Como lo leéis. Según la prensa burguesa (yo encontré la información en la web del canal RT), alrededor de 350 guardias de prisiones de la cárcel de Fleury-Merógis, al sur de París, considerada la más grande de Europa, bloquearon ayer los accesos al centro penitenciario. Esta basura, cuyo trabajo consiste básicamente en encerrar, vigilar y torturar a las personas presas para mantener el status-quo, cuestionan ese mismo orden social ahora que, por lo visto, son ellos los afectados. Por lo visto, la razón de sus lloriqueos es que la prisión está saturad, que a causa de eso hay violencia entre preses, y que se sienten en peligro. Reclamando unas «mejores condiciones laborales», es decir, peores condiciones de vida, más control y más represión para las personas presas, los guardianes protagonizaron enfrentamientos con la policía y levantaron barricadas, y no negaré cierta alegría y alguna carcajada al ver los choques entre maderos y carceleros.
Las prisiones son la alfombra bajo la que, bajo la mentira de la «reinserción», este sistema asesino barre las consecuencias que evidencian sus contradicciones estructurales y sus desigualdades sociales, castigando la pobreza, la marginalidad o las mismas conductas de violencia y opresión que sus propias estructuras generan y alimentan con sus relaciones de poder. Quienes trabajan en ellas no son simples empleades, sino custodios de la institución más deleznable, hipócrita y cruel que ha creado este sistema para mantener su hegemonía, una hegemonía que día a día se traduce en guerras y genocidios por recursos, miseria, opresión y destrucción de la naturaleza y de la vida, esclavitud, depresión, miedo e incontables abusos de poder. Por lo tanto, respecto al motivo de las protestas de esta escoria, sólo puedo decir que los funcionarios de prisiones no son trabajadores, son torturadores, y nos importan una mierda sus condiciones laborales, y es más, cuanto peores sean, mejor nos parecerá. Nos alegra saber que están en peligro, que por fin saborean el mismo miedo con el que mantienen la obediencia y la sumisión en el interior de sus muros.
Cuando las personas que luchan se rebelan y terminan en prisión, las torturáis, las maltratáis, las usáis para descargar la frustración de vuestras miserables vidas. Sin embargo, ahora que sois vosotros los que os sentís explotados y jodidos, protestáis usando los mismos medios. ¿Con qué cara imponéis la obediencia a la ley si sois los primeros en quebrantarla cuando os conviene? ¿Cómo os atrevéis, cínicos bastardos, a encerrar, vigilar, apalear para mantener dentro de los muros a las personas por orden de la misma ley que sólo obedecéis cuando a vosotros os viene bien? Vuestro miedo a las personas que encerráis es el regocijo de quienes aspiramos a vivir sin amos y sin muros.
¡Ninguna solidaridad con los enemigos de la libertad!
¡Carceleros asesinos!
Aquí vemos algunos momentos de la protesta de los carceleros:
La prison de Fleury-Mérogis bloquée : les gardiens réclament de meilleures conditions de travail
Posted by Sputnik France on Montag, 10. April 2017