuación. Personalmente la encuentro sumamente interesante, y comparto buena parte de lo expresado, aunque con numerosos matices y reservas, en torno a diferentes cuestiones, como la opinión del compañero sobre la llamada «Solidaridad promiscua» (últimamente puesta en cuestión por círculos anticivilización mexicanos, recuperando ciertas aproximaciones teóricas aportadas por Ted Kaczynski en su día dentro de sus críticas a su concepto de «izquierdismo») o alrededor de la cuestión social y las implicaciones que como anarquistas deberíamos asumir en torno a ell. Con mis cercanías y mis distancias respecto al contenido, os dejo la entrevista.

Pronto se publicará en este blog, así mismo, la segunda parte, en la cual son lxs compas de Destruye las prisiones quienes responderán a las preguntas.

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Desde México a Venezuela: Una conversación con el compañero Rodolfo Montes de Oca

– Actualmente dentro de los círculos anarquistas encontramos un escenario, que sin duda viene a presentar un fenómeno prácticamente nuevo dentro de lo que viene siendo el anarquismo, en lo que ha venido a relucir una discusión que hace tiempo ya había sido puesta en tela de juicio, nos referimos al debate entre lo social y lo antisocial, y donde han aparecido en puesta de escena diversas individualidades y/o grupos que bajo el cobijo de la FAI-FRI han venido desatando alrededor del mundo una actividad insurreccional que va desde el sabotaje contra símbolos materiales del capitalismo hasta el atentado contra personas representantes del Poder, en la cual su método de comunicación han sido principalmente los comunicados publicados en blogs anarquistas a través de internet, en donde confluyen planteamientos acerca de la informalidad, el nihilismo, las posturas anticivilizacion, antitecnologia, el insurreccionalismo, la liberación animal y de la tierra, el ilegalismo anarquista, etc. Sin duda desde esa trinchera se han hecho fuertes críticas sobre el anarquismo clásico, las contaminaciones marxianas, contra el ciudadanismo y el avance de las dinamicas de dominación social y de la naturaleza, inclusive se ha comentado que han sido parte de una superación de las tesis del anarquismo insurrecional de Bonanno, en cuanto a su cuestión social. Ellxs mismos han presentado estas propuestas como “la nueva anarquía” o “anarquismo de praxis” ¿Cuál es tu lectura de estas propuestas? ¿En Venezuela existe una tensión ante estos temas? ¿Cuál es tu perspectiva al abordar la praxis anarquista?

El tema que abordas es de interés y creo que es una de las discusiones que se viene dando en diferentes círculos anarquistas de la región del Mediterráneo y en algunos países de Latinoamérica; pero hay ciertas cosas que se deben aclarar, como es la afirmación de que la discusión entre lo “social” y lo “antisocial” es algo nuevo, por el contrario, esta discusión es de vieja data y siempre ha sido una constante dentro de las individualidades que se afirman como anarquistas, que podemos sintetizar entre una puja perpetua entre los rupturistas, partidarios de la inmediatez de un proceso insurgente y los programáticos adheridos a la necesidad de un proceso extendido de transformación social .

Quizás los antecedentes más célebres son las discusiones entre Malatesta y Kropotkin, sólo para mencionar algunos personajes históricos de relieve, y que se manifiesta en una puja constante entre los sectores conscientes y beligerantes del anarquismo llámense estos “ilegalistas”, “expropiadores”, “combatientes”, “insurreccionalistas” o de “praxis” y los sectores programáticos pero al mismo tiempo estructurados y sobre todo constantes del anarquismo.

Creo que el aporte que dio el grupo Conspiración de Células del Fuego, no se debe medir por la contribución teórica de sus planteamientos, que en lo personal considero son una continuidad de las líneas trazada por otros; si no en cuanto al aporte organizativo y del impacto de sus acciones dentro del Estado helénico. Para mí, ese es el verdadero aporte de la CCF.

Con esto quiero poner de relieve que la CCF,  que es de los pocos grupos del anarquismo que dentro de su praxis se mantuvo siempre fiel y apegado a los planteamientos más intransigentes de la idea ácrata; situación que no pasó con otros grupos como Action Directe de Francia o el Movimiento 2 de Junio de Alemania, los cuales a la larga terminaron manejando un discurso proto-marxista y de supuesta defensa de “las mayorías” que decían representar. Esto los hace compañeros valiosos, dignos de respeto, más allá de si se está de acuerdo o no con sus métodos de lucha.

Yo creo que si queremos entrar en una sistematización del “anarquismo de praxis” que exponen las CCF y que como bien dices, es una síntesis de planteamientos acerca de la informalidad, el nihilismo, las posturas anticivilizacion, antitecnologia, el insurreccionalismo, la liberación animal y de la tierra, debemos remitirnos a lo que se conoce como el post-lefting anarchy, de autores poco divulgados en Hispanoamérica como Jason McQuinn, Freddy Perlman, Saul Newman, Lawrence Jarach, entre otros, que tratan de superar con aportaciones teóricas-prácticas el estancamiento del anarquismo a inicios de la década de los ochenta del siglo pasado.

Su visión crítica al rol de las organizaciones estáticas, el rechazo a la moral y a la ideología como contenedor de los procesos de transformación, su repudio al trabajo asalariado o el de la militancia altruísta, su anti-dogmatismo, el inmediatismo y la posibilidad de generar situaciones incómodas al sistema, son algunos de sus planteamientos que se ven reflejados en las conclusiones de las CCF.

