Recojo y traduzco desde 325 (que a su vez recogen en alemán y traducen al inglés desde el original publicado en Indymedia) este comunicado reivindicando un ataque donde le fueron reventadas las ventanas a las oficinas del Servicio de Televisión Jürgen Krüger (que se lucra con el negocio de las prisiones y colabora con la represión a través del monopolio en el examen de las radios, los televisores y otros dispositivos electrónicos para lxs presxs) y del partido político SPD, cuyo político Björn Egger participa en la gestión de campos de refugiadxs en Berlín y además está relacionada con la empresa AWO (que se lucra con las deportaciones de personas migrantes y/o refugiadas).
La acción se realiza en solidaridad con distintxs compañerxs presxs y realiza además un llamado a prepararse para responder contra la cumbre que el G-20 planea realizar en Hamburgo, Alemania, en julio de 2017.
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Nuestros fragmentos contra su represión
Este es el comienzo de nuestra semana. Y cada día debería empezar como éste para aquellxs especuladorxs responsables del sistema carcelario…
Esta mañana, 15 de agosto, visitamos el Servicio de Televisión Jürgen Krüger y las oficinas del SPD de Björn Eggert en la calle Oranienstraße del barrio de Kreuzberg y rompimos sus ventanas.
Desde hace 30 años el Servicio de Televisión Jürgen Krüger ostenta el monopolio del examinado de los conjuntos electrónicos de lxs presxs en Berlín. Ninguna radio pasa sin ser examinada. Esto impedirá que bienes prohibidos o conjuntos manipulados pasen tras los muros. Para lxs presxs este servicio cuesta un montón de dinero.
La compañía directamente se lucra de la vigilancia de lxs presxs. Además de esto, ha pasado más de una vez que Krüger dañó radios o televisores de lxs presxs.
Además Jürgen Krüger hace el aprovechamiento técnico de los teléfonos móviles incautados y da los datos hackeados a las autoridades. Esta compañía fue golpeada varias veces, lo que no pudo evitar que continúen tomando ventaja de la represión contra lxs presxs.
Directamente al lado de Krüger encuentras la oficina de Björn Eggert (SPD), la cual se esconde en la sucursal de AWO. En Berlín AWO administra algunos campos de refugiadxs, por ejemplo el actualmente clausurado campo de Spandau. La AWO es grande en el negocio de la deportación. Sus llamados “tickets de ayuda para regresar a casa” son sólo un eufemismo para la deportación.
El SPD está en realidad en campaña electoral. Todos los partidos intentan siempre sobrepasar a los demás con sus políticas antisociales y su discurso de identidad. No necesitamos afirmar que no esperamos nada de ningún partido.
Por supuesto seguimos la lucha de nuestrxs amigxs en Grecia, apoyamos sus acciones contra Syriza tras los ataques contra las okupas de acogida de refugiadxs en Tesalónica. Pero en una visión retrospectiva al Campamento No Borders en Tesalónica debe permitirse la pregunta: ¿No habría sido mejor usar esta posibilidad para una revuelta en el centro de la ciudad? Nuestra acción contra el político del SPD Björn Eggert es parte de esta lucha.
A través de esta mínima acción nuestra, la cual al llevarse a cabo nos obligó a borrar una cámara de vigilancia, enviamos una señal de solidaridad a los prisioneros Aaron y Balu en la cárcel de Moabit, quienes permanecen bajo custodia por la resistencia contra el ataque de la policía y de los inversores contra la okupa Rigaer 94, a los prisioneros Marios Seisidis y Kostas Sakkas, quienes desafortunadamente cayeron en las manos del enemigo en Grecia hace poco tiempo, a la compañera Lisa que fue deportada recientemente desde el Estado torturador de España a los tribunales de Aachen y a las 8 personas en Basilea que permanecen allí en la cárcel por su supuesta participación en la maravillosa pandilla rompedora del 24 de junio*.
Continuando la lucha en Rigaer Straße siempre más decididxs, practicamos la solidaridad con nuestrxs presxs en las cárceles del sistema.
La confrontación alrededor de Rigaer 94 y la zona norte de Friedrichshain ha mostrado que el rechazo constante de todas las ofertas de negociación y la lucha militante contra la ciudad capitalista nos ofrece el mayor éxito.
Debemos mantener esto en mente cuando nos preparemos para el anunciado desalojo de M99 y de la escuela (para refugiadxs) en Ohlauer Street en Kreuzberg.
Debemos destruir este Estado. Lo que es necesario debe ser hecho.
Esto es lo que proponemos, después de que la respuesta de llamados internacionales como el Diciembre Negro o el Julio Negro hayan demostrado las referencias de afinidad de la tendencia anarquista en Europa, para hacer un desastre de la cumbre del G-20 en julio de 2017 en Hamburgo e iniciar una campaña militante.
Anarquistas
Nota: Aaron y Balu fueron arrestados en Friedrichshain (Berlín) durante una manifestación el 9 de julio contra la gentrificación y los ataques policiales en Rigaer 94 (vídeo de RT: https://www.youtube.com/watch?v=sPK1tpCfkuE). Siguen bajo custodia en la prisión de Moabit (JVA Moabit), acusadxs de arrojar piedras a la policía. La policía dice que 127 de sus agentes fueron heridos durante los disturbios de aquel día. Más info: https://aaronbalu.blackblogs.org/
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N. de T: En el comunicado dice «wonderful smash mob», lo que he decidido traducir, tratando de ser lo más exacto posible, como «maravillosa pandilla rompedora». No obstante, y para ser más claro, quería apuntar que lxs autorxs del comunicado se refieren a una acción llevada a cabo el 24 de junio en Basilea, Suiza, en la que un grupo de anarquistas se manifestó de forma espontánea e incontrolada contra la represión, contra el racismo de la policía y contra la gentrificación y el control social en la ciudad, atacando y dañando distintos símbolos del poder y de la economía (una compañía aseguradora, una compañía de seguridad privada, una sede del partido derechista, el tribunal penal de Basilea…) además de mantener enfrentamientos contra la policía.
Los disturbios se saldaron con 15 personas detenidas (después de los disturbios, acusándolas de haber participado), de las cuales 8 siguen en prisión acusadas de perturbación de la paz, daños a la propiedad, violencia y amenazas contra las autoridades y los agentes, y asalto. En principio deberán permanecer encerradas al menos hasta el juicio, cuya fecha todavía no se conoce (aunque se espera en unos meses).