Recibo en el correo electrónico y difundo la siguiente actualización informativa sobre lo que está pasando en el bosque de Hambach, en Alemania, cuyos últimos reductos restantes resisten ante el incremento de la presencia y del hostigamiento por parte de la policía y de los matones a sueldo de la empresa RWE, que intentan debilitar al movimiento de defensa del bosque mediante un acoso constante, de cara a los desalojos que planean para terminar de talar.
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Un año más, se acerca la temporada de tala en el bosque de Hambach. Sin embargo este año el area en el que se prevee realizar la tala también comprende la mayor parte de la actual ocupación del bosque, por lo que hace semanas que el bosque está en máxima alerta por inminente desalojo.
La temporada de tala comienza en Octubre, por lo que se espera que el desalojo se efectúe durante los próximos días de Septiembre. Hace tiempo que se ha difundido la petición de apoyo y están llegando compas de diferentes lugares. Ahora mismo en el bosque hay entre 150 y 200 personas (las cifras varían según el día) trabajando a diario en diferentes cuestiones para preparar la resistencia y también hacer posible la vida y la convivencia en los barrios. Además de las personas que acuden a acciones puntuales y apoyan en las concentraciones junto al bosque o en ciudades y pueblos cercanos. Por ejemplo, en el paseo que se organiza semanalmente para dar a conocer el bosque, este último domingo acudieron unas 400 personas.
En las últimas semanas el apoyo se ha hecho muy visible, pero también se está viviendo una escalada de la conflictividad sin precedentes. Hace aproximadamente una semana y media que se suceden a diario enfrentamientos y acciones. El 21 al ocaso varias compas tuvieron un encontronazo con la policía en la entrada principal al bosque desde la carretera de la mina, que culminó el día con piedras y cócteles molotov contra las fuerzas del orden; pocos días después una acción policial limpió de barricadas casi la totalidad de ese camino y desencadenó también enfrentamientos con las activistas del bosque entradas las primeras horas de noche, durante los cuales un madero incluso sacó su arma y apuntó a la cabeza de un compa y tras los cuales los policías tuvieron que llamar a dos ambulancias. Por otro lado, la policía también secuestró el ALF Bus Kitchen, colectivo de cocina y apoyo, también furgoneta y casa de un compa, pretendiendo relacionarle con los cócteles molotov que habían sido usados para atacar a la policía. Cuando los maderos detuvieron a los compas en la furgoneta, en la gasolinera más cercana al bosque, los maderos les apuntaron a la cabeza con sus armas. Ellos fueron liberados al poco tiempo pero la furgoneta permaneció retenida varios días bajo investigación.
Días después la policía tomó otra de las calles del bosque bajo el pretexto de comprobar un artefacto situado en una barricada, para ver si se trataba de un explosivo o sólo una imitación, pero también con intención de desalojar otra barricada situada en la entada de ese camino que estaba hecha con un coche viejo. En este día la policía encontró resistencia por parte de varias encapuchadas que les atacaron con piedras y molotovs hasta que las fuerzas del orden decidieron abandonar la zona dado que habían encontrado una violenta respuesta a su invasión y estaba empezando a oscurecer.
Al día siguiente los policías volvieron a ese mismo camino con el mismo propósito, pero esta vez siendo en torno a 400 agentes. También ese día encontraron resistencia pero no fue posible defender la barricada porque la diferencia de fuerzas era mayor. Sin embargo, cuando los antidisturbios entraron en el bosque, pocas decenas de encapuchadas se mantuvieron un largo rato levantando barricadas y atacándoles con diferentes proyectiles para dificultar su paso.
El día siguiente la gente que dormía en el Meadow amaneció con el grito de “¡Policía entrando en el Meadow!”, que precedió a una mañana de fuerte presencia policial, rodeando el meadow y adentrandose en algunos barrios de la zona norte. Pero esto no sería más que un ensayo para el día siguiente, en el cual la policía tomó el Meadow en una redada en busca de material para fabricar Molotovs y otro tipo de armas. En esta redada fueron confiscados todo tipo de objetos incluyendo material de escalada, ropa de camuflaje, dinero, DNIs, propaganda y dispositivos electrónicos. La mayoría de las compas que estaban entonces en el Meadow se negaron a proporcionar sus identidades a las autoridades por lo que fueron llevados a comisaría en furgonas con celdas, muchas de ellas esposadas con bridas. Allí algunas aún se resistieron a las fotos y la toma de huellas dactilares, dándole en la comisaría situaciones de tortura para con algunas compas que se negaban a obedecer. Sin embargo todas las compas fueron liberadas a lo largo del día.
En los días siguientes la conflictividad se ha mantenido, dándose aún a diario ataques a excavadoras, cuerpos policiales y la seguridad de la mina; con piedras, pirotecnia y cócteles molotov. Tanto es así que el sindicato de la policía se ha posicionado en diferentes ocasiones intentando calmar el conflicto, apostando por el diálogo o diciendo que no quieren enviar a los policías a arriesgarse en el bosque sin un posicionamiento claro de las autoridades en torno al uso del carbón marrón. Han instado a la unión carbonera a posicionarse sobre la tala del bosque porque no quieren defender a RWE sin saber que la explotación va a poder desarrollarse por completo. En estos días la policía ha anunciado también que el bosque de Hambach y alrededores son ahora “zona de peligro” por lo que pueden, legalmente, registrar e identificar a la gente indiscriminadamente sin atender a ningún motivo en concreto.
Parece ser un momento decisivo en los 6 últimos años de okupación del bosque de Hambach. La resistencia que se está dando aquí y la escalada de violencia han copado las páginas de la prensa burguesa durante las ultimas semanas en Alemania y la tensión se mantiene a diario. Se cree que en los próximos 15 días la policía procederá a evacuar todas las infraestructuras a nivel de suelo y barricadas y se habla de que el desalojo puede desencadenar una respuesta de gran violencia, por lo que no sabemos cuál puede ser el calibre de las fuerzas policiales que se van a emplear en ello.
A diario recibimos en apoyo de gente de diversos tipos, comida, materiales, y varios tipos de muestras de apoyo como manifestaciones y otros eventos, sin embargo ahora necesitamos más que nunca que acuda gente a defender el bosque. Lo que necesitamos son acciones que hagan retroceder a las autoridades, a RWE y a la policía. Si puedes venir a apoyar esta resistencia, no lo dudes. Si no puedes venir, la lucha contra el capitalismo, el estado y la destrucción de la tierra puede tomar muchas formas en cualquier parte del globo. Los enemigos y los objetivos están claros.
¡Guerra a quien destruye la tierra!