Francia – Continúan los disturbios después de que un grupo de policías violase y torturase a un joven negro en un suburbio de París

Un grupo de maderos custodia la comisaría del barrio donde ocurrió el incidente. En el muro una pintada con el lema «Nique la Police» (Jode a la policía)

A continuación recojo de ContraMadriz (que a su vez recogen de Briega) la siguiente noticia relativa al estallido social que en algunas ciudades francesas ha estado teniendo lugar de manera consecutiva desde hace ya alrededor de una semana, después de que un grupo de maderos, que se encontraban realizando un control de identidad en una zona donde supuestamente, y siempre según la versión de los maderos violadores, «hay tráfico de drogas», torturasen y violasen a Theo, un joven francés negro de 22 años, metiéndole una porra por el ano y dándole luego golpes en sus partes íntimas, además de insultarle, escupirle y humillarle con insultos racistas, según el testimonio del joven, superviviente de la agresión y que pudo declarar. A continuación, le detuvieron sin ningún motivo y le trasladaron a comisaría donde continuaron los golpes y las burlas. Finalmente, fue trasladado a un hospital donde fue necesaria cirugía debido a que la violación policial le había provocado un grave desgarro en el ano.

Los policías, que fueron filmados por una cámara de seguridad, fueron llevados a los tribunales acusados de abusar sexualmente de Theo. Cuando los maderos declararon en relación a ese incidente, afirmaron que la violación se había producido «sin querer» (muchas personas nos preguntamos cómo se introduce «sin querer» una porra por el ano de una persona). Ante este descaro de los maderos, el cabreo aumentó exponencialmente y los disturbios se extendieron y recrudecieron, con barricadas incendiarias de mobiliario urbano, coches de policía reventados o incendiados, maderos heridos teniendo que retirarse de algunos barrios de ciudades como Rennes o París perseguidos por una multitud enfurecida y otros ataques.

Aquí, en la grabación breve a continuación, se ve un coche de policía retrocediendo a toda velocidad ante un grupo de personas que le persiguen.

A continuación, más información en el resumen de los incidentes realizado por les compañeres de Briega:

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Manifestación en París en solidaridad con Theo. En la pancarta se lee «Mais qui nous protege de la police?» (¿Pero quién nos protege de la policía?)

Ocurrió el jueves, cuando cuatro agentes detuvieron a Theo, de 22 años. Hubo cuatro noches de disturbios.

La violación de Theo, un joven francés de 22 años, con un bastón telescópico por un grupo de policías en la “cité” Rose des vents, de Aulnay sous Bois, barrio pobre del norte de París, durante un control de identidad, conmueve a Francia.

El grave incidente racista generó una cuarta noche de violentos disturbios entre la policía y los jóvenes de ese suburbio, a 15 minutos de París. Hasta el domingo había 26 detenidos. La Prefectura de Bobigny remarcó que tan sólo en su área hubo al menos 11 autos quemados, un restaurante incendiado, un garage destruido y 23 contenedores de basura incendiados.

La violación se produjo el jueves pasado. Un policía fue acusado formalmente de violación y los otros tres que intervinieron, de “violencias voluntarias”. Están siendo investigados, tras haber sido filmados por las cámaras de seguridad ubicadas en la Cité.
El grave incidente recordó cómo se iniciaron los disturbios del 2005 en las “banlieues” francesas. Fue cuando la policía persiguió a tres jóvenes que, en su huida desesperada, fueron empujados a electrocutarse y dos de ellos murieron en Clichy Sous Bois, generando un histórico estallido social, en los suburbios de las ciudades más importantes del país. La diferencia, ahora, es que hay cámaras de seguridad que controlan el barrio, el tráfico de drogas y, también, la conducta represiva de la policía en la Cité.

El testimonio de Theo desde el hospital, donde fue operado, fue transmitido por la TV. Horrorizó a la opinión pública y encendió luces rojas en el gobierno en plena campaña electoral.

La policía custodia la comisaría de Rose des Vents, donde se produjeron las torturas.

El ataque policial a Theo se produjo el jueves pasado en la Cité, cuando regresaba de entregar un par de zapatos de su hermana a un amiga. Pasó a saludar a sus amigos, como todos los días, y se encontró con la policía, en un área donde ellos consideran que hay tráfico de drogas.

Theo, un negro de un metro noventa, nacido en Francia y sin antecedentes policiales, dijo a su abogado que él se encontraba de casualidad en ese lugar, cuando la policía comenzó con malas maneras a controlar la identidad entre un grupo de jóvenes. “Yo me puse contra la pared, tranquilamente, y uno de los policías vino y me pegó un golpe”, contó Theo en su testimonio grabado.

La policía primero lo esposó y luego, sin venir a cuento, bajó el pantalón de Theo. “Yo vi al policía con su bastón telescópico: él me lo metió en el ano. Me caí sobre el vientre del dolor”, relató. Luego describió los golpes, los bastonazos en “las partes íntimas”, los escupitajos, los insultos. Un policía que grita a los otros que se alejen hacia la esquina porque hay cámaras que los filman.

Sangrando, Theo fue trasladado en el patrullero hacia la comisaría. Siguieron los golpes.

Cuando llegó a la comisaría, el policía le dice que se siente. “No puedo, señor. No siento mis nalgas”, respondió. Uno de los policía pensó que el caso podía ser grave. Se lo dijo a los agentes que lo trajeron. “No, está haciendo teatro”, respondieron, entre risas.

Theo no podía respirar, tenía convulsiones, sentía que moría, tirado en el piso y esposado. Los policías finalmente, después de un buen rato, llamaron al servicio de urgencia. Theo fue trasladado en ambulancia al hospital, donde fue operado. Los médicos constataron una rajadura profunda, longitudinal, de 10 centímetros.

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