Recojo del blog anarquista inglés 325 y traduzco a castellano el siguiente comunicado titulado «Ataco, luego existo» y escrito por el compañero Nikos Romanós, reflexionando sobre la propuesta del Diciembre Negro y lo que esa campaña pretendió ser y suponer, y cuáles son las perspectivas y sus posibilidades en el futuro para la auto-organización y la coordinación informal del ataque y las campañas anarquistas:
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Ataco, luego existo…
«La propuesta se extendió, la insurrección se generalizó, algunxs individuxs la asumieron, lxs antagonistas actuaron y las manecillas del reloj se activaron: con distintas acciones que van desde barricadas, bloqueos, marchas, cierre de escuelas, detonaciones explosivas por doquier, incendios y más. A esto le llamamos el proyecto insurreccional, una conjugación de teoría-practica sobre el andar, una combinación entre el pensar, analizar, actuar y proyectar destruyendo.»
- De una reivindicación de responsabilidad de compañerxs anónimxs en México por tres ataques explosivos contra objetivos de la autoridad, en el marco del Junio Negro
Para nosotrxs el mes que pasó fue un terreno de pruebas para la coordinación informal de la acción anarquista, siendo al mismo tiempo un intento experimental para la coexistencia política de compañerxs de diferentes orígenes y perspectivas políticas, que mientras mantienen su autonomía política contribuirán a la realización de un plan subversivo orientado alrededor de cuatro direcciones políticas clave: Acción directa, diversidad de tácticas y teorías, el deseo de una coordinación común y la organización informal.
La campaña del «Diciembre Negro» fue un punto de encuentro para la dirección estratégica de organización informal y para reiniciar el continuo levantamiento anarquista en nuestro propio territorio e internacionalmente. Por esta razón yo creo que mereció la pena, tanto para las perspectivas de ampliación del ataque anarquista como para buscar caminos donde las prácticas anarquistas se encontrarán, para que todxs lxs que participaron en este proyecto subversivo no sólo se quedarán donde están, sino que buscarán por los medios adecuados para asegurar la continua coordinación informal de la acción anarquista, definiendo nuestras propias coordenadas dentro de la guerra social y así dando forma a esas condiciones que nos permitirán fortalecer y empoderar un frente polimórfico para diseminar la semilla de la insurrección anarquista constante en las metrópolis del mundo.
“Diciembre Negro – Conclusiones políticas y ecuaciones creativas”
En las interminables horas de la muerta y desolada dimensión de la prisión, a menudo estamos intentando analizar los datos de la realidad externa a pesar del mínimo de los estímulos que nos alcanzan. La observación, estudio, tratamiento y monitorización de los eventos desarrollándose en el espacio-tiempo paralelo es una condición que no debería ser tratada de manera estrecha, sino más bien con intentos persistentes de conectar con lxs compañerxs fuera de los muros que libran sus propias batallas contra la autoridad.
Tengo la impresión de que casi nadie será capaz de argumentar contra el hecho de que, en general y por varias y a menudo mutuamente independientes razones y causas, los círculos anarquistas muestran una fuerte disminución en sus actividades. Los temas que fueron capaces de desarrollar fuertes dinámicas independientes fueron pocos, y hay un sentimiento común entre muchxs compañerxs de que en los últimos tres años las dinámicas se han visto más reflejadas durante huelgas de hambre por lxs luchadorxs encarceladxs.
Si consideras el nivel de las acciones que ocurrieron durante estas luchas conjuntas y los textos abiertos que siguieron (cuando estos mantienen la necesaria sobriedad y compostura) podemos observar un espacio común, una orientación subversiva colectiva. La valoración positiva de esos períodos de densa acción anarquista los ve caracterizados por la coordinación informal, la diversidad de acciones, y la autonomía de cada colectividad e individux que toma parte en estas luchas. Aparte de esta evaluación positiva, hubo la desagradable sensación de incumplimiento en el hecho de que poco después hubo un retorno a la normalidad.
