Según informaron varios medios burgueses y contra-informativos de diferente índole, y según me confirmó una afinidad de Barcelona a la que agradezco la información y envío un fuerte abrazo, la audiencia nacional ha ordenado la puesta en libertad de lxs 5 anarquistas detenidxs en Sabadell y Avinyonet del Penedès y acusadxs entre otras cosas de apología del terrorismo, incitación al mismo e incluso de integrar una presunta banda armada, pese a que su único «delito» había sido publicar en la red social Facebook una serie de comentarios donde mostraban su apoyo a grupos armados o expresaban opiniones molestas para lxs gobernantes de esta democracia de salón y urna.
Desde aquel día en que los maderos allanaron el Ateneo Libertario de Sabadell y varios domicilios particulares destrozando el interior e intimidando a sus ocupantes, han pasado 123 días de encarcelamiento, 123 días de silencio, 123 días de incertidumbre, de aislamiento, de encierro. Ahora, Santiago Pedraz, el mismo que se había creado su fama de juez bonachón cuando archivó la causa de lxs detenidxs en las protestas de Rodea el congreso el 25 de septiembre, es quien encabeza una persecución de cariz político, orientada a sembrar el temor entre unas determinadas luchas que se posicionan contra un mundo que está en pleno derrumbe, un derrumbe cuyas consecuencias son cada día más visibles. Recordemos que, para avalar esta nueva caza de brujas, este leguleyo de tres al cuarto, borracho de poder, megalómano y mitómano redactó un auto de prisión preventiva del cual podemos extraer algunas «perlas» que ponen en evidencia el absurdo de todo esto, como por ejemplo cuando, para empezar, en algunos medios se habla de que, basándose en informaciones policiales, lxs detenidxs serían miembros del Grupo Bandera Negra, con lo que se convierte al Kolectivo Bandera Negra de Barcelona (del que nadie sabía nada más allá de una página abierta en la red social Facebook, gestionada por estas cinco personas desde sus respectivos perfiles) en el Grupo Bandera Negra, un grupo de afinidad federado en la FIJL y que circunscribe su ámbito de actuación a la ciudad de Madrid y sus alrededores y que nada tiene que ver con las personas detenidas salvo quizás las posibles coincidencias ideológicas. La cosa, sin embargo, aun mejora, y en el auto se decía que el grupo (que por cierto, estaría integrado y liderado a la vez por estas cinco personas) primero se llamaba «Frente Solidario de Barcelona (FSB)», que luego se cambió el nombre por «Kolectivo Bandera Negra (KBN)» y que más tarde se escinde el «KBN» en «Células Autónomas de Combate (CAC)», y dice literalmente el juez que gracias a «seguimientos policiales» descubren que “lxs integrantes del FSB, KBN y CAC actuaban como un grupo que era especialmente activo”. O sea, que hay cinco personas que tienen un grupo, el cual lideran (lo integran y lideran las mismas personas a la vez, ¿quiénes son entonces lxs subordinadxs a lxs que lideran?, ¿ellxs mismxs?), y que se escinden en plan trotskista en tres organizaciones más, o sea, que un grupo de cinco personas se separa en tres grupos más, y que estos tres grupos actuaban como un grupo «especialmente activo». Este notas nos toma por gilipollas o algo. Me cago en Dios, he visto guiones de series policías de serie-B más elaborados que esto. Hay que joderse.
Pero seguía su auto afirmando que las consignas «incendiarias» lanzadas por esta gente en Facebook señalaban como objetivos los intereses capitalistas, y que por lo tanto dichas expresiones habrían podido comportar un resultado concreto en ataques a la policía y a establecimientos comerciales propiedad de multinacionales y entidades financieras dentro de algunas de las manifestaciones que el juez califica como «anti-sistema» que ha habido en los últimos meses desde la huelga del 14-N. A mí me gustaría saber qué es eso de «anti-sistema». He visto que lo utilizan muchxs perio-listos y mucho ciudadano bocachancla pero nadie sabe explicarme con exactitud en qué consiste. Es lo que tienen las etiquetas como esa, que no hacen referencia a nada salvo humo, cuando lo que se reprimen son unas ideas que van más allá del ente caótico y libertino que pretenden mostrar con su sensacionalista nomenclatura, «anti-sistema», y que llevan consigo propuestas y alternativas viables para transformar radicalmente este mundo y acabar con sus miserias de una vez por todas.
