A continuación, siguen algunas palabras recibidas en el correo electrónico de este blog y enviadas por unx de lxs compañerxs al cargo del blog Por La Anarquía, al respecto de algunas críticas recibidas por su blog por haber publicado y dado cabida a comunicados de la denominada tendencia eco-extremista la cual se ha hecho presente en México sobre todo y últimamente también en Chile o Argentina, algo que algunas personas consideran «impropio» de un medio de difusión anarquista.
Mi postura dista bastante de ser afín a la tendencia eco-extremista por varias razones, especialmente con respecto a la lógica del ataque indiscriminado que estos grupos plantean. No obstante, mi postura sobre este tema me la reservo para mí y para los debates con afinidades de mi entorno, al menos por ahora, y esto es por una simple cuestión de prudencia, seriedad y también de autocrítica, y no porque trate de huír de alguna especie de «responsabilidad militante» a la hora de pronunciarme claramente sobre estos hechos a nivel personal (personal en la medida en que desde el principio este blog lo ha llevado siempre una sola persona, yo, y eso significa que lo publicado aquí me representa a mí, y a nadie más, al margen de si luego alguien siente afinidad y recoge o toma para sí algunas reflexiones o palabras aquí expuestas, igual que cuando yo decido publicar una noticia, comunicado etc. de otro sitio por sentirlo afín o positivo para el debate). Creo que todavía es necesario (por mi parte) madurar algunas ideas y reflexiones alrededor de algunos temas, antes de ponerme a elaborar alguna aportación al debate, incluso si esa aportación no parte de la acción, sino de un mero escrito publicado en un blog.
Sin embargo, aquí van las reflexiones de unx de lxs compas de Por La Anarquía, que aun sin ser compartidas del todo por mí, creo positivo para el debate difundir:
——————————————–
En rigor de la verdad, en principio este texto iba a ser una respuesta al “debate amoral” planteado hace ya algún tiempo. Y ciertamente la idea nos desagradaba. Pues siempre hemos preferido vías de comunicación mas intimas, sabiendo por supuesto que no están exentas a la execrable mirada del enemigo, pero para nada nos seducía la idea de convertirnos en la nueva novela cibernética, y viendo que la cosa se iba desarrollando en ese sentido, preferimos guardar silencio, sin permitir que nadie nos imponga sus tiempos ni sus ritmos. Así, durante los últimos meses, fuimos compartiendo (tanto yo como otros compas) y debatiendo con compañeros, de blogs, de revistas, con alguno de los mismos grupúsculos eco-extremistas o con alguno de sus medios de difusión, o con compañeros sin ningún proyecto publico que demostrar, tanto de esta como de otra región, tanto via mail como en persona.
Hoy, quisiera compartir algo que se acerca más a un posicionamiento que como individuo tengo a la hora no sólo de administrar este blog, sino en lo cotidiano.
No me considero, y que quede clarisímo, parte de ningún movimiento, ni anarquista, ni insurreccionalista, ni nihilista, ni liberacionista, ni vegano, ni primitivista, ni ninguno que la imaginación o la invención puedan sugerir.
Esto dista mucho de ser una posición de comodidad o de temor, que no me considere parte de movimiento alguno no quiere para nada decir que desde mi individualidad no actúe según algunos parámetros que tranquilamente pueden encajar en alguna de las definiciones anteriormente enunciadas. Pero quiero con esto decir que el blog Por la Anarquia no representa a grupo, organización ni tendencia a alguna, salvo la que conformamos, destruimos y reinventamos los que lo llevamos adelante.
Cuando digo Por La Anarquia, no es en un sentido martirológico o mesiánico, como puede ser “Por la justicia”, “Por la verdad”, “ Por la patria”, no es una causa a la que tenga que llegar tras años de sufrimiento, un altar en donde consagrar todos mis deseos, una especie de paraíso para no pecadores que han cumplido los santos evangelios de los grandes pensadores ácratas.