El deseo generalizado de interrupción anarquista de la rutina diaria para expandir en duración y plantear sus propias estrategias fue un tema clave de discusión y estudio, pero aún permanecía suspendido y ausente. En algún lugar, nació la curiosidad por buscar las herramientas teóricas apropiadas para que estas características pudieran ocurrir a través de campañas de acción autónoma que no girarían alrededor de huelgas de hambre sino de luchas temáticas que serían una decisión colectiva. De esta manera habría una oportunidad para desarrollar iniciativas desestabilizadoras que contribuirían a la intensificación del conflicto anarquista con el mundo de la autoridad.
Un intento así fue la campaña del Diciembre Negro, que pretendía crear un marco abierto para la acción dentro del cual sería probada la coordinación informal de la acción anarquista, la coexistencia creativa de compañerxs de diferentes posiciones y orígenes ideológicos, una superación dialéctica de los cuellos de botella teóricos con el fin de crear una dinámica inversa en oposición a la cultura del atrincheramiento ideológico, así como la abolición de la distinción entre legal e ilegal, y la creación de una percepción emergente de convergencia – para que la jerarquía en los medios de lucha pueda ser eliminada mediante la práctica de la diversidad anarquista, para que cada parte integral conforme la totalidad de la resistencia anarquista.
Esta propuesta, más allá de las cuestiones planteadas inicialmente, no fue entendida para restringir la campaña del Diciembre Negro. En cambio, como está escrito en el texto original que enviamos, la perspectiva era una apuesta para formar una plataforma anarquista informal dentro y fuera de las murallas. Este proyecto pondría en práctica el experimento de organización informal, manteniendo mientras abiertas todas aquellas características que no permitirían que se convirtiera en la «propiedad» de una cierta tendencia o en una práctica anarquista específica, sino para convertirse en un vehículo para todxs aquellxs compañerxs que están deseando transformar la anarquía en un riesgo real para el sistema.
Un punto de encuentro, una fermentación, un intercambio por la coordinación y la comunicación,para ser un trampolín de pensamiento y acción por la intensificación de la lucha anarquista. La campaña del Diciembre Negro contribuyó con mucho contenido a la discusión de las tácticas revolucionarias y mostró todo esto a través de la acción polimórfica que desarrolló. El Diciembre Negro fue un nexo de comunicación entre diversas prácticas anarquistas por todo el mundo. Una pequeña gota de anarquía que quiere evolucionar y causar los mismos eventos impetuosos, para difundir la fiesta de la destrucción en cada pulgada de tierra donde el Poder estrangula la belleza salvaje de la libertad desenfrenada.
Entonces el hilo de la anarquía y la acción directa pudo asociar a compañerxs de Grecia, Italia, Colombia, Chipre, España, Suíza, Países Bajos, Reino Unido, Alemania,México, Chile, Argentina, Bolivia, Brasil, Canadá, Estados Unidos, Uruguay, Australia, Perú, Ecuador y Bélgica, a través de decenas de acciones anarquistas polimórficas. Textos de compañerxs encarceladxs, acciones de contrainformación y propaganda, pancartas en las alas de las prisiones, manifestaciones militantes y enfrentamientos con la policía, incendios, explosivos y vandalismo contra objetivos del enemigo, eventos en okupas y centros sociales, la publicación de trabajos anarquistas describiendo la experiencia insurreccional, momentos de acciones directas, manuales y análisis teóricos desde varios puntos de vista, todos contribuyeron a su propia manera única a un frente polimórfico de lucha organizada informalmente que internacionaliza las experiencias y avanza en la ofensiva.
Si unx intenta escapar de una perspectiva estéril que sólo ve su propia jurisdicción como el centro del mundo, entonces podrá ver que de hecho en este llamado no hay una «hegemonía ideológica» de ninguna tendencia anarquista en comparación a cualquier otra; en cambio, estudiando el contenido teórico de las acciones, quizá se darán cuenta de que esta campaña desarrolló el impulso precisamente por el motivo de su apertura.
