Noticia redactada a partir de información recibida en el correo electrónico, e información extraída del blog de lxs compas del Boletín Tokata.
El compa Nahuel, preso en Navalcarnero desde su detención en el contexto de la denominada Operación Ice, está viendo vulnerado en prisión uno de sus derechos fundamentales, ya que desde la administración penitenciaria no le están suministrando alimentos acordes a su dieta vegana.
Según el Reglamento Penitenciario, todas las personas presas deben tener acceso a una alimentación acorde a sus creencias y éticas personales. Por lo tanto, las trabas que desde la cárcel están poniendo a su alimentación vegana constituyen una situación antijurídica y un ejemplo de tortura.
Este caso me recuerda al de otrxs compas de otros países que han tenido que llevar a cabo huelgas de hambre y otras movilizaciones durísimas en el talego para lograr obtener una dieta vegana. Podemos mencionar al compa estadounidense Eric McDavid (ya en libertad, por suerte) o en un caso actual y de completa vigencia, podemos mencionar las protestas que está llevando a cabo en Turquía el compa Osman Evcan, para lograr que se le restituya una dieta vegana normal y que se permita la entrada de alimentos veganos del exterior al talego.
La presión al compa Nahuel es un ejemplo más de esto, una herramienta más del Estado para intentar quebrar la convicción y la voluntad de quienes osan desobedecer sus mandatos. De todxs nosotrxs depende hacer que no surta efecto, y que la voluntad de Nahuel se fortalezca, y que nuestro hermano sepa que no está solo. Para ello, familiares, amigxs y compañerxs solidarixs de Nahuel han redactado la siguiente carta, para enviársela al director del Centro Penitenciario de Navalcarnero, exponiendo la situación y dejando claro que desde los entornos e instancias solidarias y de apoyo al compañero somos conscientes de la ilegalidad del trato que está recibiendo, y no le vamos a dejar en la estacada.
Que las personas que quieran apoyar a Nahuel y decidan usar este medio impriman o transcriban la carta, la firmen y se la hagan llegar.
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Sr. Director del Centro Penitenciario de Navalcarnero
Centro Penitenciario Madrid IV
Ctra. N-V, km. 27,7
28600 Navalcarnero (Madrid)
A la Atención del señor Director del Centro Penitenciario Madrid IV-Navalcarnero
Le escribo en relación a una noticia que he conocido recientemente y que ha suscitado mi preocupación. Se trata del interno Jose Manuel Bustamante Vergara, el cual está viendo dificultada la satisfacción de su necesidad básica de alimento al no serle facilitada una dieta vegana, acorde a sus firmes convicciones personales y éticas.
El veganismo es una actitud de respeto hacia los animales. Consiste en un firme posicionamiento ético que se asienta en la convicción de que los animales, al tener un sistema nervioso central muy similar al de los humanos, por lo que pueden sentir el dolor y el sufrimiento, son merecedores de respeto y consideración moral. En consecuencia, las personas veganas deciden de manera consciente dejar de consumir cualquier producto derivado de la muerte o explotación de los animales.
El artículo 226.1 del Reglamento Penitenciario establece que “en todos los Centros penitenciarios se proporcionará a los internos una alimentación convenientemente preparada, que debe responder a las exigencias dietéticas de la población penitenciaria y a las especificidades de edad, salud, trabajo, clima, costumbres y, en la medida de lo posible, convicciones personales y religiosas”. Si consideramos que el veganismo es una “convicción personal” (que, sin duda, lo es), veríamos reconocido su derecho a recibir una alimentación acorde a la misma.
Al no permitir a José Manuel Bustamante Vergara desarrollar sus convicciones morales y éticas, se está incumpliendo asimismo el articulo 25.2 de la Constitución española, que reconoce el derecho de cualquier recluso a poder desarrollarse íntegramente como persona, y con ello se está vulnerando el derecho fundamental de dicho recluso al libre desarrollo de su personalidad (art. 10 CE) y a la integridad moral (art. 15 CE). Al mismo tiempo, al imponerle constantemente una dieta con derivados animales se le está infligiendo un trato degradante según sus creencias.
Si uno accede a la web de Instituciones Penitenciarias (http://www.institucionpenitenciaria.es/) encontrará que en el apartado que describe las infraestructuras y equipamientos de las prisiones consta que “se elaboran cuatro tipo de dietas”, encontrándose entre ellas “una dieta vegetariana”, por lo que parece que la Administración Penitenciaria reconoce expresamente este derecho a los internos que opten por ella, por lo que nada debe impedir que los internos que requieran de una dieta vegana también pueda acceder a ella en igualdad de condiciones que la de cualquier otro interno que requiera cualquier otro tipo de comida acorde a sus convicciones.
Entiendo que acorde a la legalidad, la Administración Penitenciaria se encuentra en la obligación de proporcionarle la dieta solicitada y confío en que usted tomará todas las medidas oportunas para lograr dicho fin.
Estoy seguro de que usted hará todo lo posible por revertir la situación a fin de proteger los derechos que asisten al Sr. Bustamante.
Atentamente,