Recibo en el correo electrónico y dejo a continuación la carta de la compañera Amelie, la cual se encuentra presa desde el pasado 5 de enero, al ser detenida junto a lxs compañerxs Carlos y Fallon en México (Amelie y Fallon, de origen canadiense, se encontraban de viaje allí), acusándoles de estar tras dos ataques incendiarios perpetrados, respectivamente, contra un concesionario de la marca Nissan y una sede del Ministerio General de Comunicación y Transportes, siendo ambos objetivos atacados mediante la rotura de los cristales y el lanzamiento al interior de varios cócteles molotov.
Pese al encierro, lxs compas mantienen una actitud digna de enfrentamiento contra las instituciones del sistema y sus lógicas. Para más información de su caso y situaciones particulares, visita el blog de solidaridad: https://fuegoalascarceles.wordpress.com/
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23 de febrero, cárcel de Santa Marta, México DF
La noche del 5 de enero pasado, fui arrestada con mis compas Fallon y Carlos por supuestamente haber atacado la secretaría federal de comunicación y transportes de México y una tienda de automóviles Nissan. Ventanas fueron rotas y cócteles molotov lanzados al interior del ministerio (según lo que dicen las pruebas) y a autos nuevos del comercio. Los daños son de 70.000 pesos al ministerio y mas de 100.000 pesos a Nissan.
Efectivamente, soy anarquista y vivo en Montreal, Canadá. Estuve de viaje en México, y parece que mi viaje se prolongara por algún tiempo…
Después de haber sido arrestadxs, nos encarcelaron durante 96 horas para luego transferirnos al Centro Federal de los Arraigos, sin haber visto a un juez. Hemos sido secuestradxs durante 40 días. En la celda 23 horas de 24, fumar un cigarrillo dentro de 10 minutos, 3 comidas por día pero con sólo 10 minutos para comer cada vez, sin hablar, sin poder tener lápiz, 9 minutos de teléfono por día. Pues, fue la espera, de la mañana a la tarde con la tele-abierta pasando telenovelas mexicanas. ¡Suerte que nuestrxs amigxs nos enviaron libros! Gracias, no se como hubiera sobrevivido sin esto.
El día 40, la Procuraduría General de la República (PGR – Policía federal) transfirió nuestros casos a la PGJ (Policía de Estado) porque no tenían suficientes pruebas para acusarnos al nivel federal. Fallon y yo estamos en la cárcel de Santa Marta, cárcel de Estado para mujeres en la Ciudad de México, donde hemos sido transferidas, y Carlos se encuentra en “Oriente”, una cárcel de Estado para hombres ubicada a 20 minutos de aquí. Acá, es una microsociedad rodeada de cemento y de alambre de púas, pero donde podemos hacer lo que queremos al interior de los muros.
Al momento de escribir este texto, son las 7:30 de la mañana. Estoy en el patio y estoy mirando el sol levantarse detrás de la torre de guardia que ocupa el paisaje. De verdad, me siento como en el patio de un edificio de departamentos de interés social, cuando veo el edificio con ropa secando en las ventanas sin barras. Hay palomas, basureros, pasto seco y alambre de púas. También hay un montón de gente con sus historias propias…
La cárcel, como la policía, es un hecho necesario al mantenimiento de la paz social. Es la dominación y el control que permiten a este mundo asqueroso mantenerse. La cárcel significa miedo, incertidumbre, vergüenza, soledad, aislamiento. La sociedad doma a lxs individuxs para ser buenxs ciudadanxs. Mi fuerza como individua toma raíz en el rechazo a que el miedo pueda ser un limite en mi vida. Por supuesto, tengo miedo, como todxs, de varias cosas, pero mis deseos de libertad son más grandes. El miedo está a menudo construido y puede ser desconstruido cuando se enfrenta. Lo que importa es ver mas allá, de exceder los limites, las fronteras, mas allá de los muros, de las montañas, de los ríos y los océanos.
No se cuanto tiempo estaré aquí, pero no siento lástima por mí misma. Tengo confianza en que afuera sigue la lucha, que la gente se encuentra, que se aman, que se detestan, que viven, ¡mierda! De verdad, no me siento bien con el hecho de que la gente se concentre sobre nuestro caso sin llevar sus propias luchas en sus propios contextos. Pienso que la mejor solidaridad se construye en el reparto de las fuerzas individuales y colectivas. Lo peor para mí seria que nada pasase afuera mientras estamos secuestradas aquí, pero sé que mis amigxs siguen, a pesar de las dificultades que encontramos. Mi realidad de anarquista en la cárcel solo es un hecho entre muchos al cual tenemos que adaptarnos. Lo mas difícil es mantener y proteger los lazos de confianza con lxs compas con quien tenemos afinidades para pensar en el largo plazo. Cuando es posible, posibilidades inimaginables se abren.