Por otra parte, si unx mira hacia atrás al pasado, tanto al pasado a corto plazo como al lejano, verá que cada vez que se ha intentado una separación de una corriente de la anarquía de una manera distinta y competitiva con las otras, ésto ha llevado a la política de atrincheramiento e introversión, lo que resulta en un corto plazo de tiempo en la pérdida de impulso. Esto naturalmente ocurre porque al retirar los términos de la discusión dialéctica, automáticamente retiras cualquier campo de confrontación fructífera a través de los cuales los diferentes conceptos teóricos pueden desarrollar su potencial. Siguiendo los pasos de tal lógica, unx es forzadx a la absolutez en el discurso, no como un medio para la autodeterminación, sino como una técnica de polarización de luchas – sin embargo esto se aplica sólo a palabras, como el mundo real nos ofrece una multitud de contradicciones, convenciones y hechos contradictorios a los que es imposible responder en base a una teoría absoluta totalmente formada. Así que esto lleva a crear distancias entre teoría y práctica, que como se exacerban conducen a cada unx de nosotrxs a tratar exclusivamente con la exhibición espectacular de eventos y no su contenido. Así que en conclusión, este llamado no promovió el separatismo, y no porque creamos que la mayoría de los círculos anarquistas sean un ambiente sano – mas bien los hechos muestran lo contrario de ser el caso – sino porque sentíamos la retirada estratégica y la debilidad política de permitir un espacio de trabajo cómodo a aquellxs que infestan el cuerpo de la anarquía. Por otro lado no podemos definirnos basándonos solamente en referencias políticas y aspectos negativos de algún «otro».
Por otra parte, con las palabras y nuestras acciones no permanecemos indiferentes; por el contrario,hacemos valer nuestra posición empezando como individuxs, para fluír en el colectivo de quienes están en el lado de la negación, una posición que sobre la base de una invitación compañerista comunica la esencia del problema y el proyecto para la destrucción absoluta de lo existente, dando el impulso subversivo que toda lucha necesita.
“Algunos pensamientos sobre las críticas contra el Diciembre Negro”
A diferencia de la impresión falsa creada por algunos, nunca tuvimos la ilusión de que una insurrección entrase en erupción, como los disturbios ocurren más a menudo en la naturaleza de la aleatoriedad y no en respuesta a un texto, tampoco era la justificación de esta propuesta política sólo expandir la dinámica de algunos enfrentamientos entre manifestantes y la policía. Si esta impresión errónea no tiene relación con el llamado original, entonces aquellxs que hicieron esta crítica probablemente no leyeron con el suficiente cuidado los textos originales, ni tenían el suficiente interés para escuchar los discursos grabados en eventos públicos en okupas anarquistas y radios auto-organizadas, ya que esto fue suficientemente enfatizado explicando toda la razón política de la propuesta.
En cuanto a otro tema que se ha convertido en un punto crítico, que se refiere a la relación de lxs anarquistas encarceladxs con las comunidades anarquistas que a diario combaten la podredumbre autoritaria, es importante aclarar algunos puntos de vista en una dirección radical que no va a alimentar aún más la fragmentación dentro de los círculos anarquistas. Bien, antes de que yo experimentase la desfortuna de encontrarme en prisión, hubo un intento de algunxs anarquistas de consolidar la percepción de que lxs prisionerxs anarquistas no son algunas vacas sagradas por encima de cualquier crítica – por el contrario constituyen una parte integral y viviente de la lucha anarquista, como cada anarquista que lucha contra los bastiones del Estado y la autoridad. De esta forma también participan en desarrollos anarquistas, contribuyen con sus palabras y sus acciones durante las luchas, con la misma posibilidad de enviar propuestas y publicar críticas que lxs compañerxs fuera de los muros.
