Los compañeros Freddy Fuentevilla, Marcelo Villarroel y Juan Aliste Vega son 3 ex-miembros del Mapu Lautaro que se encuentran desde hace aproximadamente 4 años en la C.A.S. (Cárcel de Alta Seguridad) esperando un juicio donde se les acusa de ser los responsables del atraco al banco Security que se produjo el 18 de octubre de 2007, así como también de haber matado a Luís Moyano, un cabo del cuerpo de Carabineros (policía militar chilena) que aquel día, tras el asalto al banco, se enfrentó a los atracadores en un tiroteo y pagó con su vida el jugar al héroe y el ser mercenario de una economía que lacera y encadena millones de vidas a diario.
Recientemente, los compañeros concedieron por primera vez una entrevista a un medio burgués, el cual se desplazó hasta el interior de la prisión para formular sus preguntas. Debo decir que, personalmente, no comparto la decisión de los compañeros y creo que no es buena idea hablar delante de los mismos medios corporativos que funcionan para criminalizar y difamar las luchas revolucionarias mientras legitiman y protegen los privilegios y matanzas de las élites dominantes. No obstante, creo también que esta decisión es personal y corresponde únicamente a las personas implicadas en cada caso que son quienes escogen o no usar estos medios en un momento dado aun sabiendo lo que hacen y representan. Asi pues, no tengo nada que criticar respecto a los hechos y dejo aquí este vídeo de la entrevista realizada a los compañeros, los cuales afirman ser inocentes y señalan que su situación es el producto de un empeño desesperado del entonces jefe de Carabineros en encontrar unos culpables que diesen el perfil, articulando la mentira de su supuesta culpabilidad con el respaldo de los medios del poder.
Como ya dijo Marcelo Villarroel en una ocasión: «La subversión podrá dormir, ¡pero no va a desaparecer nunca!»
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Dejar claro que este blog no acostumbra a dar publicidad a medios burgueses ni a sus páginas web o ediciones digitales por razones que considero que son obvias, y pienso seguir en esta línea; en este caso la excepción se debe a que creo que vale la pena difundir la entrevista aunque ello implique publicitar a estxs bastardxs traficantes de mentiras.