«Nadie está olvidado / Nada está saldado – Memoria a las caídas» (pancarta realizada y colocada en Chile por les compañeres de la Biblioteca Antiautoritaria Libertad)
Recibo en el correo electrónico y difundo este texto firmado por «Algunxs anárquicxs de Buenos Aires» y que contiene, además de una cronología breve de las principales respuestas, tanto públicas como con un carácter más insurrecto, realizadas en solidaridad con el compañero Santiago Maldonado y en contra de su «desaparición» olidaridad con el compañero Santiago Maldonado y en contra de su desaparición(secuestro) a manos de la Gendarmería mientras participaba solidariamente en la defensa del Lof mapuche en resistencia de Cushamen (Chubut, Argentina), también trae algunas reflexiones interesantes sobre el conflicto abierto y la lucha en general contra el Estado, en Argentina y más allá.
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AUN PODEMOS SER PEORES
Consideraciones y reflexiones a un mes de la desaparición de Santiago Maldonado
El 1 de agosto, en la Ruta Nacional N° 40, integrantes del Pu Lof en resistencia de Cushamen y algunxs solidarixs hacen una barricada cortando el tránsito en solidaridad con el proceso que afronta el Lonko Facundo Jones Huala (por segunda vez). Minutos después llegarían camiones y camionetas con una treintena de gendarmes armadxs con escopetas. Lxs peñis comienzan a tirar piedras respondiendo a la presencia de las bastardas fuerzas del orden. Gendarmería avanza a los tiros, quemando las precarias viviendas y pertenencias de lxs habitantes del Lof, haciéndolos retroceder atravesando un río. Entre ellxs se queda retrasado Santiago Maldonado (“El lechuga” o “el brujo”). Aquí algunxs habitantes del Lof observan como Gendarmería agarra a Santiago; otrxs afirman que se escucha como lxs gendarmes decían que “tenían a uno”.
Despues de aquello, comienzan a circular imágenes y testimonios sobre que Santiago no aparecía y que Gendarmería se lo había llevado en una camioneta unimog. Las autoridades hacen silencio de todo esto.
El viernes 4 de agosto, distintas individualidades anarquistas y solidarixs, ingresan a la casa de Chubut reclamando por la aparición de Santiago. El lugar fue propicio para la destrucción. Computadoras, cuadros, ventanas, decoraciones todo destruido con rabia. En el lugar se dejan pintadas y panfletos alusivos a la represión en Cushamen.
El lunes 7 de agosto, se convocan entre varias organizaciones, grupos y la familia una concentración en la Plaza de Congreso. Logra ser bastante numerosa, entre ellos, muchxs compañerxs. Enojadxs no sólo por lo sucedido, sino por el aparataje de lxs políticxs que prontos a las elecciones repartían boleta de su Frente de Izquierda. Ese día luego que terminara el acto, se cortó la calle Entre Ríos y se arrojaron piedras, palazos, petardos contra la infantería, dos policías de la ciudad y un guardia del congreso nacional que estaban apostadxs en las cercanías. Después serían incendiadas dos motos de la yuta. Luego hubo dispersión, sin ningún detenido ni herido de nuestra parte.
El viernes 11 de agosto, se coordinan marchas y actos en distintos puntos del país (Bolsón, Bariloche, Rosario, Buenos Aires). En Capital, lo organizan agrupaciones de DDHH (entre ellas una fracción de las madres de Plaza de Mayo), familiares y amigxs del lechuga, más organizaciones de izquierda convocando a una concentración “pacifica” en la Plaza de Mayo, enfrente de la Casa Rosada. Siendo multitudinaria, uno de los hermanos del lechu lee un escrito de él; dejando en claro su posicionamiento antiyuta y anarquista.