Dentro de los muros, por tanto, en un período dominado por la fragmentación y las controversias políticas y personales exacerbadas, hubo una contribución sin retórica grandilocuente a superar diferencias personales y rigideces teóricas, y que así el centro de gravedad pudiese ser cambiado hacia donde el corazón de la anarquía debe estar, en constante batalla con el poder. Este llamado fue planteado con características abiertas, no enviado a ninguna tendencia particular de la anarquía, pero dejada para cualquiera que sienta dentro la necesidad o el deseo de seguir este llamado a actuar con las condiciones y la forma que escogiesen.
Por eso el llamado fue dejado expuesto a cualquiera para apropiárselo como quisiese. Dado que esta campaña de acción específica no gira en torno a las exigencias personales, no podría haber tenido un carácter centrado en la persona. Como presxs de la necesidad incapaz de ver nuestros cuerpos corriendo libres en los senderos salvajes de la insurrección anarquista continua, la única forma de conectarnos con el mundo de la lucha fuera de los muros es la fermentación mutua entre nosotros,y gracias a esta fermentación buscamos la comunicación con aquellos colectivos y personas que se creyeron o esperaban que un diálogo, un acuerdo, fuese fructífero. El absurdo de la situación no es que algunxs nos respondiesen y algunxs no, sino el hecho de que otrxs nos acusasen en retrospectiva de no buscar ningún acuerdo.
Que las campañas de lucha como en el Diciembre Negro puedan tener como temática invocar la memoria de nuestrxs compañerxs muertxs no significa de ninguna manera que intentasen la resurrección de eventos insurreccionales pasados. La memoria colectiva subversiva fue, es y continuará siendo una parte vital de la lucha anarquista polimórfica. La sangre de nuestrxs compañerxs nunca se secará en las páginas de libros polvorientos, que forman la coartada ideológica de la inercia de la inteligencia oficial de la aristocracia «radical», sino que continuará fluyendo por las venas de luchadorxs actualmente armando sus mentes y sus manos en incontables ocasiones para manifestar en todos los sentidos, posibles e imposibles, su odio contra el mundo del poder y sus esbirros.
La memoria de la minoría anarquista armada y lxs revoltosxs asesinadxs por asesinxs uniformadxs es una memoria que nos recuerda que cuando tomamos las armas y atacamos el orden de la legalidad, es sobre todo una actitud de responsabilidad y consecuencia por nuestrxs muertxs, por aquellxs que dieron sus vidas en la lucha y para la lucha. Es esta memoria la que nos recuerda que la anarquía debe ser peligrosa para la autoridad, violenta y absoluta contra los exponentes de la esclavitud, afilada y protegida contra cualquiera que intente suavizar sus características.
Por lo tanto, invocar la memoria de nuestrxs muertxs es una invitación a la lucha, nada más y nada menos, un momento de lucha en la ruta de la rebelión anarquista intransigente en el desierto de la subordinación social.
«Por una plataforma anarquista informal, en la teoría y la práctica»
«La insurrección antiautoritaria internacional por lo tanto se basa en una profundización progresiva de la comprensión mutua entre todxs lxs que se suscriben a ella. Esto es indudablemente un encuentro revolucionario en la medida en que será dirigido al intercambio de información sobre el trabajo que cada miembro, cada grupo, cada estructura y así sucesivamente, lleva dentro de su realidad espacial.»
- Del trabajo «Internacional Antiautoritaria Insurreccionalista – Propuesta para una conversación» que, entre otras consideraciones alrededor de la organización informal para compañerxs anarquistas, viene del distante 1993.
