Tras una larga temporada esperando, y una huelga de hambre con la que Mario exigía su excarcelación y denunciaba las numerosas irregularidades que envuelven su caso, el Estado, no contento con trasladarle de forma forzosa y contra su voluntad a un hospital para intentar que le obligaran a ingerir alimentos (como medida para contrarrestar su huelga de hambre) y con otros malos tratos, el compañero ha sido condenado a 5 años y 9 meses de prisión el pasado viernes 10 de enero, en un proceso, cómo no, también irregular, donde primero se le acusa de un delito de «ataque a la paz pública» (que incluiría un daño causado a bienes o personas y un «agravio a la sociedad») y posteriormente la propia jueza declara que se le absuelve de reparar el daño supuestamente causado porque, en palabras de la propia jueza, es un delito «carente de resultado material». ¿Cómo carece de resultado material un delito de daños?, ¿existe dicho delito o absuelven a Mario de tener que cubrir las reparaciones porque, realmente, no hay nada que reparar? Esto demuestra que Mario es y ha sido desde el principio perseguido y encausado por su actividad política.
Recordemos que Mario González es un anarquista mexicano partícipe de la lucha contra las reformas educativas en el ámbito de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) que el 2 de octubre de 2013 fue detenido con acusaciones falsas y torturado física y psicológicamente, así como encarcelado. Pese a que la libertad condicional hasta el juicio le correspondía por derecho según las propias leyes del Estado mexicano, Mario no sólo no tuvo acceso a la misma, sino que ahora se basan en esas mismas acusaciones rodeadas de contradicciones para encarcelar al compañero durante casi 6 años, condena que, en principio, deberá cumplir en el Centro de Readaptación Social Varonil Santa Martha Acatitla (CERESOVA).
¡Solidaridad con lxs presxs!