Compas de Cassa di Solidarietà Aracnide (Caja de Solidaridad Aracnide) me enviaron esta carta en su versión original en italiano hace unas dos semanas aproximadamente, y pese a que intenté traducirla, lo muy limitado de mis conocimientos de italiano me impidieron concluir dicha tarea. Hace un rato, sin embargo, navegando por el portal anarquista de habla inglesa 325 (aquí), encontré una versión en inglés, la cual traduje. Os dejo pues la siguiente carta, emitida por el compañero Adriano Antonacci desde la prisión, y que a mí, personalmente, me ha gustado. Esperemos que motive nuevos debates y cuestionamientos pero sobre todo, la solidaridad activa no sólo con el caso de Adriano y Gianluca, sino con el de cualquier otrx luchador/a presx de este sistema y sus Estados serviles:
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“La violencia genera violencia. Independientemente de lo que está bien o mal, no importa ¿qué tan abstruso es el límite entre los opuestos y la facilidad con que pueden converger? La palabra y el concepto mismo de violencia por parte de la persona que tiene el monopolio asumen profunda mistificación. Todas las expresiones de disidencia están siendo reprimidas de manera desproporcionada… no es de extrañar…” Traducción aproximada de «Vagli un spiegare che è primavera”, un verso del fallecido cantante y compositor anarquista Fabrizio De Andrè
Tristemente, el modus operandi de la cuadrilla política, en la artística arquitectura de castillos imaginarios y acusaciones de pertenecer a asociaciones imaginarias y cualquier arma del aparato judicial Estado-capital, servil y funcional al miserable poder, defensor y practicante de la lógica dominante.
Entre el cemento y el acero que me aprisiona y los sirvientes carcelarios cumpliendo con su función policial (ujier–controlador), escribo estas líneas como una salida personal y para romper un silencio sofocante.
Saludo y agradezco sinceramente a lxs amigxs, compañerxs y a todxs aquellxs que expresaron su solidaridad conmigo. También expreso mi propia solidaridad con todxs lxs rebeldes y oprimidxs resistentes, dentro y fuera de la prisión, y con fraterno afecto mando un fuerte abrazo a mi querido compañero Gianluca.
Concibo el anarquismo primero como una sensación, que genera otros sentimientos contrastantes. Unx puede acentuarlo, minimizarlo, distorsionarlo, teorizarlo… ¡¡Una sensación como esa tan sólo puede ser vivida!!
Pero no hay sensación o abstracción en las estructuras y prácticas que ejercen el control, administración, sumisión y explotación de la vida. El saqueo y devastación sistemáticos del medio ambiente no son abstracciones.
Todas las instituciones, sean políticas, administrativas, económicas, financieras o socioculturales, son directa o indirectamente responsables de la continuación del status-quo, a través de sus muchas medidas coercitivas, la supresión de la voluntad libre y el ejercicio de poder, legitimado por el reglamento de la ley.
La civilización imperialista moderna crece en engaño y corrupción, chantaje, militarización de territorios y explícitas declaraciones de guerra. Vomita cemento y nocividad, devora la naturaleza, homogeniza y aniquila pueblos y culturas, oprime cualquier resistencia con fuerza…
Después de todo, la tiranía del a civilización ha caracterizado a la humanidad durante milenios, ya que los seres humanos son una especie evolucionada, una que hace esclavos…
En el caldero mercantilizado global, las políticas liberales y las lógicas de mercado dictan la ley. Todos los Estados (con algunas diferencias) respetuosamente se presentan a las organizaciones supranacionales, tratados internacionales y estrangulador dominio financiero.
Las corporaciones y las multinacionales de todos los sectores tienen un inmenso poder. En nombre del beneficio y el “progreso”, llevando máscaras de benefactores y contando con la complicidad de los gobiernos, saquean y matan sin escrúpulos.
Mientras intentan mantener su poder y sus beneficios, lxs explotadores y contaminadores han estado parloteando sobre sostenibilidad durante mucho tiempo, presentándose a sí mismxs como “eco-friendly” y proponiéndose a sí mismxs como defensores y campeones de la causa ambiental… la energía y la economía se han vuelto “éticas” y se han pintado de verde… ¡¡Su hipocresía se ha hecho insoportable!!
La clase dominante ha refinado sus métodos y afilado sus espadas. Analizan aburridos datos, hablan de crecimiento y desarrollo, y se vuelven cada vez más totalitarios en sus aspectos técnicos, y al hacerlo, se encuentran con un consenso tranquilo.
La fauna humana civilizada está bien domada e intoxicada con información, hacinada en la megalópolis; está formada por individuxs despersonalizadxs, psicóticos, consumidores dispuestos a la autodomesticación. Son robots “multifunción” que muestran sus accesorios inteligentes con satisfacción, están obsesionadxs por la Nada y sobre todo por sí mismxs, son hostiles hacia lo que es diferente, y malgastan su tiempo libre en soledad en mundos virtuales… en “compañía” de sus muchos “amigos”.
