Recojo de Act For Freedom Now!, traduzco a castellano y difundo este comunicado asumiendo la responsabilidad por el ataque incendiario contra la comisaría de Pefki, en Atenas, Grecia, en venganza por las torturas inflingidas a Kostas B., joven anarquista de 16 años que fue detenido y brutalmente torturado por los maderos del cuerpo antidisturbios MAT tras las manifestaciones y enfrentamientos con la policía ocurridos en el centro de Atenas el pasado sábado 16 de septiembre, en el contexto de la conmemoración del aniversario de Pavlos Fyssas, al cumplirse 4 años desde su asesinato a manos de un grupo de neonazis del partido Amanecer Dorado, quienes le mataron en presencia de su compañera y con la total permisividad de las fuerzas policiales (que de hecho, dieron órdenes expresas de no intervenir para detener la agresión homicida). Nada que nos sorprenda, la policía hace bien su trabajo protegiendo como siempre a sus colegas fascistas, y en Grecia, donde cerca del 50% de los maderos son votantes de Amanecer Dorado, esto es más evidente todavía.
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El sábado 16 de septiembre, llevamos a cabo protestas antifascistas por los 4 años desde el asesinato de Pavlos Fyssas por un batallón de asalto del partido neonazi Amanecer Dorado – durante el día en Keratsini, por la tarde en el centro de Atenas. Tras los enfrentamientos que estallaron en la protesta de la tarde, y después de que terminasen también en Exarchia, Kostas B., de 16 años, fue arrestado. Durante su arresto, es torturado viciosamente por los caníbales de una unidad de la policía antidisturbios que estaba acampada en la zona, hasta que pierde el conocimiento. Tan pronto como llegó a GADA (jefatura policial de Atenas) y mientras estaba recuperando su consciencia, intenta escapar, pero es golpeado por un coche que pasaba por la avenida Alexandras.
Gravemente herido, es transferido al hospital KAT con las manos esposadas detrás de la espalda y puesto bajo cuidados intensivos a causa de lo crítica que era su situación. Mientras está en coma inducido, luchando por su vida, es vigilado por maderos dentro de la habitación, con el beneplácito del director del hospital Nikos Kontodimopoulos. Durante una intervención solidaria protestando contra sus condiciones de hospitalización, el director dijo que: “La policía está por encima de todo, incluso de mí, y sólo ellos pueden decidir”. Los medios de masas jugaron su propio papel (como siempre) presentando el incidente como un accidente de coche. Y por si todo esto no fuera suficiente, el lunes 25 de septiembre, y mientras Kostas B. se estaba recuperando, un interrogador visita el hospital, con filtraciones hablando incluso de una extracción de ADN. Al final, este proceso es bloqueado por un encuentro solidario. Con el fin de desactivar las reacciones, Kostas B. es liberado bajo fianza, con una acusación grave.
¿Y por qué deberían desactivarse las reacciones? Las palizas, la tortura de alguien de la misma edad de A. Grigoropoulos y que casi tiene el mismo final trágico trajo el fantasma de diciembre sobre las cabezas del gobierno de Syriza. Los incidentes de diciembre de 2008 fueron la mayor condición de deslegitimación de la policía griega en la historia moderna. Lo último que quería Syriza era que un motín social estallase justo cuando están promoviendo su cuento de crecimiento, que junto con las inversiones por venir nos llevarán a todes a… salir de la crisis.
EL PAPEL ATEMPORAL DE LA POLICÍA
En la guerra que se está librando todo el mundo tiene su papel, y la policía tiene su papel atemporal. El personal de la policía, a través del cumplimiento del orden, es lo que garantiza el glamour del Estado y del Capital. Históricamente, la policía fue establecida como una fuerza cuyo trabajo es administrar los pensamientos, deseos y direcciones de la población. Prevención, control y cuando sea necesario, represión brutal. Por supuesto los primeros objetivos son todos los grupos sociales de aquelles de abajo que no pueden “compartir” el glamour del Estado y su burguesía: la más amplia juventud de la metrópoli, trabajadores, desempleades, huelguistas, todo tipo de manifestantes, poblaciones “excesivas” tales como les refugiades e inmigrantes, gitanes, indigentes, drogadictes, les marginades de la máquina capitalista. Pero antes de nada, quién si no los círculos subversivos de esta era. El catalizador de estas situaciones hierve a fuego lento bajo el velo de la paz social, hábilmente tejido por el resto de aparatos de control social. Los partidos políticos, sindicatos vendidos, militares, iglesia, escuela y familia.
