El 1 de octubre, el compañero Antonis Stamboulos fue detenido en Atenas, interrogado y encarcelado bajo acusaciones de terrorismo. Fue llevado a dependencias policiales donde le amenazaron y torturaron para intentar sacarle información y tratar de obligarle a colaborar, ya que el compa se negó desde el principio a participar en las distintas escenografías represivas que siguieron a su arresto, como la toma de muestras de ADN y huellas dactilares o las preguntas formuladas por los maderos. Los medios de comunicación burgueses, mientras tanto, le retrataban como supuesto miembro de la organización de lucha armada anarquista Lucha Revolucionaria, aseguraban que la compañera Pola Roupa, miembro de Lucha Revolucionaria que se encuentra prófuga actualmente y en clandestinidad, había sido presuntamente vista junto al domicilio de Antonis, situado en la calle Kallifrona del barrio ateniense de Kipseli y que, según elucubraciones sensacionalistas de lxs portavoces oficiales de lxs poderosxs, podría ser una «casa segura» de la organización. Para colmo, algunxs informantes y colaboradores de la policia, chivatos de mierda no menos delirantes que sus amigxs periodistas, testificaron contra el compa con absurdas declaraciones, como la de un vecino que afirmó haber oído explosiones en el sótano de la casa (¡¿?!).
El compañero advirtió que si era trasladado a una cárcel fuera de Atenas (sólo «aceptaba» ir a Koridallos, lo cual también solicitó el propio ministerio público) comenzaría huelga de hambre y sed por considerar la dispersión lejos de su entorno familiar y de amistad así como también de su abogada como una medida más de presión y estrangulamiento aplicada contra él por su condición de anarquista y revolucionario. En vistas de que era llevado al centro de transferencia (lo que suele indicar que te envían a una prisión fuera de la zona en la que te encuentras), comenzó una huelga de hambre y sed el pasado día 6 de octubre, y el día 7 fue trasladado al módulo A de la cárcel de Larissa, confirmándose sus sospechas de que la intención de los poderosos era alejarle de su entorno cercano y dificultar sus reuniones con su abogada. La huelga de hambre y sed continuó hasta el día 11 de octubre, tras 5 días cuando, pese a no haber conseguido aun el traslado a Koridallos, decidió poner fin a la protesta por existir un riesgo grave para su salud en caso de continuar sin tomar alimentos ni bebida.
A continuación, un extracto de la carta del compa:
«[…] Hoy, que los mensajes de solidaridad pudieron llegar al interior de la prisión, y una vez que las consecuencias de mi abstención de agua y alimentos se convirtieron en un riesgo real para m vida, decidí suspende mi huelga de hambre y sed, esperando por aquellos momentos en los que las condiciones permitan una más fuerte y más efectiva coordinación entre lxs que se encuentran dentro y lxs que se encuentran fuera de los muros de la prisión. Debemos mantener nuestras fuerzas para las luchas que vendrán […]»
Así, por ahora el compa se encuentra preso en Larissa, su familia, compas y amigxs tienen que realizar largos viajes para poder visitarle y conocer su situación, y su abogada tiene también dificultades de distancia para poder verle (decir que los maderos han estado poniendo trabas a sus vistas con su abogada desde que fue detenido, cuando, varios días después de su arresto, sólo le dejaron entrevistarse con ella durante unos pocos minutos antes de pasarle a disposición del ministerio público).
Numerosas muestras solidarias tuvieron lugar en Grecia: Pancartas colgadas en numerosos emplazamientos, concentraciones e intervenciones solidarias en varias zonas de Atenas, Arta, Patras y en la radio Kokkino 105.5, donde se interrumpió un programa para leer un comunicado de apoyo al compañero, la okupación simbólica de la sede de ESIEA (Unión de Periodistas de los Diarios de Atenas) en la mañana del 10 de octubre, y el incendio esa misma noche de un coche propiedad de un cuerpo diplomático y de un segundo vehículo de una empresa de seguridad privada en los barrios atenienses de Halandri y Nea Filadelfia, respectivamente. También se realizaron pintadas en varios lugares, como la que adjunto a continuación, a modo de cierre de esta noticia, y que dice:
«La lucha continúa, Antonis, fuerza»