Al empezar un diálogo vivo entre compañerxs que reconocen que estamos en el mismo lado de las barricadas, es aconsejable dejar claro lo que queremos lograr y por qué defendemos la organización informal de la acción anarquista. La organización informal es nuestra manera de transformar nuestra rabia contra la civilización de la autoridad en una oleada coordinada de ataques, interrumpiendo el monopolio de la violencia de la ley y el orden. A través de la organización informal concentramos nuestros objetivos y llamamos a condiciones insurreccionales que, si se desea, pueden ser concentradas en metas objetivas, multiplicando así su potencial. Mientras mantenemos nuestra autonomía política, sin subordinar nuestras percepciones a ninguna estructura centralizada, al mismo tiempo estamos dando ayuda y espacio al desarrollo de iniciativas individuales y grupales para que el imaginario colectivo de lxs compañerxs pueda crecer creativamente, sin estar subordinado a la voluntad política de una tendencia política.
Creemos que el desarrollo de estructuras e infraestructuras anarquistas que trabajarán en red y comunicarán con lxs demás a lo largo de la amplia gama de luchas anarquistas es el primer paso para implantar una estrategia, en la raíz de nuestro deseo de no posponer para mañana nuestra rebelión contra el dinero, la propiedad, la apatía, el reformismo. Y esto es para nuestra lucha contra la guerra del capitalismo organizado, que tiene como objetivo nuestro sometimiento completo a los dictados del establishment, un establishment autoritario retorcido que aplasta a cualquiera que trate de resistir. A través de la organización informal de la guerra anarquista, deseamos demoler las identidades sociales que nos han hecho permanecer sólo como trabajadorxs, estudiantes, presxs o migrantes, y construir comunidades revolucionarias donde desarrollemos un nuevo enfoque humano en la organización, las prácticas y las relaciones, una experiencia existencial inseparable de nuestra participación en la guerra contra la autoridad.
Tras muchos pensamientos y discusiones entre compañerxs tanto dentro como fuera de los muros, pusimos sobre la mesa de debate una idea que no era una doctrina establecida –por el contrario, es una invitación fraterna a su profundización y desarrollo por los pensamientos de todxs lxs compañerxs que deseen participar en el diálogo. Queremos crear una plataforma anarquista informal en la que el diálogo se desarrolle entre compañerxs de todos los frentes de la lucha anarquista – compañerxs buscadxs, presxs anarquistas, okupas y espacios autogestionados, colectivos anarquistas, grupos de guerrilla e individualidades autónomas – en este mosaico de diferentes conceptos y elecciones que unirán a todxs aquellxs que quieren promover la lucha anarquista de formas informales declarando la guerra por todos los medios necesarios contra la autoridad. Para evitar malentendidos, el término «plataforma» no intenta una conexión con la tendencia política de la anarquía que está arraigada en el comunismo libertario, sino que denota la creación de un punto de partida informal de coordinación.
La principal meta de este proyecto no es otra que la coordinación y el desarrollo de la insurrección anarquista en todos los campos de la vida social donde pueda crecer. No queremos la creación de una organización centralizada, sólo queremos mejorar nuestra eficacia – y hacerlo requiere la creación de una red de comunicación informal de coordinación e intercambio de pensamientos, que al mismo tiempo será visible en la difusión de su propia señal en la guerra anti-estatal. A través de esta aventura compañerxs okuparon edificios, propagaron las ideas anarquistas, se enfrentaron con lxs maderxs y lxs fascistas en las calles, encendieron fuegos para derretir el gélido deseo de esclavitud que se extiende dentro del cuerpo social, levantaron las armas contra lxs defensorxs de la explotación – todxs pudieron participar igualmente en un ejercicio anárquico que no promueve la organización como un fin en sí mismo, sino que por el contrario coordina la actividad anarquista horizontal e informal, registra los puntos de vista políticos, propone luchas estratégicas y temáticas, difunde la percepción de la insurrección anarquista continua en aquellxs jóvenes compañerxs que son portadorxs del virus del antagonismo, intenta sentar las bases de una coexistencia política saludable y de la síntesis de diferentes visiones políticas, todo mientras reconoce la sincera contribución de cada perspectiva en la lucha. Simultáneamente a través de tal aventura reconocemos todas las formas de lucha como parte de nuestra lucha mayor, y en la práctica retiramos la separación entre legal e ilegal, y podemos superar a todo tipo de “expertos” y “especialistas” dentro del movimiento. Construimos puentes entre compañerxs, reconociendo a todxs como iguales en el diálogo entre nosotrxs, y en este camino una okupa anarquista, unx compañerx encarceladx, o un grupo incendiario adquiere el mismo peso y no son categorizadxs por la presentación espectacular de sus respectivos medios de lucha.