Por lo cual, no creo que sus planteamientos, aunque valiosos y siempre respetables, sean una superación de algunos puntos planteados por Bonanno y por otros autores, sino que son una continuación de una línea trazada mucho antes por otros autores y grupos. Aunque se debe reconocer que la campaña de ataques que emprendió la CCF en los albores de este siglo, contribuyó a difundir estos planteamientos y de ponerlos de nuevo sobre el tapete en las tediosas discusiones ideológicas entre compañeros.

De lo que sí reniego totalmente, es de que se haya tomado el adjetivo de “praxis” para determinar un aporte teórico, creo que todos los anarquistas son de praxis, el anarquismo es una fuerza viva en constante confrontación con el orden existente, y eso es práctica también. Existe praxis en una manifestación como en la elucubración de algún compañero. Todos los aportes son importantes para la “gimnasia revolucionaria”.

Con referencia a Venezuela, esta región del trópico no pasó por situaciones de “estancamiento generacional” dentro de los grupos anarquistas como ocurrió en Italia durante el Congreso de Carrara de 1968 o en España durante la transición postfranquista que permitiera generar este tipo de respuesta rupturistas.

Aunque existen antecedentes interesantes y valiosos de la presencia de anarquistas y anarcosindicalistas durante el recorrido de Venezuela como república, los cuales explayo con detalle en el libro que escribí que se llama “Contracorriente”; no existe una conexión generacional entre un grupo y otro, por lo cual esa tensión entre anarquistas no se dio.

Sin embargo como en otros países, algunos anarquistas decidieron ir más allá de la labor cultural y participar en acciones al margen de la ley, como fue la cooperación en un intento de magnicidio de los militares que integraban la Junta Militar de 1952 o el frustrado intento de asesinato de Cipriano Castro, sólo para dar algunos ejemplos.

Aquí en Venezuela, debido a las precariedades que hemos tenido que afrontar durante estos 15 años de proceso bolivariano, no solemos tener marcados “guettos” ni darle mucha importancia a las etiquetas ideológicas que cada quien se quiera adjudicar; creo que la metodología es lo que determina aquí las cosas, entre quienes adversamos al Estado y sus instituciones aunque maneje un discurso ultrarrevolucionario y aquellos que de forma ingenua se colocan a favor de sus propios verdugos.

– ¿Es la anarquía una tensión o una realización?

La anarquía fue, es y será una tensión constante y perpetua contra cualquier institución de dominación y generadora de desigualdades; yo creo que en eso no debe existir la menor duda entre los anarquistas y hay que reconocer que este es uno de los grandes aportes teóricos de Alfredo María Bonanno.

En un inicio el anarquismo tuvo planteamientos milenaristas como otras corrientes religiosas o filosociales, en las cuales algún día el “grand soir de la anarquía” llegaría y todo cambiaría; lamentablemente los países de tradición lingüística latina y sobre todo los ibéricos e italianos, fueron grandes impulsores de esta fervorosa perspectiva de la anarquía como una realización con planteamientos como el “comunismo libertario” que tanto propagó la CNT y la FAI durante su mandato en España.

Yo creo que a estas alturas del partido, aunque siempre exista una expectativa, muy humana, de que las cosas puedan cambiar paulatinamente, creo que no hay anarquistas tan ingenuos para pensar que la anarquía es un mundo ideal de seres perfectos. Se debe pensar en la anarquía como un cúmulo de planteamientos y sobre todo un catalejo para poder observar la presada realidad que nos absorbe; debe ser la herramienta que con una práctica determina pueden influir y contribuir a generar baches en el asfalto del despotismo. Por ello, debemos aceptarnos y reafirmarnos como la antítesis del poder, la autoridad, la inequidad y la desigualdad. Nada más pero nada menos.

Por esto el anarquismo es tensión y no realización. El día que nosotros hagamos de la anarquía una realización, ese mismo día dejaremos de ser anarquistas, seremos autoridad; cumpliendo así la máxima de la humanidad de que los luchadores de la libertad de una generación se convierten irremediablemente en los opresores de la que viene.

¡Ojo! esto no significa que esté de acuerdo con los sectores más flojos de la idea, que con la excusa de que el anarquismo es una tensión, se limitan solamente a realizar actividades para generar situaciones concretas o vivir del espectáculo; considero que como ácratas debemos articular propuestas y contribuir con nuevas opiniones para plantear y construir nuevos escenarios en los cuales actuar.

Yo no sé tú, pero yo siempre estaré del lado de los excluídos y perseguidos del banquete social, te tocará a ti decidir de qué lado de la cera o de la balanza estarás. Hay que hacer de la anarquía una tensión y no una petrificación.

Sobre esto, recomiendo leer el libro “Anarquismo es movimiento” de Tomás Ibáñez, que fue editado por la editorial catalana de Virus y que se puede descargar en PDF, el cual considero como uno de los estudios más acabados sobre el tema.

