Jerry Koch es un anarquista estadounidense que fue encarcelado, como muchxs otrxs, por elegir no colaborar cuando fue citado por un Gran Jurado, una figura jurídica de EE.UU. por la que una persona puede ser encarcelada durante un periodo limitado sin haber cometido ningún delito sólo por negarse a dar información sobre un caso tras ser llamada a declarar. En casos de represión a entornos activistas o políticos (el movimiento anarquista, el movimiento de liberación animal…), esta herramienta se utiliza como caza de brujas, aprovechándola para convocar a personas con cierta influencia en las luchas y chantajearlas con que si no dan la información que el FBI y los procuradores les solicitan irán a la cárcel. Para bien y para mal, la mayoría de compañerxs prefieren sus principios a una falsa libertad, rehúsan cualquier diálogo con lxs represorxs y acaban entre rejas por ello.
El compa Jerry Koch, en concreto, fue llamado a declarar dos veces a raíz de la explosión de una bomba en la entrada de un centro de reclutamiento militar situado en la conocida plaza de Times Square, en pleno centro financiero de una de las ciudades más famosas e infames de EE.UU. y quizá del planeta, Nueva York. La primera vez que el FBI «solicitó amablemente su colaboración» fue en junio de 2009, y la segunda en mayo de 2013. La excusa para involucrarle fue que entre 2008 y 2009 él habría sido visto en un bar donde otras dos personas habrían discutido los planes para colocar el artefacto explosivo en el centro de reclutamiento de las fuerzas armadas de los EE.UU. en Times Square. Con un pretexto tan arbitrario y por supuesto carente de fundamentos y pruebas consistentes más allá de la militancia anarquista de Jerry (la cual en ningún caso le sitúa per se en un escenario no necesariamente probable donde Jerry mantiene alguna relación con lxs autorxs del bombazo) se le utilizó como castigo ejemplarizante y como cabeza de turco. Si el Estado no obtenía la información deseada, al menos alguien pagaría por lo sucedido, independientemente de que fuese culpable o no.
Jerry, en su declaración de mayo de 2013 cuando se le citó por segunda vez, sentenciaba: «Cuando fui llamado por primera vez en 2009, no tenía recuerdo de ningún incidente como ese, algo que expresé públicamente. Ahora, casi 4 años después, continúo sin recordar nada de la referida situación».
Como Jerry no dio lo que el FBI esperaba, fue encarcelado, y ahora, tras pasar 241 días encerrado en el Metropolitan Correction Center de Manhattan, fue puesto en libertad recientemente por orden del juez John Keenan que decidió responder a una moción presentada por los abogados de Jerry donde finalmente alegaba y reconocía que el silencio de Jerry hasta el momento pese a su encierro acabó por confirmar que el Estado no podría coaccionarle para cooperar con un Gran Jurado federal.
Cabe señalar lo siguiente. Lo que buscaban sacarle a Jerry no eran datos referidos en concreto a ese ataque explosivo. El propio FBI reconoció que no consideraba a Koch como sospechoso de haber participado en esa acción, y que lo que buscaban realmente era que hablase sobre sus contactos dentro de los entornos activistas y antagonistas. Es decir, usaron un ataque explosivo -en principio cometido por anarquistas- contra una institución militar del gobierno estadounidense como pretexto para interrogar a un anarquista y amenazarle con que si no empezaba a dar nombres de personas comprometidas en la lucha -es decir, a comprometer a sus compañerxs para salvarse- sería encarcelado. Estas prácticas basadas nada más ni nada menos que en la extorsión más rastrera y mafiosa son habituales en EE.UU, y como ya he dicho reciben el nombre de Gran Jurado.
Sentenciaba Koch: «Me negué a testificar en ese momento basándome en mis derechos de la primera, cuarta, quinta y sexta enmiendas, tal y como continuaré haciendo mientras dure este Gran Jurado» y añadía, en una declaración hecha desde la prisión en agosto de 2013, lo siguiente «Mis ideas políticas, mis principios y mi ética están en oposición directa a esta herramienta legal que es utilizada para posibilitar que el gobierno agreda a lxs anarquistas y no voy a otorgarle ninguna legitimidad ni la consentiré de ninguna manera».
Ante la liberación de su hijo, la madre del compa publicó un mensaje en su Facebook donde decía: «Estoy llorando lágrimas de alegría» mientras una de lxs abogadxs del compa, Moira Meltzer-Cohen, declaró para el periódico The Free Press «Jerry está suelto y ahora su mayor preocupación reside en la conciencia de todxs lxs otrxs que aun siguen cruelmente encarceladxs».
Disfruta de tu libertad, compañero.
¡Respeto y solidaridad para lxs que callan asumiendo las consecuencias y yendo a prisión o fugándose a la clandestinidad!
¡En el silencio rugimos!
A continuación, una imagen con el diseño para camisetas solidarias con lxs compas entalegadxs por los Grandes Jurados. El lema «Stop snitching», en inglés, se traduciría como «Deja de chivarte«.