Una de las cosas que nos causa mucha rabia, es la utilización de partidos políticos (PO, MST, MAS Convergencia Socialista, partidos kirchneristas), ONG´s, sindicatos (La CGT cuenta con historias bastantes oscuras en tiempos peronistas, que involucra a la AAA y grupos parapoliciales) que utilizan la imagen y la historia a medias de nuestro compañero para sumarse (en medio de la campaña electoral) unos porotitos más; el secuestro del lechuga NO ES CAMPAÑA POLÍTICA. Carroñerxs que nunca se molestaran en dejar de defender la propiedad privada, la gendarmería e incluso los mismos gobiernos que lxs reprimen y lxs sumergen en una miseria cotidiana; porque ellxs mismxs desean llegar a ese poder y ejercer esa misma autoridad. Con ellxs y sus respuestas conciliadoras no tenemos absolutamente nada que ver…
El jueves 17 se convoca a una marcha en Córdoba Capital, donde se ve una gran multitud pidiendo por la aparición de Santiago con vida. La policía desplegó un gran aparato para evitar disturbios. Esa misma noche, a la madrugada, anónimxs dejan un artefacto rudimentario que incendia las puertas de entrada del Círculo de Suboficiales de Gendarmería Nacional de Córdoba. No hubo reivindicación. Días después, en una marcha nacional contra los casos de gatillo fácil se producen enfrentamientos y destrozos en todo el centro de Córdoba Capital. Posteriormente serian allanados distintos locales anarquistas, plataformistas y políticos (entre ellos un comedor), además de domicilios de madres que sus hijos fueros asesinados por la policía. De aquí sólo se llevaron afiches, banderas y volantes que hablarán sobre el caso de Santiago (más la leche del comedor). Quedaron algunas personas detenidas, pero las soltarían a las pocas horas.
El jueves 24, la agrupación H.I.J.O.S. y agrupaciones de izquierda convocan una concentración y marcha en la Plaza San Martín en la ciudad de La Plata. A ella concurren bastante gente e inclusive un bloque negro de anarquistas. Durante la marcha se producen algunos destrozos en las calles centrales de la ciudad. La marcha termina su recorrido en la misma plaza donde había salido. Enfrente de la misma se encontraba, mediante una calle, el Senado Bonaerense. Ante la mirada atónita de algunxs ciudadanxs indignadxs, se corta la calle, se rompe una camioneta bien cotizada y se ataca el senado mediante piedras y un par de molotovs, logrando algunos destrozos y quemando un poco la fachada del senado mismo… Un par de horas después, dos personas dejan dos bidones repletos de nafta que hacen arden dos coches del estacionamiento mismo del senado. Nadie se adjudicó el ataque. Días después despiden al jefe de inteligencia de la policía bonaerense.
En algunas de estas concentraciones y marchas, así como en las calles o universidades y sobre todo en las redes sociales observamos que una gran parte de la opinión pública ha empatizado y se ha “sensibilizado” con lo de Santiago (y una pequeña avala algunos hechos de violencia). Es verdad que en Argentina cuando se habla de desaparecidos se evocan a las dictaduras militares y a varios recuerdos que han quedados grabados en las memorias de la sensibilidad social. Lo que la gran mayoría de lxs politicxs intenta sepultar que es la continuación del aparataje represivo y las similitudes que poseen tanto los gobiernos dictatoriales como los gobiernos democráticos. Las represiones, las torturas y las desapariciones forzadas nunca se fueron…
Creemos necesaria la expansión del conflicto. Desde un primer momento, compañerxs y personas solidarias se manifestaron creativamente en distintos puntos del mundo. Al principio Uruguay, Chile, Bolivia y Perú, luego Estados Unidos, España, India, Francia, Siria, Colombia, México y muchísimos más rincones de este gastado planeta. Todo esto ha difundido no sólo lo que le ha sucedido al lechuga, sino que la solidaridad es internacionalista y no posee ninguna frontera más que los limites que nosotrxs mismxs nos ponemos.
La prensa apunta, el Estado dispara
¿Qué decir de las noticias y las investigaciones periodísticas de mercenarios como Jorge Lanata, Mauro Viale, Eduardo Feinmann y demases lacayxs de la información? Levantan las siglas de la RAM adjudicándole de un día para el otro más de una treintena de acciones que van desde pegada de afiches, quema de estancias, la muerte de un policía fronterizo en San Martin de los Andes, venta de armas y drogas. Pasan imágenes de posibles Santiagos Maldonados en Mendoza, Entre Ríos, Buenos Aires; arman teorías de que Santiago era rehén de lxs peñis, que había muerto en un ataque a una estancia, que nunca estuvo en el Lof o que era un simple artesano o un jippie viajero.
