Una rejuvenecida lucha anticarcelaria aflora desde el interior de las cloacas del Estado francés. La semana del 19 de agosto demostró que la tortura y el aislamiento que el Estado utiliza para ocultar, reprimir y domesticar la rebeldía y/o la inadaptación fruto de las condiciones de deshumanización y no-vida que las instituciones y las maquinarias de desigualdad social crean para nosotrxs no siempre serán suficientes para silenciar la rabia, que no todxs tienen miedo. Nada menos que cinco motines en cuatro días en diferentes recintos penitenciarios (tres talegos y un CIE) rompieron el silencio.
Extraigo de Contrainfo esta información, donde se resumen los distintos levantamientos de presxs sucedidos en las prisiones francesas:
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Mientras que, como cada año, en el mes de agosto todo parece ir a ralentí, en prisión no hay vacaciones y no las habrá jamás. La semana del 19 de agosto, los presos lo han hecho saber. ¡5 motines en 4 días en 3 cárceles y un CIE (centro de internamiento de extranjeros).
Lunes (19 de agosto) en Blois (departamento de Loir y Cher), 60 presxs consiguieron saquear todo un módulo de la cárcel. Pudieron forzar las cerraduras para que saliera la gente de las celdas y consiguieron alcanzar el sector administrativo (de menor seguridad) antes de que los ERIS (Equipos Regionales de Intervención y Seguridad, unidad de la policía militarizada creada en 2003 tras una serie de motines en prisiones francesas) les detuvieran. El mismo día, hubo de 35 a 40 traslados, pero la cárcel ya estaría tan destrozada que un sindicato de carcelerxs pide el traslado del conjunto de presxs por “razones de seguridad” (la de lxs carcelerxs…)
El martes fue en Châteaudun (departamento de Eure y Loir) cuando unxs 20 presxs se rebelaron. Intentaron incendiar el centro de control informático antes de subir a los tejados donde quitaron las baldosas y rompieron los cristales. 5 personas pasaron a disposición judicial.
La historia se repite el miércoles en el mismo centro penitenciario, donde 36 presxs asaltaron el camino de ronda. A pesar de la presencia de los ERIS que se quedaron en el lugar del motín de la víspera, hicieron falta 3 horas y refuerzos de París y Dijon para “calmar” la prisión. Se trasladó a 20 personas para intentar evitar que el movimiento se retome.
Jueves, en el Centro de Internamiento de Extranjerxs de Mesnil Amelot (departamento de Siena y Marne) una intervención a la fuerza de la policía provoca la cólera del conjunto de personas encerradas que se pusieron a gritar y a golpear las rejas, hasta que unas rejas del CIE 2 cedieron. Los polis se desplegaron en número, armados con lacrimógenos y porras. A mediodía, el inicio de fuego en dos celdas simultáneamente llevará mayor pánico al bando de la poli. Una persona pasó a disposición judicial en el tribunal correccional el martes 27 de agosto.
Ese mismo día, en la cárcel de Bois d’Arcy (departamento de Yvelines), fueron 22 los presos que se rebelaron y rechazaron subir del patio.
Para recordar, el primero de agosto en el centro de detención de Bourg en Bresse (departamento de Ain) tuvo lugar un motín de unos 30 presos. Consiguieron destruir las luces, las canalizaciones de agua y las cámaras de vigilancia de todo un módulo de la cárcel.
Nos ponemos a soñar… ¿y si, como en Blois, algunas cárceles y CIE estuvieran lo suficientemente destrozadas como para trasladar al conjunto de los presos…?
Mientras tanto, esperamos que los traslados hayan dado la ocasión de transmitir las noticias de cárcel a cárcel, que este no sea más que el principio de una larga serie de rebeliones, y que fuera encontrarán eco a través de acciones de solidaridad y de la amplia difusión de las informaciones.
Un gran saludo, fuerza y coraje a las personas que han participado en estos motines.
¡Fuego a todas las prisiones!