Ahora que la administración local de la ciudad griega de Volos promueve nuevas ordenanzas para perseguir y capturar a lxs perrxs que pueblan las calles, recojo de Contra Info el siguiente escrito, del colectivo anarquista Devotxs de Disnomia* de esta ciudad, que reflexiona sobre un tema poco tratado pero tan importante, tanto en Grecia como aquí, como otros ejemplos de sufrimiento y malestar causados por el modo de vida que el Capital y sus servidores estatales crean e imponen en sus ciudades, donde lxs animales no-humanxs sin hogar se llevan la peor parte, no sólo por el abandono, la soledad, la dificultad para hallar alimento y refugio, sino por la cultura especista que les hace invisibles, e incluso les convierte en víctimas de golpes, envenenamientos, hambre, frío, atropellos o del encierro y «sacrificio» en perreras donde se les amontona en precarias condiciones y se les asesina si nadie les acoge. Todo para, como bien dice el texto a continuación, preservar una imagen de pulcritud y seguridad que vender, mientras se margina a todo aquello que no encaja, sean perrxs callejerxs o sean vagabundxs, yonkis, prostitutas, rebeldes sociales, jóvenes precarixs etc.
Que se jodan las metrópolis del Capital y sus gestores, porque ni los golpes de porra, ni las ordenanzas de ningún ayuntamiento pueden evitar que aquellxs a lxs que margináis vuelvan a ocupar su sitio, en los rincones oscuros donde vuestras cámaras no pueden mirar, y a amenazar el diseño totalitario de la urbe.
Las analogías que establece el texto me han parecido muy interesantes, así que aquí va:
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En griego, la palabra usada para describir un perro callejero es «adéspoto», que significa «sin dueño». Dicha palabra solo se puede percibir de manera positiva. Habla de quien vive de sí mismx y por sí mismx, que no sigue las normas sociales, que no reconoce modelos y se muestra indiferente para cualquier cosa considerada como superior. Se trata de un privilegio que todxs hemos perdido para que podamos sobrevivir en una sociedad bien organizada y hundida en la normalidad. Un privilegio que sólo consiguieron mantener intacto unxs animales indomables, y que los lacayos de la democracia decidieron quitarlo otra vez.
Tras una decisión del nuevo alcalde de Volos, el domingo, 19 de octubre de 2014, se puso en marcha el plan de limpieza de la ciudad de lxs perrxs callejerxs-peligrosxs. Se trata de una más de las conocidas tácticas de lxs estadistas y de sus seguidores de turno, la de apresar a cualquiera que destruye la imagen de una sociedad hundida en purgante de alta densidad, una sociedad que encarcela a todo aquello que no logra esterilizar. Se trata de otra maquinación que busca promover el lado “sensible” de un Estado de bienestar, a través de la creación de centros de “hospitalidad” para abarrotar a aquellxs que no encajan dentro de su imagen, una práctica del Estado usada continuamente contra varias partes socio-políticas, como lxs migrantes, las mujeres seropositivas, lxs anarquistas etc.
No tenemos ilusiones, pues nunca las tuvimos. No creemos que lxs perrxs capturadxs tendrán una vida feliz, sino todo el contrario. ¿Como podrían vivir en felicidad si ya no están libres? Tendrán que vivir en jaulas, y nadie nos puede garantizar que lxs más revoltosxs y molestxs de ellxs, o lxs que sobrarán tras llenarse la perrera, no serán matadxs.
Puede ser que la mentalidad del encierro esté profundamente arraigada dentro de vuestras mentes enfermas, pero hay que entender que lxs sin dueño no se encarcelan, que lxs perrxs callejerxs no se capturan.
¡Lxs perrxs volverán a sus parques y sus plazas, vagabundeando libremente en su ciudad!
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* Nota del blog: En la mitología griega, Disnomia es un demonio o ente espiritual, hijo de la diosa Eris (que a su vez personifica la discordia). Disnomia representa el desorden civil, la ilegalidad y la rebeldía con respecto a las normas sociales establecidas. Su antagonista, Eunomia, representa justamente lo contrario, el orden, la obediencia, la Civilización.