Recibo en el correo electrónico de parte de diferentes fuentes que lo enviaron la versión original en portugués del siguiente texto acerca de la denominada Operación Érebos, que traduje a castellano y que ahora dejo a continuación.
¡Fuerza para les investigades y perseguides de la Operación Érebos!
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Operación Érebos: La tierra se mueve
Agitaciones y reflexiones anárquicas, el viento sopla.
En el amanecer del día 25 de octubre de 2017, el tiempo se cerró para les anarquistas de Porto Alegre. La policía civil, con la Operación Érebo, puso en marcha allanamientos y asaltos televisados por los medios locales y transmitidos por los altavoces del sistema al máximo volumen.
A partir de esta reacción policial, del show y del escrache mediático, y de la agitación en la órbita anarquista, mil y una necesidades, urgencias, ideas, impulsos y sentimientos nos atravesaron. De esta reflexión nació esta voluntad de comunicación. Apuntamos nuestra determinación contra el enemigo y afirmamos el paso con quien hace vivir la anarquía en sus posiciones y prácticas.
Nuestra natural tendencia al caos.
Somos, existimos y actuamos más allá del Estado, las leyes y la democracia. Buscamos y extendemos autonomía, pero sabemos que no se consigue negociando con el poder.(1)
Herederes de las luchas por la libertad y por la tierra, de les guerreres que aun nos enseñan que se puede existir de varias maneras más allá de la sociedad impuesta, sentimos una inconformidad que persiste e insiste.
Mirando desde esta orilla del río, la democracia es sólo una forma más (actual) en que la civilización domina, mata e intenta apagar las formas de existencia que huyen del orden militar y de la obediencia ciega. Aun más, es esa democracia que se presenta como “el” valor de moda. Y muchos caen ciegos, u ofuscan sus ojos por su brillo. Pero quien ama ser libre sabe que es sólo una forma de gobernar y la vida es ingobernable, como los ríos que cambian su andar, como los animales que atacan a sus domadores, como los pueblos que no se “venden” al trabajo esclavo de la sociedad occidental. Así, la democracia es un ideal incompatible con quien no se deja gobernar.
Sus máximas, los derechos, son herramientas de colonización y de un humanismo que aun distingue humanes de primera, segunda, tercera, y más categorías. ¿Puede alguien defender eso?
Sus castigos, las leyes, son corrientes que algunes adoran, pero que castigan y marcan a quien teniendo hambre roba y no mendiga.
La negociación con ese mundo es imposible, nuestra relación con él sólo puede ser el antagonismo.(2)
Intentan dominarnos y no podemos dejar de luchar contra eso, sin tregua. Nuestra tendencia instintiva a la libertad sin reglas ni orden, nos reconocemos en el caos de la anarquía.
La búsqueda de la anarquía es por sí sola un desafío al poder. Todas las perspectivas de la anarquía se proponen desmantelar las instituciones del poder. Puede haber desencuentros sobre cómo hacerlo, pero todo anarquista quiere en ruínas a los Estados, a las corporaciones, a sus instituciones y valores. En esto creemos no estar equivocades. De esta forma el deseo por la anarquía en la democracia es por sí mismo criminal.
No estando en el código penal, el anarquismo y la afinidad con él no son efectivamente crímenes. Lo que nos da un margen de acción y deja más libertad para identificarse con él. Pero la cuerda de esa libertad no es muy cumplida.
La llave que deshace el misterio. Plantas exóticas y agitación anárquica.
La idea de que seres alienígenas llegan trayendo el “mal” es un mecanismo de control y represión antiguo. Desde Europa, varies compas anarquistas, expulsades o forajides, llegaron a este continente. Aquí fueron detectades y catalogades como plantas exóticas, malas hierbas de ideas y acciones peligrosas.
En la última década del siglo XIX, los señores del poder ya expulsaban anarquistas considerades nocives para la “paz social”. O sea, seres indomables, fieras que no se sometían a las leyes y al orden que garantizan la explotación. Nos acordamos de Giuseppe Gallini, que jutno a otros compañeros agitadores en la ciudad de São Paulo fueron detenidos y expulsados. Nos acordamos también de Jose Saul, expulsado de la ciudad de Pelotas por ser un agitador anarquista. Mismo destino tuvieron varios otros compas anárquicos.
En 1907, en respuesta a la creciente agitación social (revueltas, huelgas, organización autónoma de les trabajadores) y a la también creciente presencia anarquista, el Estado brasileño endurece las políticas de expulsión contra les indeseables. Cosiendo una nueva fantasía jurídica para sus bailes represivos, la ley Adolpho Gordo.
