Desde lo ocurrido el domingo en Cataluña, con la carnicería desatada por las fuerzas represivas del Estado español contra la población catalana y las casi 900 personas heridas, muchas de ellas de gravedad, encontramos que una vez más, a muchas personas parece fallarles la memoria, y de repente, quienes hace apenas unas semanas (¡o unos días!) eran un cuerpo de represores, mercenarios y torturadores, ahora parecen ser la cara amable de la represión democrática porque algunos de sus agentes se negaron a participar en el dealojo de colegios electorales y en las sangrías cometidas contra quienes se negaron a ceder su derecho a un Referéndum. Os hablo de los Mossos d’ Esquadra.
No es difícil encontrarse personas que en sus perfiles de redes sociales difunden y comparten noticias como por ejemplo, una carta de un Mosso d’Esquadra a un policía nacional criticando su operación (¿acaso habría hecho la misma crítica si la barbaridad llevase el sello de la BRIMO y no el de la UIP?), y textos similares. Parece que se os ha olvidado que los Mossos d’Esquadra son una de las policías más violentas de Europa según los propios organismos de la UE, se os han olvidado las torturas en comisaría, como lo ocurrido en la comisaría de Les Corts, se os han olvidado las palizas a inmigrantes y vecines en las calles del Raval y de otros barrios precarios de Barcelona, se os ha olvidado la represión brutal a huelguistas durante aquel 29-M de 2012, se os ha olvidado el asesinato de Juan Andrés Benítez, vecino del Raval, apaleado hasta la muerte por los Mossos, se os ha olvidado el 4-F y el nombre de Patricia Heras (quizá para muches de vosotres ese nombre nunca llegó a significar nada realmente), se os ha olvidado la Operación Pandora, se os ha olvidado la detención de nuestra compañera Lisa, y se os ha olvidado hasta quién es quién en este juego de máscaras.
¿Acaso tiene algo de positivo para los movimientos sociales y populares y más en concreto para las luchas revolucionarias y antiautoritarias que el domingo algunos agentes de los Mossos d’ Esquadra desobedeciesen órdenes y decidiesen apoyar un Referéndum claramente estatista, reformista y de tintes burgueses? ¿Acaso no participar directamente en las palizas a independentistas y nacionalistas convierte a los Mossos en la policía de Disneylandia?
No seamos ingenues. Toda la gente que ahora lanza alabanzas a ese cuerpo represor son la misma gente que aplaude cuando cualquier otro cuerpo policial revienta cráneos a huelguistas o manifestantes de cualquier otra índole, lo que pasa es que ahora son esas personas quienes han vivido la violencia policial, y eso unido a una capacidad de análisis realmente paupérrima y a una obsesión chovinista con Cataluña ha desembocado en que identifiquen toda esa brutalidad con los cuerpos represores españoles, pensando realmente que los Mossos no son así. Y lo piensan porque más allá de lo del domingo, son personas que en su vida han pisado una protesta social, no han participado en huelgas, no se han movilizado en solidaridad con personas represaliadas, no han atacado el normal flujo de mercancía y de esclaves que hace funcionar esta sociedad podrida. La burguesía catalana aplaude y mima a sus «gossos» con una mano mientras con la otra riñe a los perros de su rival por ser demasiado agresivos (y me disculpo desde ya por las connotaciones especistas de esta expresión, ya que los perros no tienen la culpa de nada; pido me permitáis este símil sin que sirva de precedente).
Lo que sí me sorprende, alarma y hace hervir la sangre es ver a personas que se presuponen rebeldes y antiautoritarias y que portan parches en la ropa donde se puede leer «A.C.A.B.» otorgando algún tipo de reconocimiento a los Mossos. ¿A qué se supone que estáis jugando?
Para quienes han sufrido la violencia de los Mossos, de la policía nacional y de la guardia civil, saben que sólo hay una cosa que les diferencia, el nombre y el organismo burocrático a cuyas órdenes responden. Por lo demás, sus métodos son los mismos. Un policía siempre es un policía, y a nosotres siempre nos tendrán enfrente.
Ni Mossos ni Policía Nacional. Ni Estado español ni Estado catalán. Ni estelada ni rojigualda.
Nosotres ni perdonamos ni olvidamos. ¡Maderos, torturadores, asesinos!
Foc als carrers.
1312 · ¡Viva la anarquía!