Según informó Contrainfo, la compañera Sonja Suder fue liberada finalmente el 12 de noviembre.
Sonja Suder estaba encarcelada en relación con su presunta participación en acciones de las Células Revolucionarias, un grupo armado de ideología marxista aunque más próximo a las tesis antiautoritarias que al leninismo clásico, y al que se atribuyen, pese a que nunca reivindicaban sus acciones, numerosos ataques incendiarios y explosivos, ejecuciones políticas, secuestros y otras acciones en la Alemania de los ’70 y ’80.
Sonja fue condenada a tres años y seis meses de prisión por participación en tres ataques incendiarios en los años ’70. No obstante, dado el tiempo que ya pasó en la cárcel tanto en Alemania como en Francia la compañera fue finalmente liberada. En cuanto al cargo por el presunto asalto armado a la conferencia de la OPEP en 1975 fue absuelta ya que esta acusación se basaba en la declaración de Hans-Joachim Klein, un «arrepentido» que escogió salvar su culo a cambio de actuar como chivato e informante contando mentiras en sus declaraciones que los jueces se vieron obligados a rechazar dada la evidente falsedad de las mismas. Sin embargo, para los jueces la falta de consistencia en el testimonio de Hans-Joachim no se debe a la mentira deliberada y orquestada por la policía, sino a la «falta de memoria», por lo que este «compañero» podría volver a ser usado en futuros procesos como testigo principal (aunque si se le corta la lengua no podrá seguir enmierdando compañerxs con sus mentiras parapoliciales). La defensa de Sonja también solicitó que se declarasen inválidos los testimonios de Hermann F., los cuales, recordemos, fueron tomados en condiciones de tortura, aprovechándose de un accidente que sufrió el compañero (y en el quedó, literalmente, mutilado) para torturarle manteniéndole en una celda a pesar de que había perdido varios miembros, la visión etcétera, amenazándole de muerte y causándole un dolor insoportable centrándose en sus lesiones. Sin embargo, los jueces rechazaron la solicitud. En fin, tanto discursito y palabrería de mierda sobre derechos humanos y luego dáis validez legal a un testimonio que se sonsacó mediante torturas y maltratos… ¿dónde está vuestra ONU ahora, bastardxs?
Sin embargo, la compañera ya está en la calle y eso es lo que importa. Durante estos dos años en preventiva la compañera no ha cedido a la presión ni ante el miedo a recibir una gran condena que la llevase a acabar sus días entre rejas (tiene 80 años), y no ha colaborado en ningún momento ni con el poder ni con sus esbirros, dando un ejemplo a todxs de valor, entereza y coherencia revolucionaria.
¡Salud, libertad y felicidad para Sonja, Christian y las demás personas involucradas en el proceso contra las RZ!¡Cada corazón es una célula revolucionaria!