A pesar de lo ridículo de esto que acabo de comentar, le ha servido al señor Santiago Pedrada (perdón, Pedraz) para acusar a lxs compañerxs de «participar en manifestaciones con incidentes», entre otras «peligrosas actividades» tales como usar perfiles de faceboock con nombres malsonantes (¿?, ¿desde cuándo es un delito tener un perfil con nombre «malsonante»?…) lanzar consignas incendiarias (la libertad de expresión se la pasan por el forro de nuevo), insultar a poderosxs y desearle la muerte a algunx (ya sabemos cómo funciona esto, si insultas y/o deseas la muerte al panadero, al vecino de enfrente o al yonki de la esquina no pasa nada, pero si insultas al presi o al ministro, entonces hay mal rollito).
Todo esto, lógicamente, convierte a lxs compañerxs en peligrosísimos integrantes de una banda armada con conexiones que van desde el terrorismo islamista hasta la ETA, pasando por el GRAPO, el FRAP, las FARC, el EZLN, lxs rebeldes sirixs y entroncando con algunxs «insus» de Grecia e Italia (tardastéis poquito en sacar el mito del Triángulo Mediterráneo cuando lo de las detenciones, ¿eh, buitres?). Vamos, todo un conglomerado malo-malísimo, come-niñxs y asusta-viejas, que invocan a Satán en las noches de luna llena y contactan con grupos reptilianos con los que conspiran para lanzar desde su nave nodriza un rayo láser que destruya el planeta. Vamos, peña muy chunga…
Bueno, ironías aparte, el juez Santiago Pedraz, basándose en estas y otras hipótesis totalmente carentes de sentido y de rigor pero válidas para la mojigata y bienpensante opinión pública, determinaba que la acusación penal contra lxs compas debe continuar, pero que no es necesario que sigan en prisión, bastándole con que se presenten a firmar en el juzgado una vez por semana. Por lo tanto, no hay que confiarse, están en la calle pero no libres de peligro.
La audiencia irracional (perdón, nacional) vuelve a demostrar su naturaleza fascista y totalitaria al utilizar de esta forma tan rastrera la manipulación y el linchamiento mediático contra unas personas concretas que simbolizan unas ideas y posiciones determinadas, para proteger los intereses y estructuras de este sistema genocida, terrorista, criminal e injusto en el que vivimos. No obstante, la solidaridad no se apaga ni se intimida tan fácilmente.
Para terminar, quisiera dejar claro que mi apoyo a lxs 5 detenidxs es motivado por ser encarceladxs en un nuevo montaje policial, jurídico y mediático que tiene como objetivo atacar a unas ideas y posturas concretas que comparto, por ser estas portadoras del germen de un mundo nuevo. Sin embargo, guardo ciertas «reservas» respecto a la solidaridad en este caso, y una de las varias que hay (la única que comentaré por aquí, para no ser parte del dantesco espectáculo que algunxs están dando en el Indymedia de BCN dándole carroña a las hienas de la B.I.), es que el acto en sí de usar Facebook es digno de una buena crítica, pero si aun por encima de emplear esa mierda, resulta que te dedicas a soltar todo tipo de comentarios sin cortarte en absoluto y llamando la atención sobre lo mucho que apoyas la lucha armada o sobre lo mucho que te alegraría que a tal o cual políticx le volasen la tapa de los sesos, entonces no deberías extrañarte cuando todos los maderos que diariamente vigilan esos espacios se abalancen sobre ti. Las redes sociales son el Gran Hermano de nuestra era, prudencia compas, no se lo pongáis fácil…
A sus mentiras, ¡palabras como piedras!