– Sabemos que en Venezuela existe un denominado anarco-chavismo y que estas posturas han sido confrontadas y criticadas por ti y por lxs compas de “El Libertario”, a lo largo de Latinoamérica se ha venido desarrollando un denominado “anarquismo especifista” principalmente influenciado desde las traducciones que realizaría José Antonio Gutiérrez Daton sobre “La plataforma organizacional de los comunistas libertarios” del grupo ruso Dielo Trouda donde destaca el compañero Nestor Makhno, así como por influencia de diversas personas participantes de la lucha social en los años 60’s y 70’s quienes se aglutinaban en filas de agrupaciones como el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, El movimiento Juvenil Lautaro, y diversos grupos de claro talente marxista que desembocaron en un acercamiento al anarquismo trasladando su visión del Poder Popular a los grupos libertarios. Cabe resaltar que la Federación Anarquista Revolucionaria de Venezuela te ha tachado directamente de “burgués y contrarrevolucionario”, por lo visto la relación que hay entre gente de ellxs y personas como tú y gente de El Libertario es de separación y confrontación, sin embargo parece que en otros lados de Sudamérica vienen actuando grupos del tipo plataformista o especifista, e inclusive participan organizada y abiertamente de los disturbios callejeros, ¿Crees que hay algún punto rescatable del neo plataformismo ya sea en sus ideas o en sus grupos?

Esta pregunta esconde varios planteamientos e interrogantes que debemos desglosar para tener una aproximación más acabada sobre la proyección a anarquistas dentro de los movimientos de reivindicación popular que buscan mejoras coyunturales en problemas específicos en la Región de Venezuela.

Primero, el “anarco-chavismo”, como supuesta expresión dentro del campo antiautoritario es una ficción, producto de la falsificación que de forma alevosa han hecho ciertos agentes del Estado para ganar simpatías dentro de los grupos beligerantes a través un supuesto credo antiestatal. Fue una expresión irracional que desde un inicio estaba condenada al profundo fracaso y a no prosperar más allá de sus cuatro (04) adherentes.

Ratifico que es una ficción condenada al basurero de la imbecilidad humana, porque es descabellado pretender ligar un proceso hegemónico extractivista de corte militaristas con una propuesta radical y antisistema como la anarquía. ¡Eso es franca idiotez!

De hecho, ni siquiera sería tan generoso de considerarlo como una “propuesta”, ya que nunca lo fue, como “tendencia” no realizaron análisis de coyuntura, ni generaron ningún planteamiento serio a futuro, tampoco lograron cumplir su fetiche de crecer cuantificablemente, porque esto le encanta a ellos, al considerarse a sí mismo “el pueblo”. Solo se dedicaron a alabar al Teniente Coronel de Sabaneta, repetir sus larguísimos discursos, portar sus banderas, adularlo y pensar que él era la expresión más acabada de la “izquierda latinoamericana”…. Craso error… Pero en lo que si gastaron tiempo, saliva y esfuerzos a granel, fue en difamar por todos los medios posibles a los que nos manteníamos constantes con la idea de la anarquía, los que no decidimos ceder por algún cargo burocrático o por cuatro migajas que les dio el Estado a través de la renta petrolera por sus servicios de delación y de cooptación.

Fueron tan obtusos, que su principal argumento fue el de pretender aprovechar la ingobernable corriente de malestar general que se generó en la región después de los sucesos del Caracazo, para desembocar en el mar del comunismo libertario; y sólo terminaron canalizando ese río salvaje por la vía electoral, para que terminara subsistiendo de los mendrugos que les da el partido de gobierno a través de sus políticas asistencialistas.

Creo que el inevitable curso de la historia nos ha dado la razón, porque fuimos constantes y nos apegamos al deber ser de todo antisistema y rebelde social, ellos por el contrario pasaran como te dije antes, al oprobioso basurero de la imbecilidad humana.

Esto marca una distancia con otras expresiones de los grupos “especifistas” y/o “plataformistas” que sí han tenido acogida y desarrollo en otros países de Latinoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México), que aunque ambos términos se suelen confundir no son exactamente lo mismo, pero ambos sí vienen de eso que denominamos “anarquismo social” que se puede compendiar en la organización de individualidades afines al anarquismo para incidir en las dinámicas sociales con la finalidad de llegar a una meta común.

Visto desde esa perspectiva, y sólo desde esa perspectiva, considero que está bien, quizás allí entrarían los compañeros de la Corriente Revolucionaria Anarquista (CRA) de Chile; pero eso es una cosa y otra muy pero muy distinta, es hacer apología abierta de gobiernos populistas con la excusa de ser anarquistas sociales y de verse en la obligación de estar incrustados en los mítines políticos. Este es el caso específico de agrupaciones como CILEP en Colombia o la OCL y FEL en Chile. Sobre todo estos últimos, que en marzo pasado, hicieron gala de ser corresponsales de la prensa estatal de Venezuela al defender al gobierno de Nicolás Maduro.

Este tipo de situaciones no es nada nuevo dentro del anarquismo, el oprobioso ejemplo de Manuel Gaona Sousa y sus afines en Cuba es un arquetipo de como un grupúsculo de marxistas infiltrados en los círculos libertarios puede desbaratar todo un movimiento y lanzarlo al ostracismo de las mazmorras, acusándolo de “derechista”. Tal y como pretendió hacer la FARV con nosotros en Venezuela, en este punto es visionario el compañero Gustavo Rodríguez al definir todas estas personas como “contaminaciones marxianas”.

