Grecia – Crónica de los juicios contra la CCF (por Christos Tsakalos)

De manera conjunta con Instinto Salvaje he traducido la siguiente crónica detallada de los juicios contra la Conspiración de Células del Fuego en Grecia, la cual fue escrita y hecha pública recientemente por el compañero Christos Tsakalos, miembro de CCF. A continuación, sigue la traducción ambas partes, agradeciendo el gesto de lxs compañerxs de Instinto Salvaje al traducir y enviar la primera parte traducida, encargándome yo de la segunda. Además, también quiero saludar a lxs compañerxs de Sin Banderas Ni Fronteras, quienes también contaron conmigo y aportaron para la traducción conjunta del texto.

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PARTE A

I) FRASES PÓSTUMAS

Cuando algo llega a su fin, por lo general estamos preocupadxs sólo de la opinión general.

Calculamos los beneficios y los daños.

Casi nunca nos damos el tiempo para reflexionar sobre el curso que llevó al resultado final. Y aún más raramente podemos mirar hacia más allá para contemplar el nuevo horizonte que se levanta, cuando el hoy se convierte en ayer…

Los dos juicios contra la CCF terminaron hace 2 semanas. El caso respecto a las 250 acciones de la organización tuvo una duración de 3 años más o menos, mientras que la otra, en relación con el intento de fuga, duró 5 dramáticos meses  en un clima de tensión continua con la presidenta del tribunal.

Cada unx de nosotrxs, que se atribuyó la responsabilidad política por la CCF y defendió la organización y sus acciones, fue condenadx a entre 21 y 28 años de cárcel por el primer caso y a 115 años por el segundo…

La primera conclusión es que los jueces creen en la vida después de la muerte, ya que una vida no es suficiente para cumplir esta sentencia.

La segunda conclusión es que la elección de guerrilla urbana y la acción revolucionaria armada siguen siendo una amenaza para la autoridad…

II) EL ESCENARIO DEL ESPECTÁCULO.

Pero primero veamos la forma en que el escenario de este espectáculo se desarrollaba. Normalmente, no me gusta la lógica de la victimización, ya que viene junto con la narración de exageraciones que sólo mantiene mitos fóbicos. Si queremos superar el miedo, no debemos verla de manera exagerada sino que debemos mirar las cosas directamente a la cara… La dramatización de hechos puede hacer que la narración sea más emocionante, pero mantiene la verdad a distancia.

La corte en relación con el caso de 250 acciones de la Organización Revolucionaria Conspiración de Células del Fuego (el número exacto es en realidad 148 acciones, aunque el caso se hizo conocido como el caso “250 acciones”) se caracterizan por una actitud relativamente suave y modesta que los jueces adoptan hacia nosotrxs.

Durante el proceso, la composición del Tribunal demostró una laxitud aterciopelada con respecto a los aspectos técnicos (hora de llegada, la suspensión del juicio cuando coincidió con el juicio de G. D. etc).

Obviamente, esto fue el resultado de nuestra propia actitud durante el juicio. Cuando dejamos en claro, desde el comienzo, que reivindicamos la responsabilidad de la CCF y que no reconocemos a los tribunales, básicamente desactivamos a su hombre del traje.

Invalidamos su beneficio a la intimidación a través del castigo con sentencias. Vergüenza, que a menudo se encontraba fuera de su alcance.

Al mismo tiempo, la declaración política, el posicionamiento y las preguntas a lxs testigos que apuntaban a las motivaciones políticas de nuestras acciones, de la forma en que lo vemos confirman el hecho de que se trataba efectivamente de un juicio político que los jueces sin embargo no reconocieron como tal desde el comienzo.

III) EL SIMBOLISMO POLÍTICO Y EJEMPLIFICACIÓN PENAL.

Cada prueba de las organizaciones armadas anarquistas viene junto con el simbolismo y la ejemplificación.

Un simbolismo político, como la despolitización de un caso y que se presenta como una clara evaluación penal de los hechos. Y una ejemplificación penal, ya que el tiempo de prisión intenta asustar a lxs nuevxs compañerxs y busca evitar la opción de la guerrilla urbana.

Depende de nosotrxs invertir este simbolismo político de modo que se vuelva contra lxs instigadorxs morales.