EL ESTADO Y SU POLICÍA TIENEN UNA CONTINUACIÓN
La cruel tortura de Kostas B. – que afortunadamente no le mató – no es un incidente aislado. Cómo podría ser de todos modos, ya que se trata de un seguimiento de tantos «logros» de la policía griega en las últimas décadas. Aquellos técnicamente llamados “arbitrariedad policial” pero los cuales son el contenido de la acción y el propósito de la existencia de la policía. Son los golpes y la guerra química en las protestas, las torturas y las muertes «accidentales» en las comisarías de policía, las humillaciones durante los «controles de rutina» en calles y plazas. Es la organización del tráfico de drogas, la violación de prostitutas y la participación en el tráfico de sus cuerpos, así como el tráfico de «esclavos» modernos procedentes del otro lado del mar Egeo, permaneciendo así como un pilar principal de la economía del mercado negro en el territorio griego. Es la organización de la venta de drogas, la violación de prostitutas y la participación en el tráfico de sus cuerpos, así como también en el tráfico de “esclaves” modernes llegando del otro lado del mar Egeo, permaneciendo así como un pilar principal de la economía de mercado negro en el territorio griego. Es la cooperación con y el encubrimiento de fascistas y de toda suerte de matones paraestatales. Son, por supuesto, los disparos “accidentales” (generalmente por la espalda y siempre apuntando a sus cabezas) en las calles de la ciudad y en las fronteras del país, así como también los asesinatos de militantes. La lista, como la sangre, no tiene fin. Cualquiera que dispute las opciones dominantes es reprimide de algún modo, sin mencionar a los enemigos naturales y declarados del Estado y sus órdenes.
La policía es la punta de lanza en mantener a las poblaciones bajo presión constante. Asume la defensa de los intereses del Capital, de la libre circulación de dinero y bienes, de la observancia de la ley y el orden, la autoridad de la democracia como único y absoluto gobierno. En la era de Syriza de «serenidad social» y la rendición a las armas de la integración, la policía mostró todas sus posibilidades para mantener el orden y la seguridad. Las historias de «crecimiento justo», «igualdad de oportunidades para todes», inversiones con «respeto» al medio ambiente, donde sea que se dispute, ahora y en el futuro, serán defendidas de inmediato por los pretorianos. La bota de la represión pisará fuerte a aquelles que insultan los santuarios del gobierno y de los jefes, de derecha o de izquierda.
Los ejemplos que siguen son indicativos. La ocupación circundante y de estilo militar de barrios «peligrosos», como Exarchia, nunca se detuvo. La ocupación de las ciudades por la escoria de la policía griega como en Menidi, nos recuerda los recientes incidentes en Skouries, Keratea o Zoniana en Creta. Estos pogromos policiales son una imagen del pasado, del presente y del futuro. La tortura hasta la muerte de Pellumb Marnikollaj dentro de la comisaría de policía de Patissia en agosto de 2016, así como el asesinato de un hombre de 33 años de Kazajstán en septiembre del mismo año (por el disparo “accidental” de la pistola de un policía fuera de servicio) nos recuerdan el carácter atemporal de los “agentes” del Estado en cuestión. El ataque con porras y químicos contra una protesta de jubilades en el edificio Maximou contra la ley Katrougkalos en octubre de 2016. El canibalismo de policías en los aniversarios de la revuelta de la Politécnica, el asesinato de Alexis Grigoropoulos y Pavlos Fyssas. La prohibición de protestas y el cierre de todo el centro de Atenas durante la visita de Obama. Todo lo anterior muestra que la primera elección de (todo) gobierno y de sus agentes es la estabilidad del régimen y de su economía, esto es por lo que la policía hizo y hará lo que les plazca para mantener eso.