Aquí en Venezuela, desde El Libertario y otras expresiones anarquistas hemos venido trabajando de la mano con los movimientos sociales de base en varios conflictos como son: la lucha por la demarcación y autonomía de los territorios yukpas; la deforestación de Imataca; la explotación carbonífera o aurífera en la Sierra de Perija y el Amazonas; nuestra resistencia al tendido eléctrico en la Amazonía; la devolución de la piedra Kueka; el apoyo y seguimiento de las ejecuciones extrajudiciales a través de los Comité de Victimas contra la impunidad; los casos de sicariato de luchadores populares como: Mijail Martínez, Sabino Romero, Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena; la denuncia y seguimientos de las matanzas perpetradas por la Guardia Nacional y el Ejercito en las prisiones, el último caso el de la Cárcel de Uribana; nuestra oposición al armamentismo y la cultura de gendarme que ha introducido el chavismo en la colectividad; la lucha por la ocupación de espacios urbanos; el apoyo que hemos dado al sindicalista Rubén González acusado de “rebelión civil” por hacer una huelga y a los sindicatos de las industrias básicas y mineras; el apoyo al activista autónomo alemán Bernhard Heidbreder que quieren extraditar por su supuesta participación en el intento de volar una prisión para inmigrantes kurdos que estaba construyendo el gobierno germano; el acompañamiento que se lleva junto a los jubilados y pensionados de la CANTV y los trabajadores de FEMSA-Coca Cola; Nuestra lucha contra la imposición del modelo IIRSA que es la continuación del ALCA en la Península de Araya y sobre todo la denuncia constante del chantaje económico al cual se han sometido las expresiones populares en el actual gobierno, entre muchas otras campañas que llevamos adelante junto a la gente desde abajo. Solo basta con ojear las páginas del Libertario y hacer seguimiento a los artículos para ver el grado de compenetración y de solidaridad que tenemos con el movimiento popular autónomo y beligerante en Venezuela.

Pero nuestro apoyo no es condicionado, ni tampoco esperamos que la gente que participe en ellos, pase a engrosar las filas de una eventual orgánica anarquista, mucho menos decimos que esos espacios donde actuamos son “anarquistas”; lo hacemos porque vemos un espacio de confrontación con el orden establecido, porque es la oportunidad de generar aquí y ahora espacios de articulación horizontales. No se aspira a ser vanguardia de nada, ni mucho menos adoctrinar a un cumulo de personas como si fuésemos evangelizadores. No debemos pretender normativizar algo tan voluble como la anarquía con tanta reglamentaciones que sólo la extinguirían. La anarquía es para vivirla, no para vivir en nombre de ella.

Por eso, esa expresión de “poder popular” que es un reciclaje de una época y un contexto sesentoso que no se volverá, parece esconder las pretensiones de un grupúsculo de inmorales que busca convertirse en hegemonía y vivir a costa de la idea.

– México viene arrastrando una situación muy parecida con PEMEX en el que a través de la nueva reforma energética donde uno de los factores principales es la entrada de empresas privadas para la exploración y extracción de petróleo e hidrocarburos, esta es la cacareadísima privatización por la cual el sector izquierdista, socialdemócrata y reformista en México está en descontento y lucha precisamente para que el país no se venda a manos extranjeras ya que es necesario salvaguardar “la patria y sus recursos”, nosotrxs creemos y no somos lxs primerxs en decirlo que no importa cuál sea la nacionalidad del capitalista, se apellide López o se apellide Smith son emprendimientos que vienen de parte tanto de las cabecillas de un sistema insostenible como de una mayoría de la población que no se cuestiona a profundidad los hábitos cotidianos que hacen necesarios la extensión y expansión del sistema. Es decir que al no ser cuestionados los sistemas de producción y lxs trabajadorxs alienados a un sistema asalariado y de consumo, se piensa que enfocando la economía hacia una especie de nacionalismo de Estado donde se promueva principalmente la rentabilidad del petróleo para generar el deseado “bienestar” en la población. Es decir que las respuestas a la problemática del neoliberalismo es siempre desde una óptica socialdemócrata, casi siempre viene siendo la estatización, algo que ya teníamos en México desde tiempos del Presidente Lázaro Cárdenas pero dado a la calidad de México como país en sometimiento a las demandas políticas y económicas de los países con mayor dominio en el mundo (EUA, Inglaterra, etc.) siempre ha ido cediendo concesiones más o menos visibles para accionar este sector a favor de ellos. Sin embargo ya que nosotrxs nos consideramos anarquistas en reconexión y defensa de la naturaleza no es nuestra intención buscar una mejor alternativa al capitalismo, ya que no nos enfrentamos simplemente a tal o cual empresa o tal o cual forma de su administración sino más bien a la dinámica total del capitalismo y teniendo en cuenta el nefasto avance del sistema en cuanto a la depredación de la naturaleza en aras de la producción industrial, no vemos viable una lucha en términos de defensa de tal o cual economía del capital sino más bien en el avance de un enfrentamiento a sus dinámicas tanto en sus estructuras físicas como en las relaciones sociales, que permitan vislumbrar un camino hacia una autonomía posible, que sin duda tienen que ver con la difusión de un ecologismo anticapitalista y antiautoritario, una recuperación de saberes ancestrales, una defensa de un territorio natural donde desarrollarse más no de una nación y en este sentido participar de las luchas que se vienen enfrentando en diversas regiones frente al avance de los denominados “megaproyectos” (minerías, presas, parques eólicos, hidroeléctricas, etc.) que rompen los equilibrios naturales que de por sí un anterior proceso de expansión capitalista -que ya dio lo que tuvo que dar- había destruido. ¿Cómo han abordado este tipo de circunstancias en Venezuela? Sabemos que dicho país ha basado su economía principalmente en el petróleo y que esto ha generado un sinfín de problemáticas sociales, e inclusive ha sido un problema para la concreción de proyectos antisistémicos, ¿Qué tan necesarios crees que sean la aportación de datos y análisis sobre cada accionar del Estado/Capital o basta presentar análisis generalizados y conceptuales?

