Tiqqun fue una publicación francesa que estuvo activa desde 1999 hasta 2001, cuando tras los atentados del 11 de septiembre en la ciudad de Nueva York (EE.UU.) Tiqqun se disolvió en Venecia. La revista trataba el análisis de la realidad, de las costumbres, la vida cotidiana y las estructuras sociales hegemónicas desde una perspectiva que combinaba el ensayo político con la filosofía y las nuevas formas de crítica, en una línea bastante similar a la empleada anteriormente, en los años ’60, por la Internacional Situacionista, y por la corriente que llegó tras el mayo salvaje del ’68.
Sus autorxs nunca firmaron los textos, aunque tras la edición habría un presunto Comité de Redacción cuya formación se atribuye a una serie de personas. De todas formas, es imposible atribuír los textos a alguna de ellas, o a todas, ya que tampoco está claro (ni hace falta que lo esté, la verdad) si dentro de esa publicación participó más gente.
A continuación, quisiera dejar un texto anónimo que fue publicado en Tiqqun y titulado «Última advertencia para el partido imaginario – Concerniente al espacio público», y que, formulado como si se tratase de una serie de «normas» fijadas para el uso de dicho espacio, hace una disección, desde la ironía, de lo que conocemos por «espacio público», para tratar de quitarle su camuflaje y desvelar los mecanismos de control y opresión que esconde. Un texto que, por mucho que nos pese, podría aplicarse a la gran mayoría de las ciudades en las que habitamos, especialmente aquí, en nuestro «maravilloso» y «resplandeciente» primer mundo…
Para consultar más textos de la publicación, os aconsejo el blog Tiqqunim, que reúne varios de esos textos en castellano, y que podéis hojear haciendo click aquí.
————————–
Última advertencia para el partido imaginario
Concerniente al espacio público
1.
La destinación del espacio público es el intercambio y la circulación de mercancías. Como todas las otras mercancías, las personas se desplazan en él libremente.
2.
El espacio público es el espacio que no le pertenece a nadie. Lo que no le pertenece a nadie, pertenece al Estado. El Estado concede a la semiocracia mercantil la ocupación del susodicho espacio.
3.
Las oficinas están hechas para trabajar. La playa está hecha para broncearse. Quienes desean divertirse se desplazan de buena gana a los espacios de ocio, discotecas y otros parques de atracciones acondicionados para dicho efecto. En las bibliotecas, hay libros. En los asilos, hay ancianos. En las casas, hay familias. La vida está hecha de momentos recortables. Cada momento tiene su lugar. Todo está en orden. Nadie se queja de ello.
Artículo 3 bis
El desorden también tiene su función especial. Cabe en lo Integral, en el lugar previsto para los acontecimientos imprevistos. Para el bienestar de todos, los ciudadanos son invitados a encontrarse en la vía pública durante festivales organizados para su consideración, en intervalos regulares, por los servicios proporcionados por el Ministerio del Interior y de la Cultura. Nuestros agentes ambientales están para servirte. Y no queda prohibido el ser amable con ellos, aun si estás en regla.
4.
A todo niño le está asignado un adulto-referente. Ese adulto es responsable ante la Ley del comportamiento del niño que le ha sido atribuído. Debido a su formación psico-social todavía incompleta, e incluso en beneficio de su desarrollo, los niños no tienen ningún lugar para jugar dentro del espacio público que no disponga de la vigilancia de sus respectivos adultos-referentes. En cualquier circunstancia, los niños están clasificados en dos grupos: los hipercinéticos, que reciben Ritalín, y los hipocinéticos, que conviene asignarles Prozac. ¡Feliz cumpleaños!
5.
Con el fin de preservar el paisaje y de respetar el ambiente social, parece preferible que los cuerpos no conformes con las normas estético-sanitarias en vigor, publicadas cotidianamente en la prensa nacional, se abstengan de circular en las áreas públicas entre las 9 a.m. y las 8:30 p.m. Durante este intervalo de tiempo, los mendigos serán, en cambio, tolerados en los puntos de mayor afluencia, donde ellos participan en la edificación de todos y cada uno, por medio del repulsivo ejemplo que constituyen.
6.
El propósito de la vida es la felicidad. La felicidad es un dato objetivo que se mide en cantidades exactas. Ahora bien, como todos saben hoy en día: donde reina la transparencia, reina la felicidad; aquello que no procura mostrarse busca, por ello mismo, esconderse; y todo lo que procura esconderse tiene que ser considerado como sospechoso. Así pues, es deber del Biopoder intervenir haciendo desaparecer toda la opacidad de tu vida. El Biopoder desea tu felicidad. Y si es necesario, la deseará en contra tuya.
7.
Es conveniente, por la seguridad de todos, que el espacio público sea integralmente vigilado. Las masas son invitadas, donde el control sigue siendo imperfecto, a reprimir en su interior todo comportamiento contrario a la dignidad humana. Así pues, toda aglomeración anónima y toda conducta anormal deberán ser denunciadas a la patrulla más cercana de la Acción de Vigilancia Preventiva (AVP). Denunciar a los agentes del Partido Imaginario que haya entre nosotros es un deber ciudadano, es obrar por su propio bien, y por el bien de todos.
8.
El espacio público es un espacio neutro, lo cual quiere decir que todas las manifestaciones de existencia singular representan en él un perjuicio a la integridad del prójimo. A partir de ahora, todo será implementado —mobiliario urbano, decorados apropiados, Control Continuo (CC)— para volver imposibles tales demostraciones, de las cuales se conoce la intolerable molestia que causan a nuestros conciudadanos.
9.
Agradecemos a todos aquellos que han contribuido con su buen comportamiento a hacer que estos principios sean cosa normal.
10.
NADA DEBE ACONTECER DE NUEVO.