Por este motivo el único acuerdo requerido es nuestro deseo por el apoyo efectivo de la insurrección anarquista continua manifestado por todos los medios, levantando barricadas llameantes contra la embestida total del capitalismo. En consecuencia, el llamado abierto para el compañerismo en las filas de una plataforma anarquista informal no está dirigido a compañerxs específicxs de una tendencia anarquista, sino a cualquiera, dado sólo que no condenen ninguna forma de lucha y crean en la flexibilidad y las ventajas de la organización informal. Al mismo tiempo se hace evidente que este proyecto está compitiendo con las ideas de organización central y funciones centralizadas, y es políticamente hostil a aquellxs que están tratando de colarse porla puerta trasera con los estatutos y las actitudes de los partidos políticos (sin que esto signifique que esto busque específicamente crear un dualismo para mover el centro de la discusión sólo alrededor de los modelos de organización) mientras al mismo tiempo empieza promoviendo la coordinación informal y el trabajo en red de iniciativas anarquistas informales deseando chocar con el Estado, el Capital y las relaciones sociales que reproducen.
“Un recordatorio de los puntos clave del acuerdo anarquista”
Como se ha dicho arriba, los tres principios que dan forma a esta plataforma anarquista son la autonomía, la diversidad de medios de lucha y la coordinación, siempre en el contexto de la organización informal.
Autonomía: Porque consideramos que los conceptos teóricos de cada unx y sus prácticas no deberían ser homogeneizadxs bajo una política paragüas sino desplegadas en público, contribuyendo así al desarrollo de una dialéctica anarquista. El pluralismo dentro de las comunidades anarquistas debe ser un enriquecimiento del pensamiento anarquista. Hay momentos en los que las contribuciones teóricas de grupos de afinidad complementan sus puntos de vista particulares y su evolución abarca el espectro del pensamiento crítico radical. Pero incluso si hay desacuerdos y discrepancias, los puntos contradictorios de cada concepto pueden y deberían servir como una ocasión para un mayor enriquecimiento o para algunas revisiones, si por supuesto tal confrontación es llevada a cabo en un entorno de comprensión mutua que no apunte a la degradación de un oponente dentro del movimiento.
Simultáneamente la autonomía asegura la ausencia de hegemonía que puede ser expresada en una manera dominante en modelos más concentrados, o incluso en grupos anarquistas informales. Sólo en el último caso, el veneno del poder puede ser limitado a donde comenzó y no será capaz de difundirse más allá.
La autonomía nos permite contribuir a forjar una estrategia de combate (por supuesto dado que esto es deseado) con nuestro propio perfil político y nuestra propia práctica política, contribuyendo así a un marco más amplio que reúne la fuerza y multiplica los efectos de mantener una alianza estratégica usando el concepto de autonomía. Haciendo una comparación, podemos decir que cada campaña de lucha es como un lienzo en blanco donde el único límite es el borde del marco. Cada grupo anarquista pinta a su propia manera especial y añade sus propios toques, llenando de la forma más bella la diversidad de la lucha anarquista.
Diversidad: La diversidad polimórfica de la lucha anarquista es a menudo un concepto malinterpretado, que a veces es usado como una coartada ideológica para el repudio de acciones dinámicas, y algunas veces es invocado como un proceso que debería ser la única razón para el apoyo político de acciones de guerrilla urbana. Pero estos dos pensamientos rechazan entrar en el núcleo del concepto, donde la diversidad de la lucha anarquista es la única posibilidad para mejorar sus propias capacidades para la lucha. Los medios de la lucha anarquista, desde la propaganda impresa hasta las armas, son objetos muertos si unx no intenta darles un significado y el contenido subversivo deseado. Porque la actividad anarquista es definida como tal cuando contiene en su esencia los ingredientes de la rebelión y el conflicto con cualquier autoridad.