Aunque al comienzo del juicio de las “250 acciones” lxs jueces niegan su carácter político, con el tiempo y con el transcurso del juicio el juez menciona con frecuencia que “aquí no estamos tratando con acusadxs de delitos penales comunes”, mientras que el fiscal volvió sobre la historia de la revolución francesa y habló sobre el fenómeno de los grupos armados y de la violencia revolucionaria.

Por lo que hemos logrado convertir la sala en un campo de confrontación política.

Una parte del mundo de la anarquía y la revolución, se encuentra de un lado, mientras que lxs jueces, lxs representantes de la ley y el orden, del otro.

Algunos podrían preguntarse si estamos interesadxs en la opinión de los jueces. Obviamente que no, ganarse el reconocimiento de la identidad política, el temor, y en algunos casos incluso el respeto de su peor enemigo, es una pequeña victoria …

La autoridad con ferocidad, no reconoce el concepto de presx políticx, porque entonces se verían obligadxs a reconocer la existencia misma de la batalla revolucionaria anarquista.

Durante estos juicios los jueces, la parte más visible de la autoridad, no sólo reconoció que la batalla contra la autoridad es real, sino que también aceptan que todxs lxs presxs políticxs son prisionerxs de guerra…

IV) UN JUICIO… SIN UN CASO.

Sin embargo, los jueces han tenido un poco más de dificultad con este juicio… Ellos no tenían un caso…

Ellos tuvieron que hacer frente a 18 acusadxs, 680 testigos, 148 acciones y ninguna evidencia en lo absoluto…

La mitad de lxs acusadxs se declararon anarquistas, pero han negado ser parte de la O.R. – CCF mientras que la otra mitad, como anarquistas de guerrilla urbana, defendió a la organización y a sus acciones, pero obviamente no entregaron ninguna prueba al enemigo en relación con los lugares o participación personal en estas acciones.

Señalo esto a cabo, ya que con bastante frecuencia, se ha producido cierta confusión.

“La reivindicación de responsabilidad” por ser parte de una organización anarquista significa defender su carácter político y todas sus acciones, sin embargo esto no significa que, en cualquier caso, es necesario revelar en los lugares que unx ha estado o las cosas que unx ha hecho. Tal cosa sería facilitar a las autoridades comprendiesen el modus operandi de una organización.

Por el contrario, defendemos las características conspirativas del grupo y esa es la razón por la que decimos no decir nada al juez de instrucción y no nos disculpamos. Así que no hablamos con el enemigo, él puede encontrar la evidencia de nuestra convicción por sí mismo…

V) LA MÁQUINA DEL TIEMPO… DE LA ACUSACIÓN

En este caso, no hubo evidencia (huellas dactilares, ADN, identificaciones, nada en lo absoluto – con la excepción en una de las acciones que, sin embargo, no pudieron comprobar en las 147 restantes!!!).

Tampoco podía ser inventado…

Sin embargo, cuando la realidad no se ajusta a la autoridad… lo peor que se conseguirá es la realidad…

En marzo del 2011, después de que la EKAM (Unidad Antiterrorista Especial) incursionara en una guarida en Volos, la primera ola de detenciones de la O.R. – CCF llega a su fin. Al cabo de unos meses, publicamos colectivamente el folleto “El sol sigue saliendo”. Un folleto que consta de dos partes. El primero contiene un texto político firmado por nosotrxs, concerniente al legado y también a la perspectiva de la continuidad de la organización. El segundo contiene una cronología completa de las acciones de CCF, desde enero 2008 al 2011, elaboradxs, editadxs y firmadxs por lxs “compañerxs en solidaridad con la CCF”.

Este folleto se convirtió en la portada de la lucha contra el terrorismo en la que se basa el caso de las “250 acciones”.

Todos juntos, lxs 9 compañerxs de la CCF (Theofilos Mavropoulos es parte de la organización a partir del 2012…), fueron condenadxs a un total de 300 años de prisión.

