Chile – Sobre la detención del anarquista Claudio Valenzuela el 13 de septiembre + Comunicado del compa desde la prisión

El pasado 13 de septiembre, enfrentamientos contra las fuerzas del orden estallaron en las inmediaciones del cementerio general en Santiago de Chile, en el contexto de la ya tradicional marcha que anualmente recuerda el golpe de Estado militar del 11 de septiembre de 1973, y se dirige hasta allí con un mosaico de banderas, siglas y colorines, dentro del cual destacó y se hizo notar la presencia anarquista, la presencia de quienes no olvidan que la Democracia es hija y heredera directa de la dictadura, que nada ha acabado y que la guerra social prosigue. Lxs compañerxs recordaron a quienes cayeron luchando valientemente contra la dictadura y la Democracia mediante el ataque y la destrucción de los símbolos del Capital y el Estado, y manteniendo el combate callejero contra la policía.

En este contexto, caen detenidas al menos 20 personas, de las cuales tiene especial relieve el caso de dos jóvenes. En concreto, se trata de un estudiante universitario, Fabián Durán, y un compañero anarquista, Claudio Valenzuela, a quienes tras ser arrestados, golpeados y torturados, trasladan a dependencias judiciales donde se les acusa de llevar consigo cócteles molotov y un bidón de gasolina, quedando imputados los dos por ambos delitos bajo la nueva ley de control de armas, e ingresando a la prisión de Santiago 1 durante un periodo, en principio, de 45 días, plazo fijado para la «investigación» del caso por la sala 903 del tercer juzgado de garantía de Santiago.

Señalar que los argumentos de la fiscalía para encerrar al compa Claudio y a Fabián, son los habituales, arengando con que ambos representarían «peligros para la sociedad» (pues según el fiscal, cualquier persona que en el contexto de una manifestación pública anduviese con «artefactos tipo molotov” corresponde un claro peligro para todxs quienes ahí se encontrasen, y para la sociedad en su conjunto) y afirmando que existía, con ambos, un grave riesgo de fuga. Por otro lado, el abogado de la Defensoría Popular, que primero Fabián y luego también Claudio habrían solicitado, se limitó a establecer sus propios juicios de valor sobre los actos que, presuntamente, cometieron sus defendidos, presuponiendo la veracidad de las acusaciones y tratando de aleccionar a Claudio y Fabián con sucias moralinas e hipócritas discursos ciudadanos, negándose a escuchar su versión de los hechos al decirles que a él «no le vinieran a mentir». Esto pone de relieve la situación en la que se encuentran Fabián y Claudio ahora mismo, cuando hasta el mismo abogado, presunto «defensor» de los «derechos civiles» (en su jerga) y único «garante de la defensa», elabora sus propias acusaciones y condena a los compañeros antes incluso que el propio juez. Esto no lo digo como algún tipo de «lamento» porque el abogado «no hace bien su trabajo», porque realmente tales cuestiones no son de mi interés (ese es su terreno, el de legalistas y leguleyos, no el nuestro como anarquistas), sino para poner de manifiesto las contradicciones de la «justicia» de lxs ricxs.

Desde aquí, saludar al compañero Claudio Valenzuela por su determinación y también a Fabián  Durán, y a todxs lxs demás luchadorxs encerradxs en Santiago 1 y en cualquier otra prisión del Estado $hileno. ¡¡Fuerza, cabrxs!!

Sigue a continuación el comunicado del compañero Claudio Valenzuela desde el encierro, enviado al correo electrónico de este blog por lxs compas del CAVJ (Colectivo Anticarcelario Vuelo de Justicia):

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Compañeras y compañeros, nuevamente enviamos palabras desde la prisión, esta vez del compañero Claudio Valenzuela recientemente detenido en el contexto de la romería del cementerio general (realizada el domingo 13 de septiembre), acusado por porte de molotov y un bidón de bencina, bajo la nueva ley de control de armas. Porque cada vez se hace más necesario el saber cómo están enfrentando nuestrxs compas la prisión, les pedimos amplia difusión.

Un abrazo rebelde.
CAVJ

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«Aún hay mucho por hacer…»

Escribo desde el encierro de la prisión Santiago 1. Me encuentro recién llegado al módulo que todxs dicen «playa», y, comparado a otros, es más tranquilo, pero, a mí me resulta igualmente vomitivo, como toda la cárcel. Acá, definitivamente, no hay ninguna cosa buena, cualquier atisbo de empatía o solidaridad es empañado de inmediato por el dominio y la fuerza que adquiere la autoridad en este lugar. Resulta casi imposible abstraerse de toda la miseria que se vive acá. Y todo eso, considerado que estoy en un módulo «playa».

Quería decir que mis convicciones están intactas, a pesar de lo complicado que resulta ser coherente en este lugar. Donde lxs presxs y lxs carcelerxs tienen muy pocas diferencias, lamentablemente. También, en mi breve estadía aquí, he llegado a concluir que para lxs anarquistas, antiautoritarios y cualquiera que luche contra el dominio, la cárcel es un terreno en el cual no tenemos mucho que cosechar, pues, ni siquiera tenemos algo medianamente sembrado. Al contrario de lo que puedan pensar algunxs, lxs anarquistas, en prisión, no son respetadxs por ser anarquistas, sino por cómo se desenvuelven en ella personalmente. Acá no hay mucha claridad de lo que es estar contra toda autoridad y lo que esto conlleva. Lxs prexs nos ven como cabrxs que andaban jugando en protestas, como terroristas, como nazis, y en general somos «locxs piola», es decir, que no somos de respetar por el hecho de tener nuestras ideas y practicas. Eso me hace pensar en como estamos llevando a cabo nuestras vidas como insurrectxs, en las proyecciones que podemos tener, en si queremos golpear cada vez más fuerte y mejor, o solamente hacer alguna que otra cosa para no sentirnos inútiles.

Es un hecho que la cárcel nos espera, y hay que saber afrontarla o ver cerca esa posibilidad para que, cuando llegue, no nos avasalle con todos sus kilos de cemento, hierro y bastardxs dispuestxs a hacer de esto algo cada vez peor.

Ojalá en otro momento pueda desarrollar mejor aún las ideas y quizás discutirlas con algún/a compañerx para sacar algo mejor. Por ahora quería escribir esto, pues siempre me ha parecido importante la comunicación con lxs compañerxs a pesar del encierro y las limitaciones.

Agradezco a mis compañerxs que apañan en este momento, sepan que son mis hermanxs y que por ustedes voy hasta las últimas. Lxs quiero mucho cabrxs.

Siempre contra toda autoridad, ni arrepentidxs, ni derrotadxs.
Para mí, la guerra continúa.

Claudio Valenzuela, Presx Anarquista.

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