Cuando los gobernantes, jueces y policías afirman, desde 1800 hasta ahora, que les anarquistas somos plantas exóticas, propician sentimientos de xenofobia, y también construyen la imagen de una supuesta “pasividad” nativa.
Las políticas de expulsión y escrache contra aquelles que traen la “teoría del caos” (3) era y continúa siendo un mecanismo de dispersión de encuentros combativos. Según estas, la agitación anárquica sería exótica y podría ser arrancada tirando las malas hierbas fuera del Jardín.
Una cosa es cierta, los y las anarquistas llegaron en barco y continúan llegando por varios senderos, sin embargo, el impulso anárquico y el combate a la dominación (4) están en estas tierras desde tiempos inmemoriales. El deseo de libertad no tiene época, patria ni fronteras y, anárquicos como somos, no reconocemos el reparto del mundo en países, en Estados. La debilidad que tendríamos al pensar el mundo dividido en líneas artificiales nos dejaría enfermos, sin la capacidad de reconocer la tierra con sus límites propios y mutables, montañas, ríos, bosques.
Así, también, no reconocemos que nuestres compañeres sean pertenencientes a uno u otro país, nosotres somos anarquistas y compañeres por la afinidad que tenemos en oposición al control y a la dominación. No tenemos patrias ni banderas y estamos lejos de dejarnos nortear por sentimientos nacionalistas que sólo hablan con el fascismo. El mundo es nuestro porque con él somos, y por la tierra que habitamos sentimos asco del progreso.
Además, las acciones recogidas en las Cronologías de la Confrontación Anárquica (5) están muy lejos de ser alienígenas o desorientadas dentro del contexto actual del territorio controlado por el Estado brasileño, como podemos constatar.
Los partidos políticos PSDB, PSB, PSD, DEM recibieron visitas anárquicas (6). El agronegocio, devastador de la tierra y de los pueblos, fue atacado con un incendio al Banco Bradesco, la destrucción de mudas de eucalipto y también barricadas incendiarias y bloqueos de carreteras en territorio en lucha contra la civilización.
También la militarización de la vida fue nítidamente rechazada con el ataque de la Galera do Pixo do Triangulo CAV do Terror al monumento de la alabanza de la guerra en los arcos de la Redención, con la parcial destrucción por el Grupo de Hostilidades Contra la Dominación del monumento del Batallón de Suez/ONU, abuelos de los que hoy militarizan Haití, y con el ataque de los Vándalos Salvajes Antiautoritarios que contribuyó a la retirada del tanque de guerra expuesto como monumento en la avenida Ipiranga.
Varias de esas acciones fueron, intuimos, incomprensibles para la lógica de la competición por el poder. Eran acciones que nada pedían ni demandaban. Sólo agredían a la dominación. Hasta que apareció la llave que deshace el misterio (según el telediario Fantástico), las Cronologías de la Confrontación Anárquica y la publicación Benvindos ao Inferno.
¡Maldita literatura anarquista!
Los libros que están en la mira de la policía, además de difundir una idea, hablan de acciones reales. Recopilan y presentan varias peripecias y osadías de algunes indomables. Varios bandos que golpearon contra lo que sentían que les oprime. Libros que un amante del control y de la sumisión jamás gustaría de ver difundidos. Es por eso que estos libros son libros abominables para las autoridades, pero también por eso son libros de alta consistencia insumisa.
En el camino anárquico, varios ejemplos de este tipo de persecución literaria dentro de las democracias nos vienen enseñando que escribir sobre la confrontación es tomado como una afrenta por el poder. La publicación El placer armado, escrita por Alfredo María Bonanno, provocó su detención en Italia y años después su edición e impresión fue una de las “pruebas” de acusación contra el compañero Spyros Mandylas y contra la Okupa Nadir en Grecia. En el mismo continente, en España, el libro Contra la Democracia fue usado como prueba de una supuesta participación en una organización catalogada como terrorista por el Estado español, que tuvo como resultado varios allanamientos, detenciones y operaciones contra les compas, las cuales nos permitieron solidarizar con elles, acercarnos y fortalecernos en la búsqueda de libertad y en la certeza de que estamos en planos antagónicos de vida, les que amamos la libertad y aquelles que son capaces de encerrar, aislar, controlar horas de sol y formas de contacto.