La escoria, dirán algunes, una vez más ha traspasado los límites. Nosotres decimos que no hay límites, sino que simplemente se colocan en el tira y afloja de la rivalidad social y de clase. Quien libra una lucha honesta, inquebrantable, inmediata y sin sueños no ve límites a los obstáculos en la batalla. Tampoco contra contra las promesas políticas para no atacar. No nos preocupamos por las variadas fuerzas policiales especiales, su desarme o «democratización». El «respeto a los derechos humanos y de los ciudadanos» preocupó y preocupa a la clientela electoral de Syriza, no a nosotres. Preocupa a aquelles que quieren su paz y tranquilidad o que no pueden molestarse en luchar y terminan delegando los asuntos que consideran que necesitan «mejorar». Como anarquistas nosotres no buscamos una tregua, buscamos la subversión del Estado y del Capital. Esto es por lo que nos apuntan, igual que nosotres les apuntamos a ellos.
LOS ATAQUES CONTRA LA POLICÍA SON ACCIONES JUSTIFICADAS Y NECESARIAS
«Nosotres sabemos qué aspecto tiene una bota vista desde abajo, conocemos la filosofía de la bota…
Pronto invadiremos como malas hierbas silvestres por todas partes pero lentamente, las plantas cautivas se rebelarán con nosotros, y así las vallas serán derribadas y las paredes se romperán y caerán.
Y entonces no habrá más botas.
Mientras, comemos basura y dormimos,
esperamos pacientemente bajo vuestros pies.
Cuando decimos «Ataque» no oiréis nada al principio…»
- Extracto parafraseado de un poema de Margaret Atwood
Justo igual, vosotros no oistéis nada en la noche del miércoles, cuando atacamos la comisaría de policía de Pefki en la calle Konitsis con una variedad de medios incendiarios, incendiando la entrada, la garita de guardia, un vehículo policial, los vehículos personales de los maderos aparcados fuera de la comisaría (dos coches y una moto pequeña). Estos fueron nuestros objetivos todo el tiempo, y por supuesto no el interior de la comisaría, algo que podría exponer a les prisioneres al peligro, pero que fue reportado a propósito a los medios de masas por los maderos. Los disparos efectuados por maderos desde la ventana de la comisaría no afectaron a nuestro ataque de ninguna manera.
Los actos de amotinamiento, tales como este en la comisaría de policía de Pefki, demuestran factualmente que el Estado y sus aparatos no son invencibles – no importa cuánto lo parezcan – sino que pueden recibir golpes que arruguen su perfil. En el período de serenidad social que estamos experimentando, es una prueba de que hay aquelles que están trabajando por terminar con este mundo y traer uno nuevo.
Es un acto que mantiene viva la llama de la rabia por aquelles que fueron apaleades, torturades, violades y asesinades por la escoria de la policía griega. Es un ataque dedicado a la memoria de S. Isidoropoulos, A. Tsivika, Chr. Kasimmis, V. Tsironis, St. Kanelopoulou y Iak. Koumis, M. Kaltezas, Chr. Tsoutsouvis, Chr. Marinos. A. Grigoropoulos y Lambros Foundas, quienes fueron asesinades a manos de los maderos, en la lucha por un mundo mejor.
Los actos organizados de violencia desde el lado de les luchadores deberían convertirse en el catalizador para la multiplicación de los ataques que reciben el régimen de la socialdemocracia y sus esbirros. Cuando esto se convierta en parte del trabajo político de todo el mundo de la lucha y de la sociedad, será infinitamente más sustancial y efectivo en lo que concierne a su propósito: la destrucción del orden de cosas capitalista y la construcción de células de libertad, auto-organización y solidaridad.
Por la llegada de la idea que llevamos en nuestros corazones, por la anarquía, y todo lo que representa.
Ninguna forma de brutalidad por parte de los perros del régimen quedará sin respuesta, o de lo contrario, y en la era de la policía de Syriza
TODO CONTINÚA…