Desde 1919, Venezuela es un país monoproductor, que vive y subsiste de la renta petrolera, basando su renta en la extracción de hidrocarburos, minerales y recursos naturales; cumpliendo así su rol dentro de la globalización económica como un proveedor fiel de materia prima a las naciones industrializadas del norte. Esta política de extractivismo se ha incrementado en los últimos 20 años de vida republicana, optando por estatizada economía de puerto en todos los demás rubros, es por eso que nos da pena ajena cómo la extinta FARV podía apoyar a un modelo de dominación como el Bolivariano en nombre de la anarquía.

Nuestra situación de agente productor de materia prima de Venezuela, es compartida por los Estados Unidos Mexicanos. Ambos países desarrollaron lo que el académico marxista Rodolfo Quintero denominó “la antropología del petróleo”, que son características propias de los países emergentes que cimientan sus economías en el “excremento del diablo”, como de forma jocosa lo bautizó Juan Pablo Pérez Alfonzo.

Esta situación, pone de relieve dos situaciones que debemos valorar los antiautoritarios de ambas regiones; La primera es repensar la anarquía desde una perspectiva distinta sin aferrarse a la concepción eurocentrista de la idea, no sólo porque nuestra idiosincrasia como pueblo es muy distinta al desarrollo del europeo; y dos, porque nuestras economías cumplen un rol diferente dentro del concierto internacional de intercambio de mercadería. Es decir, no podemos atarnos a una idea de comuna colectiva de producción de cítricos u olivos, cuando venimos de una contingencia donde una docena de barriles de petróleo, genera un excedente que triplica en dólares una cosecha de cítricos cultivada durante 3 meses.

El petróleo bien liberalizado como ocurre en México o supuestamente “estatizado” como ocurre en Venezuela, es una fuente de riqueza fácil que han sabido operar los gobiernos populistas de ambos países, para mantener un sistema de dominación bien estructurado.

Entonces, por eso son necesarios los análisis que aporten datos y análisis sobre la trama de poder que nos domina. Como anarquistas debemos quitarnos la imagen infantil de que el burgués es un trajeado gordo de modales exquisitos, va mucho más allá de eso, nuestros adversarios son muchas veces más sutiles que los estereotipos que usamos en nuestra propaganda para convencernos de cuál es el modelo a atacar…. ¡Debemos romper con nuestros propios estereotipos y con el imaginario social!, sin duda alguna, ¡Debemos ir más allá de nuestros propios límites y de la imagen autocomplaciente que nos hemos creado!… Para ello, son y siempre serán necesarios los análisis heterodoxos de contextos que aporten aquí y ahora una crítica a los gobiernos y grupos económicos de influencia.

Muy en lo personal creo que México tiene un exceso de análisis generalizados y conceptuales, sin duda alguna sufrieron un efecto colateral de la “prosa zapatista” o mejor dicho del “verso de Marcos”, que es un estilo muy propio de su situación en específico y que está articulada de esa manera por dos razones; la primera derivada de su propia actividad clandestina, que los mantuvo durante mucho tiempo al margen de los análisis de profundidad; y dos, porque es una forma ingeniosa de contactar con varios segmentos de la población que se pueden ver atraídos por el discurso de reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios. Para ellos está bien, pero para los que adherimos a la anarquía aquí y ahora, es distinto.

Ahora mientras platicamos, la actividad industrial de México sube en un 0.3%, solamente en el mes de julio y en su comparación anual, crece 2.1%; mientras que su inversión fija bruta crece en un 0.2%, con lo cual se estima que al culminar el mandato de Peña Nieto, el país tendrá un crecimiento del 5%, con lo cual la mismísima Hilary Clinton ve: “un futuro promisorio en México”.

…¿Promisorio?… Desde una perspectiva “progresista”, sí, lo es, siempre amparado por el sistema numérico de la civilización occidental, pero es aquí donde me quiero detener.

Desde un análisis economicista, México, que se proyecta boyante ante sus vecinos del Sur, tiene una inflacción anual del 3%, mientras que la de Venezuela está por encima del 60%, sin embargo en ambos países existe disidencia y las ideas anarquistas están cada vez más presentes dentro de la juventud contestataria. El malestar es general en ambas regiones. Esto se debe en gran medida a que el sistema que nos gobierna colapsó, es inviable y como todas las macrocivilizaciones está pre-destinada a su inminente colapso. Los Estados energéticos como México y Venezuela, no son la excepción.

En 1989 el ingeniero y tecnócrata Richard Duncan publicó un trabajo llamado “La teoría de pulso-transitorio de la civilización industrial”, que más tarde, en el año 1996, renombraría como «La Teoría de Olduvai: ir cayendo hacia una era post-industrial de la edad de piedra», donde adoptó ese término inspirándose en el sitio arqueológico llamado la Garganta de Olduvai en Tanzania.