Luego del ataque a la casa de Chubut, la prensa adjudica el ataque a una célula de la RAM que “alarmantemente” actuó a dos cuadras del obelisco y que entraron a los balazos; si observamos dos segundos el lugar a través de las fotos vemos como claramente estaban escritas varias A dentro de un círculo y que los daños no fueron provocados por balas. La exageración nunca tuvo limite…
El Estado necesita revalidar su autoridad, necesita crear enemigxs internxs. La crisis económica y de desempleo hace que surja un malestar bastante evidente en la calle; ¿Qué mejor que echarle la culpa de la caída de la economía a lxs estudiantes que no son argentinos como el programa de Lanata afirmaba? ¿O de que lxs manterxs de descendencia africana destruían la economía formal como declaraba América 24? ¿O de que el presidente Mauricio Macri dijera que lxs obrerxs se tienen que dejar de joder con eso de cortar calles, dejar de hacer juicios a lxs patrones porque eso desfavorecía a la inversión de dólares de accionistas extranjeros?
Las declaraciones de Patricia Bullrich (Ministra de seguridad de la Nación) dice que no va a dejar que crucifiquen a Gendarmería (“…No voy a tirar un gendarme por la ventana…”), alegando que el caso Maldonado no es una desaparición forzada. Afirmando con los dientes apretados que ella veía imposible que 30 gendarmes conspirasen para matar y desaparecer y que esta fuerza no es la misma que hace 40 años. Siempre jugando ese juego de dictadura mala, democracia buena.
La familia Bullrich siempre ha sabido cómo defender sus intereses tanto económicos como ideológicos. Adolfo Bullrich encabezaba una empresa que hacia remates de hectáreas luego de la nefasta Campaña del Desierto (campaña impulsada por el entonces presidente Avellaneda y continuada por Julio A. Roca, en la cual se buscaba aniquilar a los pueblos nativos que allí vivían, apropiarse de los inmensos terrenos, reafirmar la soberanía nacional y generar suculentos negociados con las empresas inglesas, galesas y todo aquel que quisiera invertir). Esteban Bullrich, hermano de Patricia, dejo su puesto de ministro de educación para poder presentarse en las elecciones. Durante un spot, Esteban relataba los cambios positivos que ha generado el gobierno de Cambiemos en estos meses, en cuales decía “…Hemos generado más chicos en las escuelas, mas asfalto en las calles y más pibes presos…” ¿Genera sorpresa esas palabras de alguien que en 2005 defendía al represor asesino Luis Patti para que pudiera ejercer su cargo de diputado? Él declaraba que en democracia había espacio para el debate de distintas ideologías…
Mediante internet, salió la propuesta de una semana de agitación por Santiago. Esto puso en alerta a las fuerzas de seguridad, tanto así que un alto cargo de la inteligencia de la policía federal mando un documento a la gobernadora María Eugenia Vidal (PRO) para que ordenase el aumento de la seguridad y vigilancia en las calles. En tal documento habla sobre posibles ataques y atentados hacia individuxs pertenecientes a cuerpos de seguridad, infraestructura o edilicios…
Esto dejó ver un incremento no sólo del número de fuerzas (en plazas, terminales de tren, edificios de gendarmería, comisarías y barrios conflictivos) sino además sacaron a relucir un par de chiches que hacía rato no se veían (tanquetitas de la policía federal, carros hidrantes y camionetas de infanterías en todas partes). Otra que el ejército en las calles.
Esta nueva escalada represiva que se viene dando y se va a seguir dando en las calles de Capital, demuestra que tanto el ministerio de seguridad, como los jefes de “inteligencia” policiales intentan coartar toda la solidaridad, la rabia y las acciones que se desataron luego de la desaparición de Santiago. Tal vez estas chispas pueden llevarnos a romper nuevos límites…
En algunos espacios de compañerxs el hostigamiento se deja ver a cara de perro. Ya no sólo pinchadas de teléfono y algunos seguimientos; brigadas de investigación sacando fotos, camionetas de infantería en las esquinas, patrullas que van y vienen.