Mientras leía el veredicto, el juez de la corte mencionó: “No hay evidencia alguna que confirme de que lxs acusadxs tengan participación física en estas acciones. Sin embargo, lxs acusadxs que firmaron “El sol sigue saliendo…” proporcionaron, a través de su texto, la asistencia psicológica a personas desconocidas para realizar todas las acciones de la organización…”

Por lo que fueron declarados culpables de complicidad con otrxs autorxs desconocidxs de provocar explosiones y de suministro, fabricación, posesión de explosivos, reiteradas veces.

Incluso si pasamos por alto el hecho de que lxs presxs de la democracia están basados en textos políticos, aún nos encontramos frente a nuevos precipicios de la lógica…

¿Cómo puede un texto proporcionar asistencia psicológica en las acciones que han precedido al texto?

Incluso si aceptamos la justificación de lxs jueces, ¿cómo puede un texto, editado en el 2011, fomentar mentalmente acciones que tuvieron lugar en 2008?

Eso podría ocurrir sólo a través de una máquina del tiempo…

VI) “Y POR TODO LO QUE ME OLVIDÉ… CULPABLES” (PALABRAS DEL FISCAL DURANTE SU INTERVENCIÓN EN EL PRIMER JUICIO DEL 17N.)

Pero no vamos a perder el punto…

Obviamente, todas las acciones de la organización son nuestras. No en el sentido de propiedad sino en el sentido de la participación. Fue nuestro propio latido del corazón, nuestra propia predicción, el tiempo sin fin de la planificación, las rutas alternativas, la práctica, el seguimiento de los objetivos, los últimos detalles de la configuración del dispositivo explosivo y la increíble alegría que nos puso ante el sonido de la explosión que interrumpió el sueño profundo del cementerio social, cada vez que huimos. Lo más importante era que la elección de la guerrilla urbana fue y sigue siendo nuestra propia manera de movernos más rápido hacia la revolución anarquista aquí y ahora. Hay que transmitir el mensaje de que la autoridad no es indestructible y que podemos crear una vida de libertad.

No hay autores intelectuales y materiales. Hay anarquistas guerrillerxs urbanxs y sus acciones. Y eso es lo que somos.

Sin embargo, no hay que descuidar en señalar la arrogancia intoxicante de las sentencias de la corte. Podemos no estar interesados en la competencia penal de la sentencia dictada por la corte del enemigo y es por eso que no estamos tomando en cuenta las circunstancias atenuantes, pero estamos interesadxs en la comprensión de la estrategia de nuestrx oponente.

Porque cuando se descubre su fealdad e hipocresía, también revelan sus vulnerabilidades.

Este juicio fue un juicio de la técnica.

El expediente del caso “250 acciones” se interpuso de manera que pudiera poner a compañeros en el juicio y bloquear el límite de detención de 18 meses. (De todos los miembros de CCF, Gerasimos Tsakalos, Giorgos Polydoros, Olga Economidou y Theofilos Mavropoulos habrían sido puestos en libertad)

Ese fue el principal aspecto penal del juicio. Con el tiempo, se añadieron las penas impuestas a los ya existentes, componiendo un delirio penal ya de dos vidas que no son suficientes para esas sentencias para ser cumplidos.

Al mismo tiempo, se creó un simbolismo político adicional. Se envió un mensaje.

Los que asuman la responsabilidad política y defiendan su organización dentro de salas de las cortes estará constantemente condenados, con o sin pruebas…

Hoy en día, lo prudente sería elegir el camino fácil. Podríamos camuflarnos con duras palabras de la retórica general y al mismo tiempo abstenernos de las acciones de la organización. Sería una mentira si dijéramos que no nos importa la situación de la prisión. Los barrotes y el aislamiento son malos para todxs. Pero traicionarnos es peor…

Algunxs podrían decir que el uso de mentiras contra el enemigo es legítimo.

Pero si jugamos al “inocente”, no sólo mentimos al enemigo o a nosotrxs simplemente. También queremos mentir a todxs aquellxs compañerxs desconocidxs o familiares a los que hacemos un llamado a ser parte de la lucha armada y a luchar por su libertad. ¿Cómo podríamos decir a estxs compañerxs que vale la pena luchar aunque el camino sea rocoso, solitarias la mayor parte del tiempo, con la cárcel y la muerte al acecho, si nosotrxs mismxs traicionamos nuestra historia…?