Así que la diversidad es el reconocimiento de todas las formas de lucha como de máxima e igual importancia. Enfrentadxs con una realidad compleja debemos ser capaces de desbloquear aquellas herramientas analíticas que nos permitirán evitar enfrentarnos al mundo a través de enfoques dogmáticos. Cada acción anarquista disemina mensajes y crea condiciones y estímulos en una sociedad compleja y estructurada. Las intervenciones anarquistas alteran el curso de los eventos, trazando caminos caóticos de colisión con cualquier forma intentada de manipulación y opresión. Por este motivo cada medio de lucha usado está conectado con todos los demás, creando una cadena conceptual irrompible que es la única perspectiva creíble para la conversión de la anarquía en un riesgo real para el Estado y los jefes. Así que cuando los conceptos que son promovidos no entienden esta totalidad indivisible, entonces el fenómeno de la fragmentación que se crea produce reformismo, auto-referencialidad, fetichismo de las armas, o retrocesos ideológicos, dependiendo del lugar y la localización del eslabón en la cadena que se ha roto. Porque si la anarquía es desarmada y no puede mantener y fortalecer sus armamentos que le permitirán vengarse de lxs gobernantes de toda la podredumbre de este mundo, alcanzaremos una opción alternativa en el futuro: ser utilizadxs, como muchas otras fuerzas revolucionarias antes, para revitalizar el sistema. Está históricamente demostrado, además, que el capitalismo y la democracia burguesa aprovechan esta posibilidad de asimilación en oposición a proyectos radicales. Porque, con la misma lógica, si unx no comprende la guerrilla urbana como otro medio de lucha necesario e indispensable en el carcaj de cada anarquista, estamos condenadxs a una estrategia de retirada en la lucha global desde el momento en que se crea un movimiento a dos velocidades: al final, una parte del movimiento será completamente golpeada por la represión, y la otra volverá a los clubs literarios de inofensiva charla académica.
Coordinación: Es el punto de espacio-tiempo donde la actividad anarquista difusa sincroniza y dirige sus poderes a un objetivo específico, ya se refiera a la huelga de hambre de unx compañerx encarceladx o a una campaña de acción alrededor de un tema seleccionado. Nuestra elección es coordinar la expresión práctica de nuestro deseo de atacar el edificio autoritario en una manera oportuna y decisiva. La coordinación informal y horizontal incrementa dramáticamente la dinámica de acciones de lxs anarquistas, ya que ganan más peso y se vuelven más amenazantes si son parte de un plan organizado que ha sido basado en acuerdos informales de acción conjunta por grupos e individualidades anarquistas.
La coordinación establecida automáticamente maximiza el potencial de las acciones dentro del contexto global en el cual están siendo conducidas. Simultáneamente a través de la coordinación informal somos capaces de llegar a una interacción entre nosotrxs, ya que los pensamientos de cada unx sobre las cuestiones son colocados de manera complementaria y no antagonista con todos los demás. La elección de una coordinación informal no implica nuestra convergencia obligatoria en todas las propuestas o en la temática de lucha específica propuesta. Además, nuestra autonomía nos cubre de que esto ocurra, dándonos así la oportunidad de seguir diferentes estrategias en ciertos períodos cuando no haya acuerdo sobre la acción temática propuesta.