Decir Por la Anarquia es decir tensionarme a mí mismo, es decir luchar y enfrentarlos aquí y ahora, es reinvidicar la palabra sin regalársela al enemigo, pero trayéndola al presente, a lo palpable y también a lo intuitivo. Desempolvarla de los viejos libros que descansan en los estantes de bibliotecas y arrancarla de las bocas putrefactas que lucran con ella. Hacerla sinónimo de peligro, de confrontación, de inconformismo, de búsqueda… procurando que viva día a día, en sus múltiples formas, que a veces escapan a la misma definición etimológica.
Espero con esto aclarar de cierta manera por qué desde un blog con este nombre se le da espacio a acciones, propaganda o reflexiones de la denominada tendencia eco-extremista.
Pero para ser más explicito, y no me refiero a los compañeros con los cuales ya hemos debatido el tema, se nos acusa desde cierto “purismo” (el cual aborrezco), de publicar accciones que nada tienen que ver con la anarquia o el anarquismo. Y la acusación es cierta. Y no me importa. Ya que lo mismo que se publican noticias de compañeros que pertenecieron o pertenecen a grupos de izquierda armada, lo mismo que se publican atentados realizados por grupos pertenecientes a pueblos originarios, lo mismo publicamos bombazos, incendios o sabotajes llevados a cabo por diversos grupúsculos o por la (o las) ITS y démas grupos eco-extremistas. Esto no en nombre de un pluralismo democrático. No somos nosotros una página de contrainformación dedicada a la traducción de noticias y al corte y pega sin el menor análisis ni crítica. Sino que rescatamos prácticas, sentires, escritos, de diversas tendencias, sin dejar que el dedo nos tape la luna. Viendo e intuyendo mucho mas que unas siglas o una denominación condicionante, advirtiendo la sustancia detrás de la impresión corriente.
Yo particularmente, de la tendencia eco-extremista rescato y aprecio el desarrollo que ha tenido en la región mexicana y ahora en parte del cono sur de este continente. Veo saludable la recuperación de las raíces ancestrales en sus discursos y el rechazo a posturas eurocentristas tan presentes hoy en día en el ámbito anarquíco o antiautoritario. El despliegue en sus metodos de ataque, es indiscutible. Temas que solían pasar desapercibidos o eran rebajados a un segundo plano (por aquello de que primero está la destrucción del Estado y del Capital) hoy cobran cierta relevancia, como ser la postura anticivilización, el rescate del término “terrorismo” en un sentido “positivo” (algo que es una constante a lo largo de la lucha por la destrucción de lo existente pero que algunos están muy preocupados en ocultar), y otras cosas, que me guardo de enumerar en este momento, son para mí bocanadas de aire fresco en medio de tanta parálisis o repetición de lugares comunes.
No así comparto el hecho de las acciones “indiscriminadas”, a pesar de declararme abiertamente antisocial, tengo entre mis objetivos prioridades, pero esto sólo me atañe a mi, no voy a decirle a nadie cómo tiene que actuar o cómo no tiene que hacerlo. Claro está que por otra parte, jamás me guardaré de criticar aquello con lo que no estoy de acuerdo, preferentemente a los directos interesados.
Lo de que “mientras mas victímas mejor” carece en lo discursivo de una fundamentación, y en lo práctico de un ajuste de las miras. Todo según mi punto de vista, claro está. Más, se pública para conocimiento de aquellos que decidimos salir a enfrentar a esta pútrida realidad, para su debate, su cuestionamiento, su análisis.
Decir “la naturaleza es el bien, la civilización es el mal” aparte de ser reduccionista es contradictorio por lo planteado por gente de esta misma tendencia, al afirmar que se está más alla de ambos conceptos. La naturaleza y las energías que en ella habitan son ambiguas, términos como “bueno” o “malo” están de más en este caso y no hacen más que (quiero creer que de manera inconsciente) acrecentar el discurso antropocentrista, según todo lo visto y vivido es catalogado con el idioma del humano.