Esta hipótesis establece que la civilización industrial actual tendría una duración máxima de cien años, contados a partir de 1930 hasta 2030. Iniciando la transición en el año 2007 cuando la producción mundial de energía per cápita empezaría a disminuir debido a un descenso de las tasas de extracción de combustibles fósiles por agotamiento, al mismo tiempo que crece la demanda por el aumento de la población. Esto causaría un colapso social y económico catastrófico en los años siguientes y poco a poco la humanidad iría a niveles de civilización comparables a otros anteriormente vividos, culminando dentro de unos mil años (3000 d. C.) en una cultura basada en la caza, tal y como existía en la Tierra hace tres millones de años, cuando se desarrolló la industria olduvayense de la prehistoria africana; de ahí el nombre de esta teoría.

Duncan, junto con el geólogo Walter Youngquist, mediante un método predictivo el cual llamaron “circunscripción del cénit del petróleo” estimó la producción petrolera en los próximos años. Según ese modelo y mediante un software de dinámica de sistemas calcularon que el pico de producción petrolera fue en 2007. Se observó que de 2003 a 2004 la producción mundial de petróleo aumentó un 4,0%. El siguiente, de 2004 a 2005, aumentó un 1,1%; Y de 2005 a 2006 aumentó un simple 0,17%. Por tanto, en los últimos años, las tasas de producción de petróleo han pasado de ser fuertes a ser casi nulas.

La producción de la OPEP momentáneamente superará la producción de países no miembros del cartel y de allí serán los países productores quienes llegarán a manejar el total de la distribución petrolera en el mundo, estableciéndose de hecho una división entre países que poseen petróleo y países que no lo poseen. Sin embargo, aún con los aumentos de producción del cartel, la producción total mundial continuará su lento proceso de decrecimiento después del cénit. Por ejemplo el barril de petróleo hoy en Venezuela está en 84,5 $ por barril y hace unos meses en 120$.

Duncan hace hincapié en que esta etapa de la historia humana se diferencia de las demás debido a que el consumo de fuentes de energía es tan importante que condicionará la regresión a etapas históricas anteriores, negando la utilización o un mejor empleo de estas fuentes de energía a civilizaciones futuras, esto lo vemos reflejado en las políticas ecológicas de algunos partidos políticos y la constante promoción de una “vida saludable” en los gobiernos; aquí en Venezuela el proceso bolivariano es el principal impulsor de las ciclovías con la excusa del calentamiento global, mientras atesta los mercados del Sur con petróleo.

Este decrecimiento, voluntario y algunas veces forzado, dejará al desnudo el sistema de retribución de la riqueza y esto empujará inevitablemente a la gente a iniciar revueltas y de esta manera a replantearse su desarrollo como especie en la tierra. Por ello, no debemos malgastar tiempo ni hacernos eco de las posiciones nacionalistas de López Obrador, el PDN o el PT, debemos avanzar nosotros con otra agenda, que es la del decrecimiento radical y el antidesarrollismo.

Por ello, los análisis de René Riesel, Miguel Amorós, John Zerzan, Derrick Jense, Octavio Alberola, Lewis Mumford, Carlos Taibo, Gustavo Rodríguez, Leopold Kohr, Kevin Tucker, Ken Knabb, entre otros, deben ser de obligatoria lectura entre nosotros.

– Recientemente algunos grupos de carácter anti-civilización han venido difundiendo un posicionamiento en cuanto a la “solidaridad indiscriminada” en la cual se afirma que la solidaridad con lxs sujetxs que sufren de alguna manera la opresión de la sociedad sólo reforma al sistema, sólo sirve para ayudar al sistema a que se dé cuenta de sus errores para solventarlos, además de que la solidaridad sólo debería ser –tomando en cuenta una supuesta actitud humana salvaje- para lxs tuyxs, para lxs de tu clan, lxs que piensan como tú, esto vendría siendo uno de los elementos fundamentales para concretar el concepto kaczynskiano de “izquierdismo”, ¿cuál es tu opinión ante esto?

La verdad que me agarras fuera de base con esa pregunta, no soy un erudito de Kant, es poco lo que he leído sobre este filósofo alemán pero tengo entendido que la diferencia entre la mano izquierda y la mano derecha era la revelación misma del espacio como un marco de oposiciones insuperables. Las dos manos están frente a frente, radicalmente reñidas, sin que ninguna operación lógica pueda resolver esa contradicción espacial absoluta.

Desde esa perspectiva no hay síntesis posible que pueda reconciliarlas; ninguna transformación del espíritu puede poner una en el lugar de la otra. Por más que la giremos y la retorzamos la mano izquierda nunca podrá llegar a ser la mano derecha ni -al revés- la mano derecha convertirse, a fuerza de moverse, en la mano izquierda.

Ahora, si nos referimos a “Kanczynskiano”, a los aportes teóricos elaborados por Ted Kaczynski, el cual hace interesantes aportes sobre lo que definió como “solidaridad promiscua”, puede ser perjudicial para la idea; yo creo que eso depende del feedback que se reciba de la persona a quien se le tienda la mano. En Venezuela muchas acciones de solidaridad van dirigidas a personas que no provienen del ambiente libertario ni antisistema, sin embargo su respuesta y afinidad ha sido interesante, ampliando muchas veces nuestras propias limitaciones.

El sistema podrá solventar sus errores basándose en nuestra crítica, pero el sistema por su propia dinámica está condenado al fracaso, como dije en la pregunta anterior, su colapso es inevitable. Su modelo de producción, su superávit basado en una economía especulativa y de depredación del medio ambiente, lo llevará al peor atolladero de su historia, estamos ante el nuevo colapso de Roma. Por ello, los conflictos surgirán por doquier y es allí donde a través de la solidaridad nos podremos acercar a estos para darle un vuelco total hacia la anarquía.