Porque la memoria es el juez más duro… y no olvida a nadie…

Por el contrario, el desprecio por los jueces, la sonrisa de vuelta en cautiverio, la camaradería contra la soledad y la tenacidad de hierro por la continuación de la lucha es la narración de nuestra propia vida…  es nuestro propio simbolismo político…

Somos y seguiremos siendo enemigxs de toda autoridad…
Lo que se dijo, sigue siendo válido…
Nos reuniremos en donde la lucha continúa…

Christos Tsakalos, miembro de CCF / FAI-FRI Célula Guerrilla Urbana

TRADUCCIÓN: INSTINTO SALVAJE
FUENTE: INSURRECTION NEWS

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PARTE B

I) TODO ES UNA CUESTIÓN DE ESTÉTICA.

Me gustaría empezar de una forma que podría parecer poco ortodoxa. Dicen que todo es político, yo considero que el aspecto de la estética tiene extensiones políticas explícitas. La estética y el lenguaje corporal de lxs jueces/zas durante el juicio por el plan de fuga fueron indicativos de esto. Desde el primer momento la presidenta del tribunal parecía como si alguien hubiese escupido contra el viento a su lado, el juez de apelación tuvo una cara de disciplina alemana permanentemente fría e inexpresiva, mientras que el juez suplente dormía todo el tiempo con su cabeza apoyada descansando en lo alto de un gordito doble mentón, con el peligro de caerse de su silla en cualquier momento.

Este juicio ha asumido diferentes formas de originalidad. Primero y ante todo a la palabra “tribunal militar” no se le hizo ninguna justicia de acuerdo a su uso común durante juicios políticos anteriores y nadie podría describir con precisión la magnitud de fascismo de este juicio particular.

La jueza dejó claras sus intenciones desde el principio. A pesar de la huelga de abogadxs, la jueza pidió continuar con el juicio como siempre. También despidió a nuestrxs abogadxs y asignó unos nuevos pensando que seguirían sus órdenes. Fue necesaria la intervención del Colegio de Abogados, siguiendo a un recurso por nuestra parte, para que la jueza revocase su decisión con el fin de evitar la prensa negativa.

Durante juicios anteriores, lxs jueces/zas más o menos habían mantenido un “comportamiento decente” que podía ser considerado apropiado para un/a “oponente políticx”. Esta jueza específica fue… defectuosa… Su expresión, actitud y obvia falta de cultura se asemejaban más a una votante de LAOS (partido de extrema derecha) canibalizada por los medios que jura y grita insultos racistas al ver inmigrantes en el bus, que a una presidenta del tribunal en un juicio de apelación. Ni siquiera había adoptado la estrategia muy básica de mantener los pretextos. Sus frases “seremos abucheadxs en la televisión si el juicio excede el límite de detención de 18 meses”, “después no os reiréis”, “ya veréis lo que os va a pasar”, “háblale así a tu novia” reflejan algunos momentos del juicio…

Así, se vuelve perfectamente claro que los veredictos del tribunal podrían cumplir con los centros de autoridad (por ejemplo los casos de Vgenopoulos, Bobolas, Marinakis, Siemens, NOOR 1, etc.) PERO también adquieren las distintas tensiones del temperamento personal de cada juez/a. Esto valida la suposición de que la autoridad judicial está equipada con un enorme poder que fue pasado a través de la práctica de la Inquisición en la Edad Media.

La arrogancia de lxs jueces/zas y el poder que disfrutan como dioses menores sentados en sus bancos parecidos a tronos debe convertirse en una preocupación para la estrategia de la guerrilla urbana anarquista.

II) CONDICIONES DE CAUTIVERIO PSICOLÓGICO

Volviendo al juicio por el plan de fuga.

Creemos que el plan político básico fue organizado en la habitación de interrogatorios del investigador de apelaciones de la policía antiterrorista E. Nikolopoulos. El tribunal sólo tuvo que validar lo que ya había sido decidido a través de un fallo. El mensaje era claro: El miedo debe reinar.

Al principio la policía intentó implementar la táctica de la división. En el mismo día en que el plan de fuga fue revelado, mi hermano Gerasimos Tsakalos y yo fuimos urgentemente transferidos al sótano del ala especial de la prisión, a medianoche. De esta forma intentaron dividir la organización. Luego, fuimos atacados con el uso de una niebla comunicacional en forma de mentiras e historias imaginarias.