En este sentido, mis ideas y análisis son los mismos aquí que afuera. Esto es la razón por la cual no quiero cambiar mi discurso para recibir el apoyo de la gente. Aprecio un montón los esfuerzos que han sido hechos desde el principio, pero me distancio de algunas iniciativas hechas en solidaridad con nosotrxs: Durante la vigilia que fue organizada en frente de la embajada mexicana en Montreal, el discurso presentado denunciaba la tortura y la falta de respeto a los derechos humanos por el Estado mexicano. La ONU ha sido mencionada con un tono reformista y progresista. Honestamente, aprecio que varias personas se preocupen de nuestro caso, pero rechazo el uso de esos discursos reformistas ilusorios. Para mi, la injusticia, la tortura y la falta de respeto de los derechos humanos forman parte íntegra de un mundo como éste. Los derechos son regulados por el Estado y son suspendidos en cualquier momento cuando se necesita. Además, eso favorece la ideología de la democracia (derechos para lxs ciudadanxs), la más grande ilusión que hay. Y sobre todo, con apoyar nuestras ideas haciendo referencia a instancias del poder como la ONU, no se puede construir una fuerte lucha antiautoritaria. No es tratando de influir sobre la opinión publica con discursos reformistas que podremos construir las bases solidas de una lucha irrecuperable.
Quiero decir que no tengo nada que ver con los sindicatos estudiantiles y de trabajadores, aunque pretendan ser parte del “sindicalismo de combate”, algo muy popular en Montreal. Esas organizaciones son formales y burocráticas. Reproducen la ¨democracia directa¨. Son esas mismas estructuras que quiero destruir, esas estructuras que imponen una distancia entre lxs individuxs, en la relación entre lxs individuxs con el mundo y la vida. La formalidad, la burocracia, la ley y las institucionalización transforman los lazos entre las personas. Fijan las posibilidades de cambio constante, exactamente como lo hacen los partidos políticos. Quieren organizar y dirigir “la masa informe”.
Así, hay una contradicción evidente : hemos recibido apoyo por organizaciones estudiantiles en Quebec. Por mi parte, no tengo ningún problema con aceptar este dinero que nos ayudará seguramente a salir de la cárcel, pero tengo que decir que estas organizaciones no tienen nada de revolucionarias. Están podridas desde la base. Son fundadas sobre bases de organización maoístas y son formales, con su código de procedimientos de políticos. Este lenguaje es incomprensible. Oradores carismáticos manipulan los votos de las masas expresando lo que todxs quieren escuchar en vez de hablar con el corazón. Muchedumbres de 100.000 marchan como zombies, cantan y repiten los mismos eslóganes reformistas y regresan a su vida cotidiana.
En la situación donde me encuentro, esperando mi sentencia o mi liberación, expresar abiertamente que soy anarquista me puede poner en peligro. Decidí hacerlo, de todas maneras. Varias veces sentí la necesidad de comunicar con otrxs anarquistas que han vivido situaciones similares. Confrontadxs con la represión del Estado, hay varias maneras de responder. Pienso que utilizar un discurso moderado procura privilegios como salir de la cárcel mas rápido, obtener dinero o hacerse aceptar socialmente, pero pienso que si los discursos y los actos quedan moderados, será difícil propagar practicas insurreccionalistas y antiautoritarias, por lo que es importante comunicar mis ideas abiertamente y con conocimiento de causa.
No sé cuánto tiempo más estaré encarcelada aquí, pero una cosa es segura: No estaré aquí toda mi vida. Tengo la suerte de tener amigxs y compas de lucha geniales y no me siento sola. La fuerza y el coraje se encuentran primero en unx mismx. Hay un mundo de posibilidades, aquí y en otras partes. Todas las formas de dominación deben ser combatidas, tanto las que crean las estructuras y las instituciones como las que se inmiscuyan en nuestras relaciones. No existe ni paraíso ni mundo perfecto. La libertad es el movimiento y el conflicto permanente, confrontando el mundo de las imágenes, de los símbolos y de las apariencias. La libertad es la destrucción de las estructuras de dominación en nuestras vidas. En México, Montreal, Francia, Vancouver, EEUU, Estado español, Grecia, Chile, Egipto, Bélgica, Italia, Alemania, Inglaterra, Holanda, saludo a mis amigxs y compas de lucha. Para la libertad total, deseo que los lazos se construyan en la lucha.
En solidaridad con Carlos ¨Chivo¨ y Fallon.
Con amor, abajo los muros de todas las cárceles.
Amélie
Para escribir a Amélie y Fallon:
Centro Feminil de Reinsercion social Santa Martha Acatilla
Amélie Trudeau / Fallon Rouiller
Calzada Ermita
Iztapalapa No 4037
Colonia Santa Martha Acatitla
Delagation Iztalpalapa
C.P. 09560