Ahora bien, es necesario reconocer que esa noción de “solidaridad” es muchas veces intrínseca al sistema y que tiene nociones profundamente teológicas. Eso es verdad, también es una forma banal de expiar las culpas individuales con pequeños actos de buena fé. Eso es muy común en las sociedades post-industriales y tecnificadas como la nuestra, de allí la inconmensurable necesidad de los progresistas de crear fundaciones, asociaciones civiles y Organizaciones No Gubernamentales. En Venezuela, ese tipo de función la llevan los autodenominados “colectivos” que son los encargados tras una retórica revolucionaria de llevar esa asistencia a los sectores populares con el impulso y anuencia de la Administración Pública Bolivariana, esto con la finalidad de controlar y de repartir dadivas en las barriadas a cambio de lealtad absoluta al gendarme de turno.

Yo creo que la solidaridad dentro de conflictos sociales específicos es un escenario para confrontar a la autoridad y para ir generando redes de desobediencia, no creo que una cosa excluya la otra, ya Bonanno teorizaba sobre esto con los “grupos informales” y los “grupos de base”, lo cual es un refrito de los “grupos de defensa” en los sindicatos.

Quizás la expresión de Ted Kaczynski estaba dirigida a la New Left de Estados Unidos, que después de un interesante impulso antisistema como las Black Panther, Brown Berets, Diggers, entre otros, que se dedicaron a llevar una política asistencialista en los sectores oprimidos de Norteamérica, terminaron derivando en agentes indirectos de la política de bienestar anglosajón.

Como anarquistas, debemos manejarnos en el punto medio, participar y ser solidarios con las personas vulnerables, pero a su vez hacerles entender las contradicciones del sistema, su eminente colapso y la posibilidad de articular dinámicas distintas. No se es solidario por compasión, se es solidario porque es un arma contra el statu quo.

– Sabemos que tienes estudios en leyes y que has ejercido la abogacía, has aportado al desarrollo de una teoría anti-carcelaria en América Latina, desde la conformación de la Cruz Negra Anarquista hasta el proyecto In dubio Pro-Reo pasando por la redacción de varios escritos que apuntan a la clarificación sobre la lucha contra lo carcelario e historias de grupos e individualidades que han sido consecuentes a esta praxis anti-autoritaria. Hemos notado también cómo a lo largo de estos años el discurso anti-carcelario ha crecido en lugares como Chile, Argentina, México, ha avanzado dentro del ámbito libertario cosa que una década atrás no se trataba de manera tan incisiva dentro del movimiento y donde se reducía el análisis a la liberación de los presxs politicxs e inclusive se asumía una agenda sobre cárcel y castigo a las autoridades responsables de los crímenes políticos, sin embargo a pesar de ya existir una aparente claridad sobre estos temas vemos muchas veces cómo dentro del ámbito libertario se tambalea frente a estas circunstancias, ya sea en el ámbito cotidiano con la incapacidad de resolver problemas que muchas veces termina con la participación de la policía o actitudes autoritarias, así como también los llamados de ciertos sectores como es el caso de la OARS, quienes colaboraron directamente para la captura de lxs responsables de diversos ataques en la región Boliviana, así como delaciones entre implicadxs en algún atentado y señalamientos descalificativos de otros grupos como vándalxs volteando bandera e inclusive negando la solidaridad entre anarquistas. Pero así también como existen ejemplos de negativos también existen aquellxs compañerxs que con dignidad enfrentan el mundo de las prisiones desde dentro de ellas, tal es el caso de compas como Mario González, Mario López, Carlos, Amellie y Fallon acá en México, Henry Zarramundio en Bolivia, lxs compas de la CCF y otros anarquistas presos en Grecia, el caso de los compas del “Caso Security” en Chile, etc. Sin dejar de mencionar todos esos ejemplos de aquellxs que sin reivindicarse como anarquistas llevan una lucha digna desde adentro de las jaulas y que por supuesto también aportan para la lucha anti-carcelaria. Dicho lo anterior ¿cómo conjugas tu práctica de abogado con la lucha anárquica? ¿En qué tipo de casos participas? ¿Consideras que entras en contradicción con tus principios? ¿Cuál es tu perspectiva sobre el desarrollo de la lucha anárquica en Venezuela o de otros lugares que tengas conocimiento? ¿Consideras viable lo que muchxs compañeros denominan el “antijuridismo anárquico”? ¿Cuál crees que debe ser la actitud de un abogado libertario? ¿Necesitamos más gente de la nuestra en las filas del derecho?

Existen muchos mitos, en torno a la profesión de abogado dentro de los núcleos intransigentes, ésto sin duda fundamentado en que son los trajeados exegetas de la ley, los principales defensores del positivismo y de los Estados modernos como garante del orden público y las buenas costumbres. Esto es cierto.

Sin embargo, el Estado no es una entelequia abstracta, sino el cúmulo de una infinidad de situaciones y hechos sociales que están debidamente reglamentadas a través de las leyes y de sus canales de materialización como tribunales, registros y cortes federales. Por ello, no se puede hablar de anticapitalismo si no se entiende a figuras como la dación de pago, la deuda o la hipoteca. No se puede hablar de amor sin libre, sin haber estudiado el significado y las relaciones patrimoniales derivadas del matrimonio, concubinato o las uniones estables de hecho. Es decir, no se puede hablar de autoritarismo cuando no se ha estudiado derecho administrativo ni se entendió derecho romano.