Todo esto responde a un contexto claro. En algunos barrios de la provincia de Bs As, podemos encontrar a policías bajando gente de colectivos para pedirles documentos y revisarle sus pertenencias; el aumento notable de patrullajes y de efectivos policiales (no sólo es un intento de control y vigilancia, sino a su vez de intentar limpiar la imagen nefasta que posee tanto la policía como la gendarmería). Durante el día del niño, gendarmería hacía llegar camionetitas de juguete (idénticas a sus móviles) a distintas escuelas y comedores; o sea repartía descaradamente un slogan “solidario” a los mismos lugares donde hacen trabajos de inteligencia, entran a los tiros y reprimen ferozmente. Si antes sus trabajos de inteligencia estaban enmarcados en el Proyecto X en la época kirchnerista (en el cual se seguía de cerca a militantes sociales u organizaciones generando base de datos) ahora han salido, más que nunca, a la cancha siendo otra fuerza de choque más que el Estado emplea a su favor.
Por supuesto que las leyes no se quedan atrás. No solo la reforma a la ley 24.660 (esta reforma niega casi todos los beneficios carcelarios y salidas transitorias dándoles más poder y decisión al Servicio Penitenciario); sino el aumento en penas (mejorando definiciones legales) tanto en asociación ilícita, como porte de arma y en daños en la propiedad privada.
Relación entre mapuches y anarquistas
Hemos visto como desde hace un par de años a esta parte algunas comunidades mapuches van dejado de lado algunos ángulos legalistas y han decidido ocupar predios de grandes terratenientes o porciones de tierra estatales; quema de maquinaria, ataques coordinados en distintos puestos de estancia… similar a lo que sucede en el Wallmapu del lado chileno.
Los medios se encarguen de declarar que todos los mapuches pertenecen al RAM o que lxs mapu que viven en el lof también pertenecen al RAM generando un enemigo interno perfecto. En realidad, la RAM (Resistencia Ancestral Mapuche) son las siglas con la cual algunos mapuches reivindican sus acciones en el Wallmapu en la región argentina.
El lonko Facundo Jones Huala, reconoció la pertenencia a este grupo mapuche. En este momento se encuentra detenido en el penal de Esquel, en el cual estuvo 18 días en huelga de hambre, esperando una presunta extradición hacia Chile. Él ha reconocido un devenir histórico de enfrentamiento no sólo con el Estado argentino, sino con el chileno y las empresas que devastan a mansalva los territorios con el argumento del progreso. Es una lucha ancestral que lleva más de 500 años. La RAM es sólo una pequeña expresión de todo ese tiempo de lucha.
El hostigamiento y la persecución constante no sólo de las fuerzas del orden, sino de lxs empresarixs y los medios de comunicación es asqueante. Intentan justificar no sólo la represión sino el avance neocolonial. Arrojan encabezados de que los mapuches poseen conexiones con las FARC, que posean armamento militar de asalto, que son “indixs truchxs” y cuantas estupideces más…
Unx como anarquista, le sigue produciendo bronca como hostigan, atacan y desaparecen a lxs mapu, como también a lxs qom, o a lxs wichi, o lxs guaraní o aquellas tribus que habitan en medio de las amazonas que resisten ante el avance de las maquinarias y el progreso del humano entendido como la civilización…
Muchas cosas son las que podemos compartir con lxs mapuches que combaten en el sur de la región, como también muchas las que nos distancian como un abismo. Su forma de organización, las relaciones que poseen o el desenvolvimiento en la naturaleza son una demostración de su propia cosmovisión. Querer avanzar y conseguir una nación mapuche es algo que como anarquistas nos produce rechazo. Respetamos su dignidad rebelde y seremos solidarixs pero no compartimos en una totalidad su lucha…
NINGUNA EXIGENCIA AL ESTADO, CONFLICTO PERMANENTE CONTRA LA AUTORIDAD
Todxs quisiéramos que nuestrx compañerx apareciese con vida, que pudiese seguir recorriendo los caminos que quisiese. Sabemos que el Estado es responsable de la desaparición, porque esa es una de sus funciones la persecución y el “exterminio” de los “elementos molestos” para el normal funcionamiento de la sociedad. Por eso mismo, no podemos exigirle a nuestrxs verdugxs nada. Ellxs son responsables de las desapariciones para la trata, el movimiento de conexiones narco-policiales, el fusilamiento de lxs pibxs en los barrios en manos de las fuerzas del orden, la aprobación de leyes que desean lanzar años de cárcel jugando con las vidas de lxs presxs, de la aplicación de nuevas tecnologías para el control social, de la destrucción de territorio natural para levantar muros de hormigón o plantaciones de soja o maíz transgénico y muchas cosas que hacen girar la rueda del progreso del capital.
