Recibo en el correo electrónico una convocatoria para un evento solidario en el Centro Social Okupado L’Astilla (Barcelona) para apoyar a lxs compañerxs acusadxs por el caso Blackmail 3. Organiza la Asamblea Antiespecista de Barcelona.
Añado también tras la información del evento, un texto propio que resume el caso, para quien aun no lo conozca.
La actividad será el 14 de febrero y contará con el siguiente programa:
14:00 – Comedor vegano (menú + batidos naturales)
16:00 – Charla / Presentación del caso Blackmail 3 y la campaña SHAC (Stop Huntingdon Animal Cruelty).
18:00 – Conciertos:
– El niño vegano (cantautor)
– Dharma (rap combativo)
– Desko (rap combativo)
Las charlas contarán con adaptación a lenguaje de signos, para personas sordas.
No se permitirán actitudes heterosexistas, especistas, racistas o autoritarias. Así mismo, durante esta jornada el espacio será libre de drogas (por favor, respetadlo).
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Resumen del caso Blackmail 3
Blackmail es una palabra inglesa que significa Chantaje.
El caso «Blackmail 3» se trata de un golpe represivo que se dio al antiespecismo militante en julio de 2012, y por el cual 3 personas, veganxs y activas en la lucha contra la vivisección y la experimentación animal, fueron arrestadxs en su domicilio o lugares de trabajo en las ciudades de Londres (Inglaterra) y Ámsterdam (Países Bajos) por un gran operativo policial que llevó a cabo varias redadas, y acusadas de «Conspiración para el chantaje, una figura jurídica que permite condenar a alguien por el simple hecho de haber «planeado» o pensado en llevar a cabo un determinado delito, sin que sea necesario que dicho acto haya tenido lugar realmente. En este caso, se trata de conspiración para cometer delitos que tenían como objetivo el chantaje, en relación a varias acciones de sabotaje y ataque llevadas a cabo contra propiedades y negocios de empresas inversoras o que formaban parte de la clientela de HLS, con las cuales se buscaba intimidarles y poner en jaque sus negocios, además de visibilizar ante la opinión pública que esas entidades o personas colaboraban con su dinero a la crueldad contra lxs animales no-humanxs ejercida por HLS. A esta poderosa campaña se la denominó SHAC (Stop Huntingdon Animal Cruelty, o Paremos la Crueldad en Animales de Huntingdon) y con una espléndida combinación de actividades públicas y abiertas (con las que se difundía la información a la sociedad y se ponían al descubierto las atrocidades y conexiones de HLS) con otras acciones más clandestinas (principalmente de sabotaje y liberación, aunque también basadas en colarse en los laboratorios y grabar en vídeo su oscura realidad), logró en varias ocasiones poner a HLS contra las cuerdas.
Sin embargo, la represión se ensañó con lxs compas, y aplicó duras medidas ejemplificadoras con el objetivo de asustar a lxs demás activistas.
Los compas detenidos en Ámsterdam fueron arrestados de acuerdo a una OEDT (Orden Europea de Detención y Entrega), también llamada Euro-Orden, y enviados una semana a prisión preventiva, para luego ser puestos en libertad con cargos previo pago de una fianza, con unas duras condiciones y medidas restrictivas, que mantienen hasta hoy. Su juicio se retrasó al no existir todavía una orden de extradición. En cuanto a Debbie, la compañera londinense, fue puesta en libertad con cargos al día siguiente, tras abonar a su vez la correspondiente fianza. La compañera estuvo sujeta a varias medidas restrictivas hasta el juicio, celebrado en febrero de 2014 y que concluyó en marzo de ese mismo año, cuando fue declarada «culpable» y sentenciada a 6 años de prisión (que se encuentra cumpliendo a día de hoy) así como a 5 años de ASBO, que se iniciarán cuando la compa salga del talego. ASBO son las siglas que en Reino Unido designan las AntiSocial Behaviour Order (Orden de Comportamiento Antisocial), una medida que limita a la persona sobre la que pesa el acceso a determinados ambientes o el contacto con cierto tipo de gente. Por ejemplo, una ASBO puede impedir que una persona acuda a cierto tipo de manifestaciones, centros sociales o espacios políticos durante el tiempo asignado, para de ese modo impedirle mantenerse en contacto con las luchas por las que ha cumplido condena. Es, aplicado en este tipo de contexto, un medio para aislar a las personas represaliadas de su entorno político y solidario, y para evitar que se conviertan en referentes o puedan transmitir sus aprendizajes y vivencias a otrxs compañerxs.
Esto es sólo un caso más que vuelve a poner de relieve la colaboración existente entre los gigantes de la explotación animal y los gobiernos, que protegen sus intereses y sus inversiones sirviendo de brazo ejecutor para las mafias especistas del lobby de la vivisección, la industria cárnica o el tráfico ilegal de animales, por poner algunos ejemplos.
HLS es el laboratorio más denunciado de la historia por sus innumerables casos de crueldad animal y mala praxis. Cada día matan a más de 500 animales en sádicos experimentos sin el menor valor ni rigor científico, que normalmente sólo esconden una razón puramente económica. Su deuda a día de hoy asciende a más de 125 millones de euros. Sin embargo, todavía no la han cerrado. De hecho, el gobierno estadounidense llegó a ejercer como entidad aseguradora para rescatarles cuando la campaña SHAC presionó tanto al gigante de los seguros MARSH que éste decidió romper sus vínculos con HLS. El gobierno británico, a su vez, ha pagado en más de una ocasión sus destrozos (obviamente, con dinero público).
La represión contra lxs «Blackmail 3» es la represión contra todxs aquellxs que no queremos vivir en un mundo de jaulas y lamentos. Aquellxs que alguna vez han sentido en sus corazones la rabia y la compasión, y se han decidido a convertir esos sentimientos en acciones, poniendo en juego su libertad y sus vidas para proteger la de aquellxs que no pueden defenderse solxs.
¡Solidaridad activa con Debbie Vincent, y con los compañeros holandeses a espera de juicio por el mismo caso!
¡HLS, asesinxs, lo pagaréis caro!