El derecho como profesión da una serie de aprendizajes que son necesarios para contrarrestar los efectos nocivos del Estado, es un campo de batalla donde la semántica, la astucia y el profundo conocimiento del adversario pueden determinar una victoria momentánea frente al Estado. Por ejemplo, una persona a la cual pocos conocen pero que ha hecho de su vida un laboratorio de sus ideas antiautoritarias, es el letrado Tony Serra, un heredero directo de la contracultura californiana que a sus ochenta años, defendió a personalidades como Huey P. Newton de los Black Panther, los Hell Angels, White Panthers, Brownie Mary, New World Liberation Front, el mismísimo Theodore Kaczynski o Kathleen Ann Soliah, Russell Little y Michael Bortin del Symbionese Liberation Army (Ejército Simbiótico de Liberación). Incluso ganó un par de juicios contra el FBI y el gobierno federal como en el Caso de Judi Bari o el Caso del Pepper Spray, donde logró no sólo vencer y sentar un precedente en la legislación, si no que obtuvo también indemnización para las víctimas.

Sus histriónicas defensas y alegatos son tan célebres y vehementes que la película “True believer”, donde actúan James Woods y Robert Downey Jr. está basada en su vida y en el caso de Chol Soo Lee, donde se condenó a un inmigrante koreano por un asesinato perpetrado por miembros de una pandilla con la anuencia y complicidad de algunos agentes de la policía.

Pero Serra no es sólo un “guerrero de la semántica” como le gusta definirse, sino que combina su profesión con el activismo, en el pasado ha sido condenado por ser un célebre tax resistences, es decir, que se niega a realizar su declaración de impuestos, así como su lucha por la legalización de las drogas y contra la delación como política de sobreseimiento de causas penales, algo que sin duda alguna deben aprender los bocazas de la OARS boliviana. Otros ejemplos son los abogados Bob Black, John Viola, Dennis Cunningham, Ben Rosenfeld o Colleen Flynn, muchos de ellos vinculados o agremiados en el National Lawyer Guild; un paradigma sudamericano es el queridísimo Julio Cortés que participó en la defensa de las encausadas y los encausados por el Caso Bombas en Chile.

En lo personal, trato de combinar mi profesión de abogado con el apoyo y asesoría a los grupos originarios o vulnerables de Venezuela; actualmente estoy en la defensa del preso autónomo y antimilitarista Bernhard Heidbreder que fue detenido en el mes de junio por la Interpol y sobre el cual pesa un proceso de extradición para Alemania donde se le acusa supuestamente de intentar explotar una cárcel en construcción para inmigrantes Kurdos.

Con referencia al “antijuridismo anárquico”, no existe un consenso entre nosotros sobre su alcance y cómo debe ser empleado, yo lo entiendo como la capacidad de cada ácrata de poder solventar los inconvenientes devenidos de la vida en colectividad que pueden ser solventados sin la necesidad de acudir a los órganos jurisdiccionales. Esto es muy distinto a lo que denominamos en un momento como “ruptura judicial” que consiste en una estrategia empleada en los procesos judiciales en los cuales, con la anuencia del defendido, se decide no asistir al juicio debido a que no se reconoce al Estado ni a los tribunales, con lo cual se produce una defección que a su vez es una declaración política.

Para culminar, en lo personal soy sumamente optimista en cuanto al futuro y los retos que estamos por afrontar, no sólo en esta región del planeta que me tocó habitar que se llama Venezuela, sino en todas las regiones de la tierra donde se ondee sin temor nuestra bandera negra; desde la indómita Patagonia hasta la álgida Alaska, desde Guerrero hasta Yakarta, en todos los rincones del planeta va brotando la negra maleza de nuestras sobrias intenciones.

No hay que temer al presente y debemos apostar por el futuro, las sociedades complejas estratificadas en base a clases y género, sedentarias y altamente tecnificadas, se vuelven cada vez más homogéneas y horizontalmente estructuradas. En muchos casos las estratificaciones sociales pasadas lentamente se hicieron irrelevantes a lo largo del colapso y las sociedades se volvieron igualitarias. Esto se evidenció durante largo proceso que va desde la américa Pre-Hispana hasta la formación de las Repúblicas Burguesas, donde las estructuras coloniales e indígenas terminaron fusionándose para dar paso al mestizaje. Y de eso se trata, de articular un anarquismo mestizo, caribeño, andino y amazónico con su propia metodología alejada de los estandartes que levanta el anarquismo de las naciones del norte. Nuestros pueblos han sido testigos de mil colapsos antes del que se avecina; los Olmecas, Izapas y Mayas cedieron ante el impulso renovador de la desobediencia desde abajo.

Con esto no quiero decir que se llegue a un Estado ideal, no soy milenarista ni pretendo establecer el reino perfecto en la Tierra, las realidades y dinámicas sociales son complejas; por ello el estudio, la constante capacitación, la articulación, el debate y la praxis son necesarias para el presente, el anarquismo en Venezuela poco importa si en otras regiones del planeta no se dan procesos de liberación social. Como anarquistas debemos tener claro que aunque siempre exista borrasca, a la larga, la victoria es nuestra. Que de esto no quepa la menor duda…

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