Durante cuatro meses, los titulares de los periódicos y las secciones de noticias dedicadas en la TV construyeron historias de nuestra hegemonía en prisión, habló de “recipientes interconectados” de terroristas y miembros del crimen organizado y denunciaron “partidos lanzados por terroristas en prisión”, basados en algunas cartas que encontraron. Al mismo tiempo difundieron el terror con referencias sobre “una sed de sangre evitada en el último minuto” y “una matanza preparada por la C.C.F.”.

Por lo tanto, oscurecieron lo que era realmente significativo: nuestro deseo de recuperar nuestra libertad y continuar la lucha.

En marzo de 2015 su caldero de mentiras fue desbordado… la policía antiterrorista arrestó a nuestra compañera Angeliki Spyropoulou y al mismo tiempo detuvieron a mi madre y a la esposa de mi hermano, mientras el hermano del miembro de la C.C.F. Giorgos Polydoros fue procesado.

Un ataque orquestado a fondo desde la policía y los grados judiciales con el objetivo de rompernos como compañerxs, indignificarnos políticamente y aplastarnos emocionalmente.

Una condición de cautiverio psicológica fue creada. Las dos huelgas de hambre que alcanzaron la liberación de nuestrxs familiares en términos extremadamente restrictivos (Athena Tsakalos fue condenada al ostracismo en Salamina y no se le permitió abandonar la isla, mientras Evi Statiri sólo podía moverse dentro de un perímetro de 1 kilómetro de su casa como una zona de libertad limitada) no contra-equilibraron la situación, sólo nos dieron un poco más de tiempo para pensar y organizarnos.

Es obvio que el Estado ha personificado su rabia en algunxs de nosotrxs. Pero esa era la trampa: considerar que la guerra librada por el poder tiene atributos centrados en la persona. No, al poder no le preocupan los nombres, sino que por el contrario se centra en las elecciones hechas por esas personas.

Elecciones que todxs nosotrxs, quienes fuimos personalmente atacadxs viendo a nuestras familias convertirse en sus rehenes, no estábamos dispuestxs a traicionar.

III) EL JUICIO

El juicio fue fijado para el 15 de febrero de 2016, con 28 acusadxs, archivos del caso conteniendo miles de páginas (que realmente nunca recibimos), 21 testigos (de lxs 80 que habíamos llamado inicialmente) y un montón de estrés… Estrés por todas las personas con las que sabíamos que el poder podría jugar juegos de terror a su espalda.

Entre lxs acusadxs estaban personas que nunca habíamos visto antes y también personas que eran familiares a través de gestos amistosos hacia nosotrxs (por ejemplo llevándonos una bolsa de viaje con ropa), personas que estuvieron afrontando el peligro de la acusación como “miembros de una organización de terrorista”.

El juego fue planeado y el mensaje es atemporal.

Una condición requiriendo cuarentena debe ser construida, una zanja alrededor de las guerrillas sin remordimiento debe ser creada y cualquiera que se atreva a cruzarla afrontará sentencias de 25 años a perpetua.

Esto fue dirigido hacia las personas en solidaridad, lxs amigxs y la familia. Esta fue la apuesta del miedo. Esto es a lo que tuvimos que hacer frente.

Las condiciones anteriores en su totalidad, la guerra comunicacional escenificada por los medios de masas, las animosidades a nivel personal y las transferencias a celdas de aislamiento en el sótano de la prisión, han desconectado políticamente este juicio de todos los demás, desde el mismo principio.

El 15 de febrero nadie llamó a una manifestación en el juzgado. La vergüenza, el miedo, el abandono y la rutina… Al principio, la falta de solidaridad era ensordecedora.

La situación fue muy conveniente para lxs jueces/zas ya que su sucio trabajo seria realizado en secreto. Simultáneamente, el chantaje emocional con el cautiverio de nuestrxs familiares y la constante amenaza para ellxs de volver a entrar a prisión, hizo a lxs jueces/zas considerar que seguirían con el juicio sin nuestra participación en el debate. Creyeron que nuestros miedos nos coserían los labios.