¿Qué decir del festejo de tornados, lluvias, maremotos, y démas supuestos “desastres naturales”? Hoy en día hay bastante información al respecto acerca de cómo los gobiernos pueden crear todas esas situaciones, festinarlas sin más me parece un desacierto, las inundaciones en gran parte de esta región no se deben a una venganza de la naturaleza, sino a la propia mano imbécil del hombre que ha deforestado y minado montes en pos de la plantación de soja. En la mayoría de imágenés que comparte cierto blog de estos “desastres naturales” no veo a ningún científico, policía, juez, periodista, tecnócrata etc, muerto o arrasado, y es porque generalmente estos “desastres naturales” afectan a las zonas más atrasadas en el maldito mundo del progreso. Ellos pagan lo que otros gozan. Y eso lleva una vez más a la señalización de clasista, cosa que descarto de lleno. Pero vuelvo al tema de las prioridades, las cuales tengo y de las cuales no reniego.
Desconocer que la mayoría del social es cómplice del sistema de dominación que intenta aplastarnos es estúpido, pero también lo es creer que nuestros enemigos más importantes viajan en tren o que es lo mismo un vendedor callejero que un cientifíco al servicio de una multinacional o de un gobierno. Es innegable que ambos ejemplos sociales, si bien retroalimentándose en la red esclavizante, cumplen diferentes roles, y cortando la cabeza el cuerpo no sigue andando…
No me gusta el facilismo, prefiero los retos, y golpear donde más duele. Pero como solamente estoy escribiendo en un blog, por prudencia, por respeto, y por coherencia conmigo mismo, no es más lo que puedo agregar sobre el asunto.
En un mismo sentido, no comparto para nada aquello de que las acciones estén libradas a la suerte, como se ha deslizado por ahí, y que en las mismas no hay seguridad para nadie, ni siquiera para quienes la llevan a cabo. Si bien es cierto que no podemos calcularlo todo, sobran manuales, consejos, apreciaciones, comunicados, que explican cómo reducir los riesgos al mínimo, tanto para quienes deciden llevar a cabo una acción, como para terceros que no son nuestro objetivo. Por obvias razones me veo limitado a la hora de compartir experiencias sobre estos temas a través de este medio.
Ahora bien, si la idea es atacar indiscriminadamente, que no se escude esa motivación con la excusa de “atacar teniéndolo todo previsto es imposible”, simplemente que se diga que ese es el objetivo y punto…
Continuaré de mi parte publicando los comunicados con los que me sienta afín, los que considere necesarios para abrir debates (¡no necesariamente públicos ni con este blog!) y dejando a un lado los que no.
Hasta el momento, de parte de quienes llevan adelante este tipo de ataques no he tenido mayores críticas sobre esta decisión, sorprendentemente sí desde blogs que parecieran competir por ser lo ultra de lo ultra. Me tiene sin cuidado lo que digan algunos cibermilitantes a los cuales les sobra el tiempo para elaborar debates amorales por la internet, editarlos en pdf, y enviarlos a todas las páginas… ¡menos a esta!
Es un riesgo que se corre el de los “club de fans” cada vez que aparece una nueva tendencia o propuesta en la lucha contra el mundo de la civilización, pasó con el insurreccionalismo, pasó con la propuesta de la FAI/FRI, un poco con el nuevo nihilismo, y está pasando con la tendencia eco-extremista. Bajo ningún punto me responsabilizo si en ella se esconden individuos desequilibrados (habría que ver igual en base a qué parámetros de “normalidad”), o personajes con ansias de figurar, pues lo mismo puede ocurrir, y de hecho ocurre, en el ámbito anarquista y seguramente en tantos otros movimientos de lucha.
De seguro estas líneas sean demasiados moderadas para algunos de la tendencia eco-extremista, y una traición para la mayoría del anarquismo, tal vez se me acuse de quedarme en las medias tintas y no se comprenda que lo que expreso es lo mío, lo propio, lo único. De todas maneras, poco me interesa, no estoy para sumarme ni adherirme a corriente a alguna, sino para expresar lo que siento, y espero no tener que volver a pronunciarme sobre este tema.
Lo dicho.
Complicidad con todos los ataques que busquen minar la paz social.
Adelante en la profundización y agudización del ataque, por nuestros muertos, por nosotros mismos, porque ahora es cuando.
Nigra Truo