Según han informado diferentes medios en la última semana, el pasado 29 de octubre, por la tarde, alrededor de las 18:00, dos anarquistas se encontraban colocando una pancarta en la plaza central de la ciudad de Messolongi con el mensaje «Conciencia de clase, no de nación – Cada Estado es una prisión» cuando fueron abordados por dos policías vestidos de paisano que les agredieron con puñetazos y patadas. Los compas se defendieron de los golpes pero sufrieron lesiones. Uno de ellos tuvo que ser llevado al hospital mientras que el otro fue empujado por uno de los polis contra el escaparate de una tienda (que se rompió). Tras la paliza, les llevaron a comisaría. Cabe indicar que en el mismo momento en que dos estupas agredían a los compañeros, otros agentes de policía secreta infestaban el centro para proteger una concentración neonazi. Una vez más, queda evidenciada la sinergia entre neonazis y maderos.
Ratos después, como venganza, un grupo de anarquistas solidarixs atacó la comisaría, causando destrozos en las lunas de varios coches estacionados delante y que eran propiedad de los maderos (tanto vehículos personales como coches de la comisaría).
Como respuesta a este ataque, y viendo que su bravuconada no había logrado intimidar a lxs compañerxs de la ciudad, los maderos asaltaron el espacio anarquista Apothiki, donde realizaron 6 detenciones más relacionadas con los disturbios en la comisaría.
Estas personas permanecieron incomunicadas y se les negó su derecho a hablar con un abogado. Al día siguiente, su detención se convirtió en arresto, acusándoles de cargos vinculados con la colocación de la pancarta y la pelea con los maderos, los sucesos posteriores en la comisaría y, según la policía, algunos objetos que habrían sido hallados durante la redada policial en el espacio anarquista Apothiki.
Las 6 personas detenidas en el allanamiento a Apothiki y las 2 personas detenidas cuando colgaban la pancarta fueron entonces puestas a disposición del fiscal que decidió enviar a 5 de vuelta a los calabozos, mientras que ordenó que las 3 restantes fuesen trasladadas a la comisaría de Nafpaktos, alegando falta de espacio y de unas condiciones adecuadas. Durante el traslado de lxs detenidxs, 2 personas más fueron detenidas por sacar fotos a los policías, apaleadas a su vez tanto durante el arresto como una vez en comisaría, y puestas en libertad sin cargos horas después (demostrando así que lo que les importa es infundir un clima de terror contra cualquiera que no acepte el orden establecido o ponga de manifiesto su brutalidad).
Para más inri, aprovechando el clima creado por la situación en Messolongi, otras dos personas fueron detenidas en Agrinio, ciudad cercana, bajo acusaciones que desconozco, durante la noche del 30 de octubre. Entre amenazas, chantajes y golpes, les mantuvieron retenidxs durante dos horas en comisaría.
El viernes 31 de octubre tuvo lugar la audiencia preliminar contra las 2 personas detenidas por colgar la pancarta y contra las 6 personas detenidas en Apothiki por los sabotajes en la comisaría. Los compas acusados por la colocación de la pancarta fueron dejados en libertad con cargos menores. En cuanto a los otros 6 compas, 5 de ellos fueron puestos en libertad con cargos menores, pero se dictó prisión preventiva para uno de ellos por dos cargos graves, al ser identificado supuestamente como uno de los participantes en el ataque a la comisaría.
Lxs compas en «libertad», así como el compañero encarcelado, tendrán juicio por estos hechos, pero todavía se desconoce la fecha. Permanezcamos atentxs a actualizaciones.
En la foto, una pancarta utilizada por compañerxs solidarixs durante una concentración ante los tribunales de Messolongi, y que dice «La pasión por la libertad es más fuerte que el terrorismo de Estado».
¡Solidaridad con lxs detenidxs!
¡Os estamos perdiendo el miedo, cabrones!