Pero la historia nunca fue escrita de esta forma…

IV) UN PEQUEÑO PARÉNTESIS

Desde septiembre de 2009, la cantidad de presxs políticxs fue incrementándose constantemente. Esto fue a causa del periodo precedente de 2008-2009, durante el cual las guerrillas urbanas anarquistas intentaron asaltar el cielo a través de decenas de explosiones, disparos contra los maderos y periodistas, la ejecución de un policía de la policía antiterrorista y más.

Inicialmente, el interés mostrado por lxs anarquistas era grande e intensas movilizaciones de solidaridad tuvieron lugar: la gente estaba presente en el juzgado, carteles, eventos, asambleas y algunas acciones ofensivas…

Tras esto, los nombres de lxs arrestadxs fueron añadidxs como números en una lista de prisión que tenía el tamaño de una guía telefónica. Al mismo tiempo, una división ocurrió entre aquellxs que asumieron la responsabilidad y apoyaron las acciones armadas y aquellxs que declararon que no tenían nada que ver con los cargos. También hubo “fricciones” por nuestra parte como C.C.F. con un segmento particular del anarquismo, el cual a pesar de su esfuerzo por extender las mentiras y peleas contra nuestra organización durante el periodo previo, en ese momento apareció pretenciosamente en solidaridad con nosotrxs.

En los años que siguieron, las tensiones entre presxs políticxs se intensificaron, las constantes persecuciones incluso dentro de la prisión crearon un laberinto de juicios (la mayoría de miembros de C.C.F. tienen al menos 5 o 6 juicios) y la gente en solidaridad no son tantas a causa del cansancio y el derrotismo que caracterizan a lxs anarquistas en gran parte.

Como resultado las salas del juzgado estaban vacías de personas solidarias… pero estuvieron llenas de maderos de paisano y miembros de la policía antiterrorista.

Las razones son muchas y definitivamente requieren fuertes dosis de crítica y autocrítica pero sobre todo propuestas para restaurar la solidaridad y relanzar el ataque anarquista. El paréntesis para aquí.

V) 1+1= TANTO COMO LXS JUECES/ZAS QUIERAN

Desde el primer momento lxs jueces se mordieron la lengua.

El juicio fue en forma de vía rápida para evitar una posible liberación de lxs acusadxs tras completarse el límite de 18 meses para la detención preventiva. Esto no es nuestra propia estimación, sino las palabras exactas de la jueza. Con repeticiones de “vamos a acabar de una vez”, la lista de testigos de la acusación fue compuesta.

Mientras éramos acusadxs con cuatro cargos por intento de homicidio contra los agentes de policía de Iteas PD, nadie fue llamadx para este caso: Por un lado con el fin de ahorrar tiempo y por otro para que el carácter político de esta acción no se volviese obvio a través de nuestra examinación cruzada de los testigos (una venganza por el asesinato de un preso en la cárcel de Nigrita, que fue también torturado durante su traslado y en la comisaría). Naturalmente, el tribunal nos acusó por los cuatro cargos siguiendo la decisión judicial.

Ahora debemos decir algunas palabras sobre el aspecto legal del caso. En vez de la jerga legal siendo extremadamente aburrida y hostil, es una herramienta útil descifrar los métodos del poder.

Este caso fue basado en… un intento de fuga.

Este fue básicamente un juicio careciendo de eventos reales que realmente tuviesen lugar.

Había muchas armas, aun más explosivos, dos escondites, unos pocos coches robados y un plan que desafortunadamente se quedó en el papel…

El precio por todo esto fue 1500 años de prisión.

El caso entero fue escrito en futuro perfecto… “habrían detonado”, “habrían usado”, “habrían escapado”… Las acciones están ausentes pero las intenciones son abundantes.

Todxs lxs acusadxs fueron imputadxs como “miembros de una organización terrorista” con el fin de magnificar sus acciones.

Un hombre acusado de llevar una bolsa de viaje con ropa y dinero (5.000 euros) recibió una condena de 20 años como miembro de la C.C.F. Así es como el camino es pavimentado para la venidera penalización de las estructuras del movimiento anarquista y la financiación solidaria de lxs presxs políticxs. Un abogado fue acusado como miembro de C.C.F. porque dijo a un/a acusadx “no olvides tu cita con Maria”, lo cual se demostró que no era lenguaje en clave para nada más que para una cita real.