“En lugar de un epílogo…”
Compañerxs, el amanecer de esta nueva era llega con el rostro más implacable y repugnante, mientras estamos en la agonía del desarrollo histórico condensado, en este período de desarrollo capitalista voraz que destruye y arrasa toda la vida en este planeta, simplemente no podemos hablar de revolución y anarquía sin promover un método consistente de lucha que con su antagonismo hará heridas en el aparentemente invulnerable cuerpo de la soberanía. Vivimos tiempos de cambio, de los que puede nacer una perspectiva liberadora. En esta época en la que vivimos debemos hacer un divorcio definitivo con la vacilación y la procrastinación; cada minuto perdido, cada momento malgastado es terreno ganado por el enemigo. La guerra de todxs contra todxs que el capitalismo promueve no es una figura desde la aparentemente segura distancia de la periferia capitalista, sino una realidad viviente experimentada por millones de personas que literalmente han visto sus vidas arrojadas al cubo de la basura, informadxs a través de datos estadísticos extraídos por tecnócratas y analistas militares, de los cuales todos muestran cómo las políticas económicas y sus desarrollos están abriendo frentes en una zona de guerra. Está más allá de mi comprensión cómo alguien que quiere ser consideradx anarquista puede seguir sin estar convencidx de la necesidad urgente de escalada e incremento de la guerra revolucionaria, simplemente echando un vistazo a lo que está pasando a su alrededor. Contra la violencia ciega de las guerras entre Estados, proponemos la violencia de la insurrección que vuela las convenciones sociales. Rompamos definitivamente con la cultura moderna de la subordinación y la degradación.
Las posturas de cada persona no son visiones de una neutralidad objetiva y distante, demuestran elecciones y actitudes relacionadas con la lógica de las condiciones sociales. Aquellxs que posponen para mañana en todas las formas posibles el ataque contra las representaciones del poder, sólo dan un aliento de vida a la dominación y su organización del exterminio masivo.
Por nuestra parte, la propuesta presentada no afirmó un monopolio sobre la acción anarquista, sino que dio una visión de la organización informal y de las posibilidades que podemos obtener si somos serixs y persistentes en nuestras intenciones y nuestras acciones para cortar el nudo gordiano de la introversión. Queremos formar una coordinación informal internacional que será el puente entre la acción pública y la acción conspirativa, que será el siguiente paso en el desarrollo de la lucha anarquista polimórfica, intentando cumplir y profundizar cualitativamente todas las experiencias históricas relevantes del pasado.
El hecho de que este texto llegue a su final no significa que haya tratado en detalle todas las cuestiones y pensamientos que se había propuesto tratar. Además, el objetivo no es convertirse en una propuesta rígidamente demarcada, sino en una apuesta en la lucha que será enriquecida y se moverá a través de las acciones, basando así su dirección en la única cosa que puede ser considerada esencial, el movimiento sin fin y la destrucción creativa de la lucha anarquista.
«¡Hm! ¡Y cómo los tontos gritarán: ¡Tercos anarquistas! ¿Quién puede entender la tormenta que ruge en nuestras mentes? ¿Quién podría ser consciente de nuestra hambre de placer, de vida? ¿Quién puede entender nuestra derrota derivada de la cobardía humana?
Estamos solxs. No hemos encontrado compañerxs listxs para participar en la lucha por la recuperación de la vida. Por eso perdimos. Y unx de nosotrxs se desvaneció. Lxs otrxs permanecen con sus ojos pegados en el horizonte. No pudieron y no los apartaron. Este es nuestro destino.
¿Encontraremos compañerxs? De otro modo, cada unx de nosotrxs a su propia manera desaparecerá silenciosa o estruendosamente del escenario del mundo.
Un capítulo se cierra. Un capítulo de lucha, esperanzas, ilusiones. El final, sin embargo, todavía no ha llegado. Como esas vidas extrañas, inusuales, llegan a su fin, llegamos a un punto donde nos damos cuenta de que habrían estado mejor si nunca hubiesen nacido. Y esto es todo lo que había que decir.»
¡Fuerza y solidaridad a lxs presxs anarquistas!
¡Organicemos la incontrolable libertad de la dignidad humana!
¡Anarquía significa ataque!
Nikos Romanós