Dejamos la traducción que hemos hecho de un comunicado de la okupa anarquista Lelas Karagianni 37 sobre las últimas operaciones represivas contra el tejido rebelde del barrio de Exarchia y los desalojos de okupas anarquistas y/o de acogida para refugiades y migrantes el pasado 26 de agosto.
——————————————-
En el amanecer del 26 de agosto, un fuerte contingente represivo desalojó 4 espacios okupados en el barrio de Exarchia, arrestó a 3 okupas y detuvo a 143 refugiades y migrantes. Mientras hombres, mujeres y niñes refugiades eran amontonades en furgones policiales por los hombres armados encapuchados de la Unidad Especial Antiterrorista, el fascismo institucional desencadenó su propaganda ideológica a través de los medios: un representante de la Policía Griega comparó a las fuerzas represivas con una “aspiradora” de nueva tecnología que limpiaría de Exarchia primero “el polvo molesto”, les refugiades y les inmigrantes, y tras esto, a la auténtica “basura”, les anarquistas, anunciando la continuación de la operación represiva y su objetivo declarado.
Las invasiones policiales recientes son una primera manifestación de la campaña represiva, anunciada por los funcionarios del Estado, contra el movimiento anarquista, las okupaciones, las estructuras auto-organizadas de acogida para migrantes y refugiades y el mundo de la solidaridad y de la resistencia social y de clase en general. Una campaña represiva que consiste en la punta de lanza del ataque del Estado y el Capitalismo contra los plebeyos de la sociedad, apuntando a aterrorizar y neutralizar la resistencia, con el fin de proceder ininterrumpidamente al embate de la brutalidad estatal y capitalista. Las elecciones del 7 de julio marcaron la continuación de la imposición de condiciones de vida asfixiantes para les trabajadores y les desempleades, del encarcelamiento para les migrantes y refugiades en campos de concentración y de las muertes en las fronteras, la intensificación del saqueo de la riqueza social y de la naturaleza, del intento de establecer el Estado de emergencia. El gobierno de Nea Dimokratia está construyendo sobre la tentativa de neutralización de las luchas sociales y de clase y las decenas de ataques represivos contra las okupas durante la administración de Syriza, prometiendo aplastar a la gente de la lucha, a todes aquelles que se han posicionado y se siguen posicionando contra los planes de la autoridad.
Parte de esta estrategia anti-revueltas es el objetivo declarado de ocupar Exarchia, un barrio que alberga una profunda cultura de desafío a la autoridad y un gran peso histórico y político que ha sido atribuido por las luchas de miles de personas durante el período de la ocupación nazi, los eventos de diciembre de 1945 y la Junta hasta la revuelta de diciembre de 2008 y las grandes movilizaciones de resistencia contra la imposición de unas condiciones de vida todavía peores durante los años siguientes, hasta el día de hoy. Esta es la razón por la que el barrio de Exarchia es un terreno importante para el desarrollo de la resistencia social y de clase en el centro de la ciudad. Es una espina en el talón del intento estatal de imponerse sobre la sociedad y controlar la ciudad, causando la ira duradera de los funcionarios estatales y numerosas operaciones represivas a lo largo de las últimas décadas. Un barrio inextricablemente conectado con el movimiento anarquista-antiautoritario que, a lo largo de los últimos años, con las llegadas masivas de personas perseguidas por los conflictos bélicos, revivió la solidaridad y el apoyo mutuo a través de numerosas okupaciones de acogida. Un barrio que el Estado intentó controlar a través del establecimiento de mafias traficantes de drogas y del esfuerzo por imponer el canibalismo social en todos estos años. Parte de la misma campaña anti-revueltas es el desalojo de las okupaciones, una de las más duraderas intenciones del Estado especialmente tras la revuelta social de 2008, y la abolición del asilo universitario, revelando el miedo de los que dominan a enclaves que han funcionado en el pasado y siguen funcionando como una chispa para el desarrollo de dinámicas sociales lo suficientemente fuertes como para acabar con su arrogancia. Y si el mensaje que el gobierno está enviando a través de la puesta en libertad del madero asesino Korkoneas, a través del refuerzo de su arsenal legal contra la gente de la lucha y de los ataques represivos en marcha es que su violencia asesina extinguirá las llamas de la revuelta con el fin de continuar destruyendo la sociedad sin obstáculos, nosotres sabemos que ninguna amenaza podría jamás erradicar la solidaridad, ni borrar el deseo de vivir una vida sin amos ni esclavos, sin Estados ni fronteras, o aplastar la lucha.
El ataque represivo anunciado empezó cortando la electricidad de la okupa de acogida para refugiades Notara 26 y el intento de hacer lo mismo en la okupa para refugiades Oneiro, ambas en Exarchia, continuó con la demolición de la okupa Brooklyn en Ioannina y fue informado a través de numerosos artículos en los medios. Contra esta campaña represiva participamos junto con otres compañeres de las okupaciones, las estructuras auto-organizadas y los colectivos políticos (¡Spirou Trikoupi 17, que fue desalojada el 26 de agosto, es uno de ellos!) en la asamblea “¡NO PASARÁN!”, con el fin de defender de forma dinámica y colectiva los espacios de lucha y declarar contra las amenazas del Estado que no habrá rendición ni tregua. En este contexto, hemos coorganizado movilizaciones-encuentros públicos en la okupa Lelas Karagianni 37 (8 de agosto), en la okupa de acogida para migrantes y refugiades Notara 26 (7 de agosto), en la okupa de acogida para refugiades y migrantes Spirou Trikoupi 17 (13 de agosto) y finalmente en la okupa K-BOX (20 de agosto). Con el mismo espíritu, estamos convocando a una manifestación en el barrio de Exarchia este sábado 31 de agosto por la tarde y a una manifestación unitaria en el centro de Atenas el 14 de septiembre.
Tras los desalojos de 4 okupas, una primera respuesta fue dada por una protesta convocada por Spirou Trikoupi 17 fuera de la okupa vecina de Notara 26 y la manifestación de cientos de personas a las líneas policiales frente a las okupas desalojadas de la calle Spirou Trikoupi. Mientras la gente estaba gritando consignas, compañeres escalaron al edificio tapiado de S. Trikoupi 17 y colgaron una pancarta tras los cordones policiales diciendo “¡NO PODÉIS DESALOJAR UN MOVIMIENTO!”.
Llamamos a les compañeres anarquistas y a les miembros de las okupas, a todes aquelles que luchan contra la dictadura global del Estado y del Capital en cada esquina del mundo a apoyar la campaña “¡NO PASARÁN!”, la lucha por la defensa de las okupaciones, de les refugiades y les migrantes y el contraataque contra la represión del Estado.
Contra nuestros enemigos comunes y en cada punto dónde la represión tenga lugar, debemos contraponer la solidaridad internacionalista, nuestra lucha común que derrocará el decadente mundo de la autoridad y abrirá el camino a la Revolución Social, por la creación de un mundo de igualdad y libertad.