Nuestrxs familiares fueron llevadxs al tribunal como miembros de C.C.F. y fueron acusadxs como “mensajerxs” mientras que era sabido por todxs que todas nuestras comunicaciones fueron con el uso de mensajes codificados de correo electrónico y por supuesto no había realmente personas actuando como… “mensajeros”. Hay muchas instancias de fundamentalismo legal que constituyen la columna vertebral de este juicio.

Todas ellas son afirmadas para que podamos terminar con las ilusiones.

Sus leyes son creadas y formadas por sus estándares y no están avergonzadxs de mentir ni son tacañxs cuando se trata de decidir un castigo de venganza. Sus leyes no siguen la verdad matemática de 1+1=2 sino que 1+1= tanto como lxs jueces/zas quieran. Esto no es una diversión o una irregularidad de las leyes sino su esencia misma.

La intención detrás de destacar el golpe de Estado judicial teniendo lugar durante los juicios no es denunciarlo sino exponer una vez más la fealdad del poder y proponer el dilema: “o con el mundo de la ley y el orden o con la revolución y la anarquía”.

VI) “PERO… SE MUEVE”

Nuestra reacción contra el fascismo de lxs jueces/zas no dejó lugar a la malinterpretación. Nosotrxs no íbamos a actuar como observadores durante nuestra propia acusación. De otro modo deberían haber enviado el fallo judicial a nuestras células.

Nos hemos enfrentado repetidamente con lxs jueces/zas y aplastado su arrogancia (lxs jueces/zas están acostumbradxs a enfrentarse con acusadxs que agachan la cabeza) y al final atacamos arrojando cosas a la presidenta del tribunal, que corrió presa del pánico a esconderse.

En este punto el equilibrio cambió. La postura provocadora de la jueza suscitó una reacción por nuestra parte que apuntó a la oposición política de dos mundos de la forma más enfática… la revolución contra el poder. La inacción erosiva se retractó y un segmento de la gente solidaria activó sus reflejos en Atenas y en otros lugares. Convocatorias solidarias en el tribunal fueron hechas, pancartas desplegadas, una estación de radio fue ocupada, constante contrainformación de cada sesión del juicio apareció online, ataques contra objetivos legales fueron realizados, un paquete bomba fue enviado a un juez que rechazó liberar a lxs familiares arrestadxs de la C.C.F. y parecía que las cosas empezaban a moverse de nuevo…

Durante el juicio, fuimos inicialmente expulsadxs de la sala, a continuación de la retirada de la gente solidaria por la policía.

Al mismo tiempo G. Petrakakos dejó la sala durante su propio juicio, presidido por la misma jueza, como un gesto de solidaridad con nosotrxs y publicó una declaración refiriéndose a las tácticas fascistas.

El caso fue ahora teniendo publicidad y como resultado no podría continuar en la oscuridad en las cavernas judiciales de los fallos predeterminados…

Simultáneamente, lxs jueces/zas sintieron una amenaza de represalias en el aire. Había oponentes fuera de la sala del tribunal.

Revocaron nuestra expulsión de la sala y con una molestia significativa fueron forzadxs a escuchar nuestras posiciones políticas y especialmente nuestras declaraciones (ya que nos negamos a disculparnos) las cuales fueron un ofensivo torrente de deconstrucción de la mafia judicial.

Además, la presencia de testigos de la defensa desde un rango progresivo más amplio en la sociedad (escritorxs, actorxs, profesorxs universitarixs) los cuales no vinieron a testificar el típico “son buenas personas, no los metáis en la cárcel” sino que declararon su conformidad diciendo “haríamos lo mismo” mostró que el juicio estaba teniendo extensiones más allá de las confrontaciones exclusivas de la guerrilla urbana anarquista.

VII) APUÑALANDO POR LA ESPALDA

Seguramente lxs jueces/zas se cobraron su venganza dirigiendo toda su ira contra lxs presxs “comunes”. Su retirada ante nuestra presencia política fue transformada en retribución contra otrxs acusadxs.