Hordas de honestxs trabajadorxs y desempleadxs desesperadxs por un trabajo se quedan desamparadxs e indiferentes, prisionerxs de la ilusión de una riqueza falsa e inestable. A veces participan en el triste teatro de la indignación ciudadanista como ovejas guiadas por un perro. Cuando por el contrario se vuelven realmente conscientes y su rabia se transforma en revuelta, las máscaras de la democracia se caen y revelan su verdadero rostro: policía, militares y sangre. Entonces la democracia encuentra su oportunidad de probar nuevas armas y dispositivos y los jueces llenan las cárceles del país.
Desde el principio de la industrialización han ocurrido eventos produciendo cambios en la marea y en las estructuras de poder. Entonces el saqueo de la vida comenzó a gran escala.
Hoy, el/la “buen/a ciudadanx”, inconsciente e incapaz de pensar, es iluminadx por una “nueva” dependencia, a la que adora como un Dios salvador: Esta es el “zigurat tecnológico” prometiendo un futuro fácil y celestial y avanzando de forma amenazante e intimidatoria, artificializando el ambiente, esterilizando la vida con innovaciones tecnocientíficas y eliminando o modificando todos los elementos naturales. Y esto genera una gran cantidad de monstruosidades.
La impedida realidad nuclear y el irreversible deterioro de los ecosistemas y su capacidad regenerativa, el dramático empobrecimiento de la biodiversidad, la manipulación de la naturaleza y, por lo tanto, de la vida misma, están conduciéndonos a un punto de no-retorno.
El consumismo y los estilos de vida inducidos, el control de los “recursos” (fuentes de energía, alimento y agua), la tecnología aplicada al control de lxs individuxs y la sociedad y la militarización avanzada están conduciéndonos al dominio total y absoluto.
En la oscuridad de lo existente la búsqueda de la belleza irracional se está perdiendo, y el inminente futuro es volvernos todavía más grises y angustiados, asépticos y estériles, calculables y manejables, podridos y apestosos.
La sociedad es el espejo del lugar absurdo donde estamos encerradxs: una prisión de muros infranqueables y celdas invisibles.
El “Progreso”, productor de basura e imbecilidad, es sólo un gigantesco vertedero.
Todo está preso, envenenado, la tierra está sangrando y las células del cuerpo están enloqueciendo… opresión, explotación y muerte…
En el status-quo, la indiferencia y la resignación están siendo elogiadas, pero me gusta pensar que a todas horas y en todas partes los opresores son enfrentados por nuestrxs hermanos y hermanas que resisten.
Es necesario rebelarse con pasión, tomar las múltiples tensiones de la acción en las calles, colectiva o individualmente, y no reducir todo a estériles análisis políticos y masturbaciones cerebrales en carruseles de mítines, que con frecuencia inhiben la individualidad. Cada unx debe aguantar con sus dudas y sus convicciones, “armadx” con su propia voluntad, en encuentros libres en lugares libres.
Personalmente, tengo varias inquietudes sobre objetivos proyectuales y propaganda espectacular. Aunque reconozco que éstos pueden tener un potencial, creo también que pertenecen a la sociedad de la apariencia, basada en la Nada e inmerso en una época de hiper-información donde la centralización de la voluntad de comunicar, o un exceso de comunicación, corren el riesgo de crear confusión y degenerar en la exaltación como un fin en sí mismo.
No sé dónde encontrar la receta de la liberación total, y menos en mis bolsillos, y no creo en una sociedad futura, incluso si es liberada y sin injusticia.
Mi visión es íntimamente individualista, acrobática y existencial.
Por supuesto, teoría y práctica son y serán siempre inseparables en todos los contextos. Estoy convencido de que cada individux animadx por sus percepciones, su voluntad y su pasión, puede encontrar su libertad autodeterminada.
Como un prisionero no dejo de soñar con un mundo sin violencia autoritaria, o sin las dicotomías oprimidxs-opresorxs, explotadxs-explotadorxs, un mundo sin restricciones morales ni sociales inhibiendo y reduciendo todos los horizontes, un mundo libre de todas las jaulas… las jaulas son la vergüenza de la humanidad. Un mundo donde la arrogancia humana es dejada a un lado y sustituída con una coexistencia empática entre todxs lxs seres vivos, en el respeto al equilibrio natural, un mundo donde la búsqueda de la libertad individual es el único camino a tomar para una autodeterminación colectiva y auténtica.
Bajo sus muchas máscaras, la civilización industrial, científica y tecnológica esconde un rostro aberrante de genocidio y destrucción de la naturaleza… encuentran curas para enfermedades inventadas… en este sistema de dominación todo es funcional y muy poco es natural. Y sabotear lo existente se vuelve necesario.
Las luchas de liberación son diferentes caminos convergiendo en una misma lucha. Un fuego de cálidos sentimientos está ardiendo en el estómago. En la movilidad compulsiva de esta época que corre a alta velocidad, el entramado de represión-opresión se está haciendo inexorablemente denso… pero sus armas, sus curas son sólo miedo… mis ojos están siendo vendados y mi cuerpo está siendo mantenido prisionero, pero más allá de estos desagradables muros hay horizontes, y el espíritu siempre se mantiene rebelde e indomable, intacta la idea.
Cielo plomizo y el mar tormentoso… sopla un viento de tormenta… La tierra tiembla gritando venganza, resistencia ancestral en la distancia… Por el amor a la vida, por la anarquía… no hay excusas… ¡Sin esperas! Con tenacidad infantil y pasión anarquista
Un abrazo, Adriano.