Ayer como hoy la búsqueda de la anarquía impresa en palabras sobre el papel tiene su potencial de difusión e inspiración. Pánico para las autoridades de turno que reaccionan con agresiones, asaltos y secuestros.
En 1969, en Río de Janeiro, los militares destruyeron y asaltaron el espacio de agitación de les anarquistas, el CEPJO (Centro de Estudos Professor José Oiticica), robando una vasta biblioteca en la residencia del anarquista Ideal Perez. Además de robar los escritos originales del libro “Nacionalismo y Cultura” que estaba por editar el anarquista Edgar Rodrigues, el cual para recuperarlo se lo compró a los represores.
En 1973, en Porto Alegre, el DOPS (Departamento de Orden Político y Social) capitaneado por el delegado Pedro Seelig invadió la Gráfica Trevo, una imprenta conducida por anarquistas que, además de impresiones comerciales, imprimían los periódicos anarquistas que circulaban en la época: O Protesto, vendido en los puestos de revistas de Porto Alegre, y el periódico Dealbar, editado por el anarquista Pedro Catalo, difundido en São Paulo. También imprimían libros editados por su editora Proa. En esta ocasión del asalto policial fueron destruidos prácticamente todas las impresiones del libro “El futuro pertenece al socialismo libertario” y confiscaron los originales de futuras ediciones. En esta tempestad fueron destrozadas casas particulares y vidas fueron sádicamente agredidas.
Malditos son nuestros libros, periódicos, escritos. Malditos somos les que tenemos el coraje y osadía de escribirlos, editarlos, traducirlos, imprimirlos, difundirlos.
El Estado, la policía, la democracia… No necesitan pruebas para perseguir a anarquistas.
Es sabido que en las persecuciones a anarquistas no se necesitan pruebas. Los libros fueron el único hilo que pudieron asegurar para apuntar a algunes que desde la agitación y la propaganda incomodaban.
Sin pruebas, pero no sin justificación, la reacción del poder tiene su justificación, sí. Y esta justificación paradójicamente es nuestra mayor sonrisa. Saber que algunos bandos anárquicos golpearon en el poder sólo puede revalorizar nuestra posición ya que manifiesta antagonismo. Si nos llamamos anarquistas es porque no admitimos autoridad en nuestras vidas ni en la tierra, así el antagonismo al orden imperante es un indicador básico de estar siguiendo la pista que decimos seguir.
La Operación Érebos “busca dar con los autores de los ataques”, o sea, persigue acciones, pero parece ir detrás de ideas. Olfateando la literatura ácrata y tomando muestras de las tendencias, diversas, de la anarquía. Confundiendo la propaganda escrita con la propaganda por el hecho.
La propaganda escrita pone en evidencia algo que parece que quieren mantener en secreto: que el poder puede coger a les anarquistas.
Tenemos claro que si se persiguen las posiciones antiautoritarias es porque no se quemaron bancos, vehículos e iglesias por piromanía sino por el rechazo activo y combativo a la mercantilización de la vida, al castigo y al control. Y cuando hablamos de eso no es en tono de denuncia sino como grito de alegría. Es ahí donde las ideas y afinidades «pesan». Somos varios, todos, blancos en la mira represiva. Entonces en la tormenta, en el ojo del huracán, o coqueteamos con la pasividad sistémica maquillándonos de leyes y derechos o salimos más fuertes gritando que viva la anarquía contra toda forma de poder.
Luces, cámara y acción. El show mediático.
La televisión tiene una fuerza avasalladora en Brasil. Es una referencia en la vida de las personas para entender su entorno, crear prioridades, tener una posición. No es una exageración afirmar que la televisión adiestra a las personas, manipula vidas, abiertamente realiza experiencias en el comportamiento de las personas a partir de los estímulos que emiten sus ondas, en sus noticias, propagandas y novelas.
Cuando hablamos de la TV alineamos juntos sus periódicos impresos, caras de un mismo cuerpo, como: Zero Hora-RBS.TV/Globo1. Estos junto al Correo del Pueblo y SBT2 protagonizaron asociados lícitamente a la policía la venganza del poder contra les anarquistas.
Si la televisión es el control a distancia para que les ciudadanes sepan quiénes son los «nuevos enemigos de la paz social», para los enemigos, o sea para nosotres, anarquistas, el show pretende ser el ventilador que esparce el miedo. ¡Escenas creadas toscamente como el encapuchado leyendo la Cronología o los molotovs de botella de plástico y la policía rompiendo puertas al grito de «¡Policía!», Quieren mandar el recado de la persecución, quieren provocar el miedo en nuestro lado y aún en una investigación que dice ser secreta, escrachan y dejan en evidencia a les «sospechoses».
