Recibo en el correo electrónico el siguiente comunicado, donde se reivindican diferentes sabotajes llevados a cabo contra varias oficinas y sucursales de Banco Santander en distintos puntos de Barcelona y Cataluña, destrozando los cristales y los cajeros automáticos.
Las acciones se llevan a cabo en apoyo a lxs compañerxs de la Operación Pandora (recientemente excarceladxs, pero todavía con cargos, sujetxs a medidas restrictivas y pendientes por lo tanto de juicio) y centran el objetivo en esta entidad financiera por ser la que posee el monopolio de la gestión del dinero destinado a los peculios en las cárceles del Estado español, engordando sus arcas con el sufrimiento y el encierro que esta sociedad hipócrita reserva para quienes se desvían del camino marcado y, especialmente, para aquellxs que, al hacerlo, evidencian las contradicciones del sistema y ponen en jaque a las instituciones y agentes que lo representan y defienden:
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La madrugada del pasado viernes 30 de Enero, justo después de que se conociera la noticia del levantamiento del secreto de sumario y la filtración de la inminente excarcelación bajo fianza de las compañeras, decidimos salir a las calles a expresar nuestra solidaridad.
Fueron saboteados los cajeros y las lunas de las siguientes oficinas del Banco Santander:
En Mataró las sucursales de las calles: Camí del Mig, Plaza de Granollers, Plaza Santa Anna, Carrer Sant Cugat, Av de América, Via Europa. También fueron saboteadas las sedes del mismo Banco en las poblaciones de el Masnou, Vilassar de Mar y Premià de Mar.
Elegimos el Banco Santander por ser la única entidad encargada de gestionar los ingresos del peculio de las prisiones del Estado Español, moviendo al año alrededor de 100 millones de euros según datos oficiales. Especulando y lucrándose con esta importante cantidad de dinero fruto del sufrimiento y del encierro de miles de personas.
Celebramos que nuestras compañeras estén en la calle; aun así tenemos claro que queda por delante un largo y duro camino y que mientras exista resistencia frente a la dominación del sistema capitalista, el Estado y sus mecanismos represivos intentarán acabar con ella. Como dijeron nuestras compañeras hace unos días, esto solamente nos ha hecho mas fuertes.
Que no se apague la llama de la solidaridad.
¡Monica y Francisco a la calle!