Recojo de Act For Freedom Now! (que a su vez republican desde Rabble) y traduzco del inglés el siguiente comunicado reivindicando y haciendo una crónica de una acción llevada a cabo en Londres en respuesta al llamado a la solidaridad internacional con lxs migrantes de la denominada «Jungla de Calais», un campamento ilegal, autónomo y autogestionado levantado por compañerxs voluntarixs y grupos solidarios con la ayuda de lxs propixs refugiadxs sobre un lodazal en Calais, y que ahora se enfrenta una vez más a la brutal represión del Estado francés con la complicidad del Estado y las multinacionales de la tecnología británicas, encantadas de prestar sus servicios vendiendo cámaras, escáneres y otros mecanismos para el control y la represión de las personas que no aceptan la miseria impuesta por el expolio capitalista en sus territorios y cometen la terrible osadía de emigrar en busca de un futuro y una oportunidad que les fue negada antes de nacer.
Durante la acción, se interrumpió una fiesta elitista organizada por la embajadora francesa en un club privado de Londres, en el que pretendía anunciar y celebrar la campaña «Creative France» por la cual se suministran medios de alta tecnología para el control y la vigilancia, algunos de los cuales están siendo usados para la represión a las personas migrantes de Calais.
Al final de la crónica se incluye el texto que contenían los panfletos distribuídos durante la intervención de lxs compañerxs solidarixs. También se añaden fotografías de la acción, y una fotografía de la miserable embajadora francesa en Reino Unido Sylvie Bermann.
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Ayer por la tarde (23 de febrero), en respuesta al llamado a la solidaridad internacional con la Jungla de Calais afrontando el desalojo, entre 30 y 40 persons irrumpieron en una fiesta de élite organizada por la embajadora francesa. La fiesta estaba siendo llevada a cabo en el club privado Shoreditch House, en el este del corazón hipster de Londres, para lanzar «Creative France», una campaña de negocios promoviendo cámaras de vigilancia de alta tecnología, robots y otros gadgets.
El evento estaba programado para empezar a las 18:30. Sobre las 18:45, la mayoría de la muchedumbre se abrió paso a través de la entrada principal, mientras que otrxs cuantxs entraron a través de una puerta lateral. Los guardias de seguridad reaccionaron tarde y una pelea se produjo en un área de bar, mientras algunxs lo hicieron hasta el área del evento en el 5º piso. Basura fue derramada en el vestíbulo. Bombas de humo fueron colocadas lo que activó las alarmas de incendios y llevó a partes del edificio siendo evacuadas.
Tras los enfrentamientos iniciales, la mayoría de la pandilla estaba fuera bloqueando las puertas con pancartas y repartiendo panfletos a las multitudes que se reunieron, incluyendo lxs trabajadorxs de la cocina que habían sido evacuadxs. La policía acordonó las calles circundantes y llamó refuerzos del escuadrón antidisturbios TSG para despejar la manifestación. Justo cuando llegaron los TSG, todxs se fueron juntxs sin arrestos ni heridxs.
En total, el evento fue interrumpido durante casi 45 minutos. Un artículo de los mass-media indicó que la embajadora estaba dentro del edificio pero salió temprano.
Mientras en Calais, tanta gente en la jungla ha rechazado moverse de la zona sur enfrentando el desalojo. Hoy (24 de febrero) un juez emitirá un fallo sobre un recurso contra el desalojo. Dependiendo del resultado de este fallo, y de la respuesta del Estado, el ataque podría empezar en unas horas, o el juego de la espera podría prolongarse durante semanas o más.
En cualquier caso, la demostración de anoche puede ser sólo un pequeño comienzo en una campaña internacional de solidaridad: a ejercer presión sobre el Estado francés y sus colaboradores de muchas direcciones y a asegurarse de que los ataques contra los migrantes no pasan inadvertidxs ni quedan sin respuesta. A continuación el texto del panfleto distribuído anoche:
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¡Solidaridad con lxs migrantes en Calais!
¡No a las fronteras! ¡No a los campos de concentración!
En Calais, el Estado francés está limpiando la «Jungla», un poblado de refugiadxs construido en un humedal. Las 20:00 h de hoy son el límite del plazo dado a 3.500 personas que viven en la «Zona Sur» para marcharse o afrontar el gas lacrimógeno y los bulldozers.
La Jungla es un lugar para la miseria y las dificultads – pero también para la vida, la auto-organización y la solidaridad. Lxs refugiadxs y lxs voluntarixs juntxs han construido casas, tiendas, cafeterías, escuelas, bibliotecas, escuelas, iglesias y mezquitas, un centro para mujeres, lugares para reunirse…
Todo esto será destruido. En su lugar, Francia ofrece 1500 plazas en un campamento de contenedores de metal, vallado y con guardias, con accesos controlados por escáneres de huellas dactilares. De los otros miles que quedan fuera, no han dicho nada.
La gente de la Jungla rechaza trasladarse a un campamento prisión.
Pero esta no es sólo su batalla. A lo largo de Europa, los muros se están levantando otra vez. Algunas de las tecnologías de control y vigilancia son nuevas, desarrolladas por las industrias «creativas» de alta-tecnología que el gobierno francés está celebrando en el evento de esta noche. Pero las escenas son todas demasiado familiares. «Primero vinieron a por lxs migrantes…»*.
Esta es la batalla de todxs nosotrxs quienes no queremos volver a un tiempo de vallas de afilado alambre de espino y campos de concentración, de nacionalismo asesino y autoritarios «Estados de emergencia».
Las fronteras son armas de miedo y división, usadas por las élites para tallar la riqueza del mundo y volvernos a unxs contra otrxs. Contra su viciado mundo de fronteras, vamos a crear redes de solidaridad y culturas de apertura… y a cortar sus alambres en todas partes.
Para noticias desde Calais consultad: Calais Migrant Solidarity