Sentimos cómo han intentado despolitizar a nuestro compañero. Han intentado negar sus convicciones anarquistas y han querido levantarlo como un slogan para una campaña política más. Por un lado, Cristina Kirchner y sus lamebotas que pareciera que tienen una memoria frágil, hablan de Santiago pero se le hace una nebulosa cuando hablamos de Julio López (que aunque Hebe de Bonaffini diga que era un carcelero y el lechuga un militante social, lo dice para defender al kirchnerismo, aparte de ser mentira porque López era un albañil y fue desaparecido porque iba a declarar contra el represor Miguel Osvaldo Etchecolatz; demostrando que a pesar de más de 15 años de democracia el poder militar está bastante vigente aún ) o Luciano Arruga (un pibe que era de un barrio marginal de Lomas del Mirador y fue secuestrado, asesinado y enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita porque se negó a robar para la policía) o queremos recordar a Cristian Ibáñez (detenido por la policía para luego aparecer “suicidado” en los calabozos de una comisaria en Jujuy) y Marcelo Cuellar (en una protesta por el asesinato de su compañero Ibáñez, es asesinado en la localidad de Libertador General San Martín en 2003; ambxs eran militantes de Corriente Clasista Combativa); o a Carlos Fuentealba muerto por la represión policial en Neuquén durante un corte que realizaban trabajadores en la ruta 22 en 2007; o de Juan Carlos Erazo en Mendoza en 2008, muriendo de un absceso cerebral provocado por las lesiones que le dejaron las marcas de las balas de goma y los gases durante una toma de la planta donde él trabajaba; o que el día 17 de junio de 2010 fue asesinado en Bariloche el joven Diego Bonefoi, que había sido fusilado por la espalda por la gorra. Al día siguiente los vecinos organizan una protesta, y en la represión policial mueren dos jóvenes más: Nicolás Carrasco y Sergio Cárdenas; o el 20 de octubre del mismo año en el marco de una protesta de trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca en Avellaneda que contaba con el apoyo de distintos grupos y partidos políticos, Mariano Ferreyra, un militante del PO, es asesinado por los disparos de los rompe huelgas de la Unión Ferroviaria. Y en épocas K, los pueblos nativos han corrido la misma suerte, el comunero indígena Javier Chocobar, perteneciente a una comunidad diaguita en Tucumán, resistía a los desalojos junto a otros miembros de la comunidad. Un ex policía al servicio de los terratenientes irrumpe en su auto y empieza a los disparos, matándolo e hiriendo a otros pobladores (12 de octubre de 2009). El 23 de noviembre de 2010, en Formosa, algunos qom de la comunidad La Primavera cortaban la ruta en reclamo de sus tierras. La policía reprimió violentamente, asesinando dos miembros de esa comunidad, Sixto Gómez y Roberto López…
Pero esto no ha ocurrido sólo con el kirchnerismo, todos los gobiernos sean del color que sean tienen decenas de muertos en represiones. Más atrás esta Víctor Choque, Teresa Rodríguez, Mauro Ojeda, Francisco Escobar, Aníbal Verón, Carlos Santillán, Oscar Barrios, jóvenes Maximiliano Tasca, Cristian Gómez, Adrián Matassa, Miguel Bru, Javier Barrionuevo, Petete Almirón, Dario Santillán y Maximiliano Kosteki. Y tantxs y tantxs más que a manos de las fuerzas del orden son verdugueadxs, torturadxs, desaparecidxs, asesinadxs en los barrios, en las comisarías, en los psiquiátricos, en los prostíbulos o en las cárceles.
Sus manos están llenas de sangre, la sangre de los marginados, la sangre de los ilegales, la sangre de los rebeldes. La pasividad no es una opción, es hora de exigir venganza. Venganza hacia lxs verdugxs. Venganza hacia su imposición de una vida de miseria. Venganza contra su violencia constante. Nunca existió la paz para tantos muertxs, conocemos a lxs responsables, sus nombres, sus cargos y sus intenciones. Y aunque intenten tratarnos de infiltradxs y de violentxs, nosotrxs les decimos:
AÚN PODEMOS SER PEORES…
Algunxs anárquicxs de Buenos Aires, Septiembre 2017