Se trata de un linchamiento mediático y ciertamente para quien no busca diálogo con el orden social eso tiene un peso. Abundan los comentarios que se suman al linchamiento, piden fotos de los sospechosos o reclaman por desvincular sus vidas de algo que una vez retratado como el» mal «tiene que ser prohibido y alejado para no contaminar su impecable vida ciudadana.
Analistas políticos y juristas dieron el toque ilustrado para separar el miedo con «fundamentos». ¿Les anarquistas pueden o no ser juzgades por la ley antiterrorista? Fue el debate presentado por ellos en el show. Además de las útiles lecciones que dieron sobre el tema en el Fantástico, mostraron que junto a las fuerzas represivas los sabios de la sociedad también colaboran con la creación del nuevo miedo social. No se trata más de una nota policial, ahora es un tema social, jurídico, político, filosófico.
Los alcances de esta confabulación pueden ser mayores, el miedo puede callar todo tipo de disidencia. Así, el show sirve para calmar posibles protestas e inconformismos con la genocida forma de gobernar de la democracia.
Sabemos que les anarquistas y los pueblos fuera de la civilización y marginales tienen un antagonismo que se había quedado después del show. Pero, ¿las otras disidencias se apresuraron a blanquearse como obedientes ciudadanas?, ¿el miedo penetró hasta los huesos de les que se llaman rebeldes?
Entre nosotres no. Este texto así como otras manifestaciones parecen afirmar el rechazo contra la dominación y no dejarse abatir por el miedo.
El show vende y compra. Compró la premisa en la subasta policial de la Operación Érebos. Y vende. Sabemos que las noticias no son al azar, son jugadas pensadas en el tablero de la dominación, con vistas a fines específicos. Está claro, ellos dirán ser imparciales, portadores de la justa visión de los hechos, de la verdad.
No hay medios de libre expresión. La asociación entre medios, policía y justicia es profunda para castigar a todes les que no bailan su música.
Anarquistas.
Noviembre de 2017
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Nuestro saludo para aquelles que no dejaron pasar el viento sin el soplo de la solidaridad:
A aquelles que hicieron una manifestación solidaria en la gran isla del Pacífico
A les compas que mandaron solidaridad desde el otro lado de la cordillera de los Andes
Al compa que mandó la poesía para les perseguides desde La Rebelión de las Palabras
A todos los que no se mantuvieron quietos.
Todas esas acciones se hicieron sentir.
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Nos distanciamos de la idea de que el poder es bueno o malo, dependiendo de quién lo ejerza. Brindamos con Bakunin: “Todo poder corrompe”.
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Usamos la palabra “antagonismo” para expresar la incompatibilidad de la anarquía con el poder y la dominación.
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Palabras del delegado Jardim en el diario de la hora del almuerzo en la mañana del día 25 de octubre de 2017, intentando definir a les anarquistas investigades.
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Tomamos la referencia de la posición contra la dominación de algunos de los comunicados que reivindican los ataques que detonaron la Operación Érebo. El combate a la dominación, según estas acciones, no se trata de un antagonismo que priorice una línea (clase, raza, género, defensa de la tierra) sino de un antagonismo en conflicto con todo eso y aun más, contra las formas de control y dominio sutiles y complejas.
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Las Cronologías de la Confrontación Anárquica son dos de los tres libros que están en el foco de la Operación Érebos.
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Según las Cronologías de la Confrontación Anárquica, acciones de ataque tanto reivindicadas como no reivindicadas (conocidas sólo por las noticias) presentan el principio anárquico si actúan en antagonismo con las instituciones del control y de la dominación. Los partidos, en este caso, son los principales competidores en la búsqueda de gobernar, controlar y mandar en la población y en el territorio.
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La empresa Zero Hora-RBS.TV/Globo en el proceso instaurado contra el Bloque de Luchas en las agitaciones de 2013 dispuso hasta de un reportero como testigo de acusación.
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En la mañana del día 25/10/2017 se sumó al show televisivo el reportero Thiago Zahreddine, de la empresa SBT, y presentó la mezcla aberrante de les anarquistas investigades como neonazis, en sus palabras: «Se definen como vándalos de ideología neonazi a fin de enfrentarse a todo tipo de autoridad». Teniendo en cuenta la receptividad de las personas a lo que les dice la televisión, esa aberración va más allá de la estupidez del reportero.