«Por lo que he escuchado desde que estoy aquí, para quienes han estado allí Exarchia es un barrio que no les ha dejado indiferentes. Algunxs lo llaman La Guarida Rebelde, en relación al alto número de anarquistas y a la gran cantidad de movimiento que acoge, o las numerosas acciones y ataques a los maderos que se han dado en él en los últimos años.
Calles estrechas, caóticas, llenas de carteles y pintadas, sin apenas un espacio libre, dan un sentido distinto a un espacio liberado de la metrópoli donde no se respira el mismo aire que en el resto de Atenas.
La plaza de Exarchia y las calles de alrededor, reflejan un lugar libre en muchos sentidos, donde en los últimos años ha habido numerosos estallidos sociales, disturbios y procesos de lucha, tanto en contra de la policía y los fachas como en contra de los traficantes que auspiciados en la sombra por la policía han vuelto a llenar de drogas y depresión este área.
Así mismo, espacios como la Politécnica en la calle Patission (cerca de una de las entradas al barrio) se han convertido en un emblema de la guerra social en Grecia a partir de los hechos de noviembre del 73 y a menudo se celebran en su interior asambleas y otras actividades, además de ser un lugar clave, una referencia que lxs anarquistas han ido creando, y que se complementa con otros espacios anarquistas como BOX y otras okupas.
Exarchia es un lugar donde todo parece posible, si bien ha decaído enormemente desde los episodios de diciembre de 2008, y ya no es lo que era ni lo que muchxs quieren pensar que es…»
Estas líneas me fueron enviadas hace ya unos cuantos meses por una persona, compañerx y amigx personal de quien esto escribe, que estuvo una temporada en Grecia, y que como muchxs otrxs, quedó maravilladx con la atmósfera de este barrio en el centro de Atenas. Un rincón del que se ha hablado mucho, y alrededor del cual se ha ido generando toda una historia, con sus mitos y sus hechos. Se han realizado documentales sobre la presencia anarquista en él, se ha hablado de él en fanzines y revistas, en blogs, y se ha convertido en un símbolo de la revuelta de 2008 y todos los tumultos que siguieron, y que nos traen hasta aquí.
Sin querer contribuir a esa mitificación (pues creo que nada es lo que parece en estos casos, y además personalmente no he estado ni he vivido allí, con lo que creo que sobra cualquier análisis al respecto), me gustaría dejar aquí una serie de fotografías de algunos de los murales de graffiti que cubren las paredes del barrio al que muchxs llaman «La guarida rebelde», y que yo recojo del blog de lxs compas de Abordaxe!, que a su vez las reciben de la gente de ANA (Agência de Noticias Anarquistas).
Algunos con un claro contenido político, y otros con el simple afán de embellecer las ruinas de una ciudad que se descompone entre las consecuencias de la «crisis», convierten este barrio en una galería de arte urbano al aire libre.
De todos modos, cuando has pasado un tiempo dándole al spray, acabas pensando, como muchxs y como yo mismo, que no importa lo que pintes, porque el graffiti tiene, de por sí, un contenido social y político, siempre y cuando se mantenga real e ilegal, no refleje las jerarquías de esta sociedad y no pase por los circuítos que el propio Capital establece (como por ejemplo la peña que accede a pintar para grandes marcas o para contribuir a la gentrificación de un territorio dándole un aire más «moderno»).