La agresión de la presidenta del tribunal contra ellxs fue un esfuerzo por completar su monólogo perdido… “¿No puedes hablar en griego?”, “entonces, eres albano, ¿cómo es que estabas juntándote con griegos?”, acompañados de numerosos comentarios racistas hacia los co-acusados que no eran griegos fue la manera más segura para lxs jueces/zas de recuperar su arrogancia perdida.

Obviamente, no nos sentamos de brazos cruzados y permanecimos al lado de otrxs co-acusadxs de todas las formas. Pero el veredicto había sido hecho.

La retirada obligatoria de lxs jueces/zas con los veredictos de no culpable (por mayoría) para mi madre y para la mujer de mi hermano y el no-encarcelamiento del hermano de Giorgos Polydoros, tuvo que ser compensada con cientos de años de prisión para el resto de nosotrxs.

Los momentos cuando lxs jueces/zas añadieron los años de encarcelamiento de acusadxs “comunes” y rieron en voz alta cuando se cometió un error en los cálculos, entre comentarios tales como “esto es por lo que yo no me hice matemático” son indicativos de su tóxica arrogancia.

VIII) LA APUESTA

El fin de este juicio nos ha dejado con un sabor agridulce.

Este fue un juicio que reactivó los reflejos desgastados de la solidaridad y demostró su significado.

Sin solidaridad no habríamos puesto fin al régimen de venganza de la persecución contra nuestras familias.

Este juicio trajo a gente de nuevo al tribunal e interrumpió una rutina de hibernación que había desactivado la mayoría de juicios políticos y los había degradado a procedimientos rutinarios.

Pero este fue también un juicio que, aparte de nuestras condenas de 115 años y de la sentencia de 28 años de Angeliki, arrojó a mucha gente a prisión durante 25 años. Personas que fueron literalmente condenadas porque fueron nuestrxs amigxs o conocidxs. Puede que ni hayan sido anarquistas pero esas son las instrucciones de la cuarentena… Cualquiera intentando acercarse a las guerrillas urbanas anarquistas podría unirse a ellxs en la celda de al lado.

A través de las memorias del juicio, los problemas que nos encontramos son abundantes.

Ha sido hecha ya una evaluación inicial. Las órdenes del Estado para el aislamiento y la cuarentena de enemigxs políticxs (aislamiento en celdas del sótano, difamación comunicacional y denigrado político, acusaciones contra familiares y amigxs y condenas de largo plazo) son claras. Así una trinchera es creada alrededor de nosotrxs apuntando a restringir lo infranqueable de la elección de la guerrilla urbana anarquista.

Para aquellxs de nosotrxs que han escogido unirse a la guerra contra el poder como un modo de vida, es importante trazar el curso seguido por las órdenes del poder.

A la luz de este juicio, un diálogo honesto podría comenzar. Los juicios políticos no son sólo los juicios contra Giorgos, Gerasimos, Olga, Angeliki. Son los juicios contra una elección… la elección de la guerilla urbana anarquista.

Este juicio constituye un laboratorio legal donde la autoridad hace experimentos con el sistema penal entero y produce nuevas formas de justicia para el Estado a través de ellos.

La postura contra-judicial compuesta de preguntas, intervenciones y declaraciones por presxs políticxs arruina cualquier esfuerzo de la democracia por embellecerse a sí misma. El completo descrédito del aparato judicial a través del rechazo de lxs acusadxs a participar en el juicio constituye una profanación de la arrogancia de lxs jueces/zas. También, la presencia de personas solidarias en el juicio crea una ventaja que no puede ser fácilmente ignorada por la mafia judicial. Al mismo tiempo más acciones ofensivas tales como el incendio, el sabotaje, las bombas y las ejecuciones, actúan como represalias contra el sádico apetito de los tribunales.

La apuesta es a reconstituírnos a nosotrxs mismxs, a reunir nuestros momentos y planear un ataque generalizado, a transformar la anarquía desde un pasatiempo ocasional a una realidad de guerra… donde todo es posible… hasta la liberación total.

Esta es la única forma de crear lugares y épocas donde la historia no sólo será revelada, sino también escrita por nosotrxs…

Christos Tsakalos,

Miembro de la Célula de Guerrilla Urbana de la Conspiración de Células del Fuego/FAI-FRI

TRADUCCIÓN: VOZ COMO ARMA

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